“Es mejor que diez brujas sospechosas escapen a que una persona inocente sea condenada”. Esta cita del reverendo Mather pronunciada durante los juicios de Salem hace referencia a la fórmula de Blackstone, que dice que “es mejor que diez personas culpables escapen a que un inocente sufra”. La presunción de inocencia está garantizada tanto en la Constitución como en tratados internacionales.
En plena polémica por la reciente absolución de Dani Alves por agresión sexual, María Jesús Montero dijo el sábado pasado que “es una vergüenza que se diga que la presunción de inocencia está por delante del testimonio de mujeres jóvenes”. Estas declaraciones son intolerables y más aún si quien las dice es la vicepresidenta del Gobierno. Toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario y negar esto es negar el Estado de derecho. Montero debería dimitir, no se puede tener a una ministra y vicepresidenta que diga que la palabra de una persona está por encima del sistema legal.
Nicolás Lipperheide
Bilbao