Ahora que estamos todos pendientes de cuando empezará la Tercera Guerra Mundial, un cómico que no recuerdo dijo una vez que no era descartable que esta resultara de una discusión sobre el aire acondicionado, probablemente en un entorno laboral. Podría ser. El contraste con el calor exterior provoca que la “inteligencia” del climatizador dispare aire frío a discreción, cosa que celebran los más acalorados y dispara las alarmas de los más frioleros. Tocar un botón más o menos es lo que separa la convivencia pacífica de la batalla más áspera. Sea como sea, se vienen ya los primeros resfriados de verano, consecuencia de estas desmesuradas disparidades de temperatura entre la calle y muchos interiores. Todos avisados.
Y es que la primera ola de calor del año ya está aquí. Y además, en forma de cúpula persistente. ¿En serio? ¿Lo que sufrimos la pasada semana, y la anterior, no era una ola de calor? ¿No quedamos en que fueron noches tropicales y tórridas? ¿De verdad no fue una verbena de San Juan abrasadora? Pues parece que no, que técnicamente no es así, y que lo que te rondaré morena. De hecho, ya se detecta verdadero pavor general ante lo que se avecina: temperaturas récord durante semanas seguidas, mediodías imposibles para la vida humana, más recomendaciones que nunca —necesarias— a las personas vulnerables, y debates sobre cambio climático y cómo debemos prepararnos.

Unas personas transitan a la sombra de un umbráculo en la Rambla de Sants en Barcelona este domingo
Los hay afortunados, claro. El usuario @Aquel_Coche, por ejemplo, no tiene reparos en recordarnos que él vive en un oasis templado dentro de una península en llamas. “Llega la primera ola de calor del año y me veo en la obligación de recordaros que no salgáis en las horas centrales del día, que bebáis mucha agua y que yo estoy en el 24 amarillo. Fuerte abrazo.”, aseguraba este fin de semana mientras compartía un mapa de previsión de las temperaturas que vienen. Si quería que lo envidiáramos, lo ha conseguido.
Como ocurre siempre con el tiempo, meteorólogos profesionales y aficionados copan la conversación con alertas, mapas, consejos y explicaciones y, en esta ocasión, aprovechan para rebatir a los estos días muy callados negacionistas. Ya saben, los del “no hay para tanto” porque “este es el calor de siempre”. Al menos la evidencia acalorada de este fin de semana ayuda a contrarrestarlos con datos. “¿El calor de siempre son estaciones centenarias +3 °C sobre 1991-2020 y +5 °C sobre 1921-1950? ¿Cuenca +6 °C respecto a hace 60-30 años? (...) Revisad vuestro concepto 'de siempre'”, indica el meteorólogo @EnMet3. O la misma Aemet: “No hay precedentes de un junio tan cálido como el actual. No hay más que ver la gráfica de anomalías”.
Los partidarios del frío ajustan cuentas con los del calorcito y el veranito: “Venga, a disfrutarlo en la calle os quiero ver”
Entre inútiles improperios contra la estación infernal (”¡odio el verano!”, claman los usuarios), vienen los toques de humor para refrescar. Una imagen compartida de un balcón con cuatro aparatos de aire acondicionado amontonados se vuelve viral. Una playa de Benidorm a rebosar como peculiar modo que tiene la charo de turno de “huir del calor”, también. Y triunfa el meme “Julio viene con fuerza”, que no es otro que el cantante de Me va, me va vestido a lo Obi-Wan Kenobi. Sonrisas nerviosas. Con este calor, ni chistes buenos se pueden hacer.
Y se mencionan los que pagan el pato. Los del Team Calor. En la eterna disputa de redes entre capuletos y montescos del mercurio, los amantes del frío cantan victoria y ajustan cuentas con sus rivales por su empecinamiento anual por el veranito y el calorcito. Así, en diminutivo. “La clave para no pasar frío en invierno es tener los pies calientes, la de no pasar calor en verano es morirse. Punto para el frío.”, proclama @Abyzeth. Bien dicho. “Nunca verás a alguien Team Frío quejarse del frío, pero el Team Calor, cuando sube la temperatura 0,001 grados, por encima de 26 °C, ya exclaman ESTO ES INSOPORTABLE. We are not the same”, apunta @molgh.bsky.social. Pues ahora que lo dices... “VENGA ESE TEAM CALOR, A DISFRUTARLO EN LA CALLE OS QUIERO VER”, invita con sarcasmo @Kaydara_Ethryn. ¡Eso, eso! “Que den la cara los del team calor que me gustaría hacerles un par de preguntas”, salta @SobacoDeGrillo. ¡Que salgan, que salgan!. ”¿Y si quedamos en un descampado todos los Team Calor vs Team Frío y nos damos de puñetazos?”. Bueno, a ver, calma.
Y desde el Team Calor sucumben. Uno de los pocos que se atreve a hablar lo aclara: “A los del Team Calor no nos gusta pasar calor. Nos gusta la playa, los Chunguitos, los outfits, los viajes a calas perdidas...”. ¡Acabáramos! (También a los Team Frío, lo que le gusta es la chimenea y la calefacción, pero no es hoy el día). En realidad, la victoria es agridulce. Ganar significa admitir la derrota colectiva: este clima es insufrible. No hay consuelo. Y lo dice uno que siempre arremetió contra las altas temperaturas y nuestros playeros de tres al cuarto. Está documentado: consultar Twitter desde 2012.
Y hay que mirar el lado bueno. Y como aquí no lo hay, porque ya estamos metidos incluso en simulacros de hipótesis de 50 grados, quizás al menos la promoción de los refugios climáticos sirva para algo. No son pocos en X que publicitan museos y bibliotecas para combatir la canícula. Desde el arqueológico de Catalunya al del vino de Vilafranca. Buena idea. ¡A ver si saldremos más listos de tanto aire subsahariano! O también tenemos la opción del compañero Ivan Comas (@icomas), que nos invita a ir de compras a los mercados municipales. Buen producto, kilómetro cero, buen trato, y encima, fresquito. Desde aquí, nos sumamos.