* El autor forma parte de la comunidad de lectores de Guyana Guardian
Ha llegado el verano y, en España, debemos de tomar precauciones con algunas especies de nuestra fauna que pueden causarnos daño. Aquí os dejo algunos consejos en este reportaje gráfico en Las Fotos de los Lectores de Guyana Guardian.
1. Los mosquitos
Si se va de senderismo por la montaña, se recomienda vestir con prendas discretas que no atraigan a los insectos. Algunos insectos pueden picarnos como la hembra del mosquito común (Culex pipiens) doméstico que solemos tener en casa.
Pero hay que tener en cuenta que de esta especie sólo pica la hembra porque tiene que extraer las proteínas de la sangre endotérmica (temperatura corporal constante). El macho se sustenta del néctar de las flores.
En el dimorfismo sexual ó diferenciación sexual de este mosquito, el macho, presenta las antenas plumosas, al contrario de la hembra que las presenta filamentosas.
Y por si alguien lo ignora, decir que cuando estamos conciliando el sueño, y oímos la emisión del zumbido de la hembra del mosquito doméstico que va a picarnos, -de inmediato solemos llevarnos la mano hacia la mejilla, para intentar privar de la vida al díptero, pero desde la emisión del zumbido, ya nos ha picado.
Hembra de mosquito doméstico.
¿Por qué nos pican los mosquitos de dimorfismo sexual hembra?
- Por el sudor que emana de nuestras glándulas sudoríparas, por el ácido láctico (compuesto orgánico producido por el cuerpo con que las hembras de mosquito se sienten atraídas), por nuestra endotermia o temperatura corporal constante.
- Por la dulzura de nuestra sangre no, porque no tiene sabor dulce, si bien, contiene glucosa. El dicho de que si tienes la sangre dulce las hembras de mosquito te picarán más, es un falso mito. Nuestra sangre es salada, contiene cloruro sódico (NaCl).
- Pero las hembras de mosquito nos picarán principalmente por el dióxido de carbono (CO2) que exhalamos al respirar. En mayor o menor medida, pueden picarnos.
- Cuando una hembra de mosquito nos pica, -porque son las hembras las que nos pican-, en la zona de la picadura se activa una sustancia denominada histamina, que es la que produce el picor. Si se es alérgico a la picadura, dichos efectos pueden tener una duración de una semana. En caso contrario, dichos efectos pueden tener una duración de minutos o algunas horas.
- Las hembras de mosquito tienden a picarnos para extraer las proteínas de nuestra sangre para la formación de los huevos. Sin embargo, los mosquitos de dimorfismo sexual macho, no se alimentan de sangre, se alimentan de néctar y de la savia de las plantas.
2. Las abejas y avispas
Casi todos conocemos a la abeja común (Apis mellifica), originaria de Eurasia. Alguna vez hemos experimentado los efectos de su picadura. No obstante, este himenóptero, término que significa ala membranosa, es poco agresivo y escasamente aficionado a picar si no se siente amenazado o para defender a su colmena. El aparato venenoso de la abeja consiste en un aguijón conectado a una glándula del veneno situado en el oviscapto (zona final del abdomen modificado).
Dedo (medio) afectado por la picadura de avispa (Vespula vulgaris).
En cuánto a las avispas, éstas poseen un veneno muy similar al de las abejas. Estos insectos también están provistos de piezas bucales para morder. En caso de picadura por abeja o avispa, ésta suele curarse con antibiótico. No obstante, conviene recibir prescripción médica.
3. Arañas (arácnidos)
Las arañas son prácticamente inofensivas. En caso de picadura, ésta sólo tiene los efectos de una avispa, aproximadamente, y remite en breves días. Por ejemplo: las tarántulas o arañas lobo cuyo nombre científico es Lycosa fasciventris, su picadura tiene los efectos de los de una avispa, aproximadamente, pero, quizá, tengan que prescribirnos un antibiótico para tratar la picadura.
Lycosa fasciventris o araña lobo, con las crías sobre su abdomen.
4. El ciempiés (miriápodos-quilópodos)
¡Cuidado con los ciempiés! El término miriápodo significa muchos pies y es comúnmente utilizado para varios grupos de artrópodos (término éste que significa patas articuladas), y son mandibulados (provistos de mandíbulas). Y en el término miriápodos están los quilópodos (que significa margen entre los pies), entre los que se encuentra el ciempiés.
Comúnmente, al ciempiés siempre se le ha llamado así por la multitud de patas que posee. Pero realmente posee veinte pares de patas, dos en cada segmento o una. Al final del cuerpo posee dos apéndices.
Scolopendra.
Entre otras especies, se debe de tener cuidado con la especie escolopendra, cuyo nombre científico es (Scolopendra cingulatus), que puede llegar a alcanzar cerca de 15 cm., este ciempiés es el de mayor tamaño que habita en nuestra comunidad. Su cuerpo presenta forma segmentada y es de coloración anaranjado. En ambos lados de la cabeza posee uñas o segmentos forcipulados, también llamados maxilípedos con las que inocula el veneno a sus presas.
Scolopendra, habiendo depredado y extrayendo los jugos a una oruga.
A menudo son agresivos si se sienten molestos y muerden. Su mordedura es dolorosa y potencialmente peligrosa. Habita en el matorral mediterráneo. Su actividad es tanto diurna como nocturna. Si se va de acampada, por la mañana, antes de ponernos el calzado miraremos en el interior por si se hubiese introducido algún insecto, ciempiés o escorpión. Hace años una persona que manipuló un ciempiés, sin saber que era venenoso, fue trasladado en ambulancia a un hospital.
5. El escorpión
Podemos hablar de dos especies de escorpiones:
- Uno es de color ambarino, cuyo nombre científico es Buthus occitanus y el otro es de color negruzco con la cola o telson de color amarilla. El de color ambarino, su picadura es bastante dolorosa.
- El de color negruzco (Euscorpius flavicadis) con la cola o telson amarilla, su picadura es más leve.
6. Medusas (cnidarios)
Los cnidarios, término del latín que significa ortiga, toma su nombre de las células urticantes llamadas cnidocitos que contienen orgánulos urticantes denominados nematocistos.
El cuerpo de una medusa se compone de una campana que se contrae y sirve para impulsarse en el seno del agua, y sus tentáculos. La medusa más común en nuestras costas es la denominada científicamente Aurelia aurita, que significa belleza de oro.
Pero por debajo de esta belleza hay un peligro, el de sus células urticantes que son una estructura inconcebiblemente complicada para un animal tan sencillo. El 95 % es agua. Y estas estructuras inoculadoras de veneno se denominan nematocistos, y estos animales poseen cientos. Al mínimo contacto con una medusa ésta descarga sus baterías.
La medusa más común en nuestras costas es la denominada científicamente Aurelia aurita, que significa belleza de oro.
El nematocisto es una cápsula delgada compuesta de un material parecido a la quitina que contiene una hebra tubular espiralada o filamento que es una continuación del extremo estrechado de la cápsula. El interior del túbulo no descargado puede llevar púas delgadas, o espinas. Una persona puede recibir de entrada 200 pinchazos simultáneos.
Cualquier roce, cualquier brazada con una medusa, pueden dispararse más de 200 nematocistos. En sus tentáculos, poseen unas cestitas llamadas nidocilo, que contienen toxina nematocística.
El contacto del cnidocilo con un objeto como una presa provoca una estimulación táctil para la descarga del nematocisto.
7. Serpientes (ofidios)
Podemos distinguir nueve especies de serpientes. Entre ellas, la más venenosa es la víbora hocicuda (Vipera latastei), provista de glándulas venenosas tipo “solenoglifas”, especie venenosa de elevada peligrosidad. Las demás serpientes son prácticamente inofensivas.
Las serpientes que presentan la pupila de forma circular son inofensivas. Las serpientes que presentan la pupila de forma vertical, son venenosas. La víbora hocicuda, se caracteriza por presentar la pupila de forma vertical. Además, este vipérido (familia a la que pertenece esta víbora), también se caracteriza por presentar un diseño en forma de zig-zag dorsalizando la espina dorsal.
Víbora hocicuda (Vipera latastei).
Etimológicamente, víbora viene de vípera de ovovivípara de nacer crías vivas de la bolsa incubadora. No obstante, la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) está provista de glándulas venenosas tipo “opistoglifas”, pero hay que tener en cuenta que como las tiene situadas en la zona inferior del maxilar superior, tendría que morder mucho en la zona engullida para inocular el veneno. Por este motivo, esta especie está considerada como inofensiva. Es la más agresiva de las serpientes españolas. Afortunadamente, no es peligrosa. En caso de mordedura por serpiente, se tiene unas 24 horas para ir a un centro médico y recibir atención médica.
La culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) está provista de glándulas venenosas
La culebra de escalera, cuyo nombre científico es Rhinechis scalaris, se llama así porque cuando es joven, sobre la zona dorsal presenta un diseño discontinuo de librea blanca y negra que -literalmente- parece una escalera. Posteriormente, conforme va creciendo ese diseño -gradualmente-, se va convirtiendo en otra librea con dos líneas paralelas de color negro con el fondo de color marrón. Es inocua, inofensiva. A veces, debido a procesos químicos-fisiológicos, la saliva de esta especie, puede convertirse en veneno.
Hace unos años, en la Comunidad de Madrid, una persona fue mordida por una culebra de escalera, esta especie que es inofensiva, pero, la saliva se había convertido en veneno, y tuvo que recibir atención médica.
En resumen, se puede decir que la diversidad biológica, -en concreto la fauna- que tenemos no pica por picar, ni otros animales como las serpientes muerden por morder. Si son molestados, se defenderán, y si tienen que alimentarse cazarán para conseguir su sustento. Las serpientes, ante la presencia humana huyen de inmediato. Ecológicamente, las serpientes son esenciales para los ecosistemas, por la ingente cantidad de micromamíferos que consumen, controlando las poblaciones de estos roedores. En el caso de tener un encuentro con una serpiente, la regla de oro es clarísima: soslayar todo contacto con el ofidio.
Culebra de escalera (Zamenis scalaris).
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