* Los autores forman parte de la comunidad de lectores de Guyana Guardian
En la cima de una colina, al este de la zanja de Forès, en el municipio de Conesa, Conca de Barbera, Tarragona, se encuentran los restos de un castillo y de un pueblo medieval abandonado, y a su lado, la iglesia de Sant Pere de Savella o Savalla.
Este lugar es, por tanto, situado en el extremo meridional de las mesetas segarrencas, cerca de la población de Forès. Para llegar se puede ir partiendo de Forès por el sendero de GR-7-1, que después de haber recorrido un recorrido aproximado de 4,5 km, llega al despoblado de Savella.
También se puede acceder por la carretera local T-224, que de Santa Coloma de Queralt se dirige a Guimerà; dos kilómetros después de haber pasado la población de Vallfogona de Riucorb, se encuentra el molino de la Cadena.
A mano izquierda de esta construcción sale un camino que es el que se debe seguir; hechos cuatro kilómetros se llega a la aldea de Fonoll, y desde aquí, en un recorrido de 3 km más, al despoblado de Savella.
Historia del antiguo pueblo de Savella
Mas Savella.
El lugar de Savella fue poblado desde muy antiguo, y en los documentos medievales que se refieren a él consta a menudo mencionado como Ipsa Vetula .
Una de las primeras menciones de su castillo en torno al cual se aglutinó el pequeño núcleo de población medieval figura en una escritura fechada en el año 1079 con la que el conde de Barcelona, Ramon Berenguer II, otorgó a Bernat Amat ya los suyos la cuadra de Pual, incluida dentro del extenso término del castillo de Forès, la cual entre las afrontaciones territoriales que se describen en la escritura respecto a la mencionada cuadra, se hace mención del castro Veiga, que debe identificarse con el castillo de Savella.
El antiguo pueblo de Savella dispuso de una iglesia propia, dedicada a san Pedro, que hoy en día constituye el resto más vistoso del antiguo poblado. A pesar de la colonización temprana del lugar, Savella nunca fue un pueblo con gran número de habitantes, ya que la proximidad con Forès, villa mucho más próspera, entroncó su desarrollo.
A finales del siglo XIV, en 1385, el monasterio de Santes Creus adquirió el lugar de Savella, entre otros muchos de esta zona, y en 1497, el abad del citado cenobio, Pedro de Mendoza, le otorgó una carta de poblamiento para enderezar el poblado en el lugar.
De hecho, es opinión común de los estudiosos de aquella área de la comarca que el lugar de Savella descendió su poblamiento a partir de la Peste Negra, y que todos los esfuerzos de los abades de Santes Creus para volver a colonizar el lugar fueron inútiles, ya que a partir de entonces vivieron una media de cuatro familias. Sin embargo, la señoría sobre Savella fue del monasterio de Santes Creus hasta la desamortización del siglo XIX.
La iglesia de Sant Pere de Savella
Iglesia de Sant Pere Savella del siglo XII.
La iglesia de Savella, dedicada a Sant Pere se debió de construir en los últimos años del siglo XII, aunque no se encuentran referencias documentales hasta el siglo XIV, ya que dependió todo este tiempo de la parroquia de Forès. Sin embargo, en la bula de confirmación de bienes que el papa Luci III concedió en 1185 al prepósito y capítulo de la catedral de Tarragona, se hace mención de las ecclesias de Fores, entre las que cabe considerar incluida la de Savella y probablemente también la de Fonoll, que eran sufragáneas.
Sin embargo, hay que decir que hasta 1154 la iglesia parroquial de Forès y sus sufragáneas dependieron del obispado de Vic, ya partir de dicho año pasaron a formar parte de la archidiócesis de Tarragona.
Por la cuestión de la dependencia de la iglesia de Savella de la parroquia de Forès, la primera interpuso un pleito contra la segunda, que finalizó con una sentencia dictada en mayo de 1330, por la que la iglesia de San Pedro de Savella fue separada de la parroquia de Forès y unida a la de Fonoll como sufragánea.
A mediados del siglo XIV, en los años 1354-55, el párroco de Savella contribuyó a satisfacer la décima papal recaudada en la archidiócesis de Tarragona, con una cantidad de 15 sueldos. Por otra parte, a finales del siglo XV, la iglesia de San Pedro de Savella, así como las de Fonoll y Forès, eran de colación del arcediano mayor de la catedral de Tarragona.
En esa iglesia se celebraba fiesta mayor y romería el día del santo titular; en la actualidad, no tiene funciones de culto, ya que el sitio está, como ya se ha dicho, totalmente despoblado. En 1977 fue declarada monumento histórico-artístico.
Detalle de un capitel de la iglesia de Sant Pere.
La iglesia de Sant Pere de Savella era originariamente un edificio con una sola nave copada a levante por un ábside semicircular. A mediados del siglo XIV se abrió una capilla en el muro norte. Los muros primitivos se conservan a lo largo de todo el perímetro del edificio, salvo los que conforman esta capilla más tardía, abierta a tramontana.
El aparato está constituido por sillares de tamaño regular, cortados con escuda, y en algunos lugares, como en la parte del ábside, a macetas. No se ven marcas de cantero.
En el interior, la bóveda es de cañón ligeramente apuntado, y arranca de una imposta que recorre toda la nave. La puerta originaria, abierta en el muro sur, es de arco de medio punto y adovelada. El cabo y alto del portal lo determinan dos arquivoltas semicirculares en degradación, la más interior apoya sobre los capiteles, con decoración escultórica, que coronan las dos columnas situadas a ambos lados del portal.
El soporte de donde arranca esta arquivolta interior se estructura mediante un podio elevado sobre el que se encuentra una columna monolítica, cuyo capitel descansa directamente. La solución es idéntica a la que se encuentra en la iglesia de Pelagalls. Una imposta sin ningún tipo de ornamentación recorre todo el alto y alto de la portada por encima de los capiteles.
En el ábside de la iglesia, decorado exteriormente por una cornisa con ménsulas, se abre una ventana de arco de medio punto y de doble derrame, y la fachada ponentina presenta otra ventana de características similares, sin ningún tipo de decoración.
Encima del ábside de la iglesia, sobre el que se levanta un pequeño campanario de espadaña tardío, el cual es coronado por antiguas estelas funerarias reaprovechadas. La estructura del templo, que repite el modelo más usual de iglesia románica en la comarca de finales del siglo XII, fue modificada a mediados del siglo XIV, cuando se construyó una nueva capilla dedicada a san Pedro y se sobrealzaron los muros de la nave y el ábside para consolidar la bóveda originaria.
Iglesia de Sant Pere en el lado oeste.
La iglesia de San Pere de Savella nos muestra, en el sur, una portada con una sencilla decoración escultórica en los capiteles de las dos columnas que la flanquean. La puerta queda enmarcada por una doble arquivolta en degradación de la cual el exterior, que no sobresale del muro, está formada por diez dovelas de tamaños irregulares sobre unas impostas molduradas. A la siguiente, más hundida, parece añadirse una tercera de perfil redondeado; en realidad, se trata de la misma arquivolta cuyas dovelas en total ocho reciben primero un tratamiento escuadrado y después, a partir de un surco más o menos profundo, el perfil se redondea. Así, aunque visualmente parecen ser tres arquivoltas, en realidad sólo son dos.
A este engaño, ayuda el hecho de que esta supuesta tercera arquivolta nace de unas líneas de imposta que no son más que los ábacos de dos capiteles uno por lado, que corresponden a dos columnas monolíticas que descansan en una base alzada sobre el suelo. En un plano más hundido aparece el muro donde se abre la puerta.
Si echamos un vistazo desde un punto de vista lateral a la portalada, se observa cómo existe un desplazamiento entre el muro en el que se encuentra la puerta y las columnas y las arquivoltas, signo de una construcción deficiente o de unas desviaciones debido a remodelaciones posteriores.
La arquivolta interior de la portada es apoyada por dos capiteles con decoración escultórica. Estos capiteles constituyen los elementos más interesantes de la fachada, aun teniendo en cuenta su estilo tosco y rudimentario denota una factura de baja calidad; ambos están trabajados a partir de un cubo de piedra. En el capitel de mano izquierda está representada un ave con las alas abiertas y las garras agarradas al collarín.
Los capiteles constituyen los elementos más interesantes de la fachada
Se encuentra en el ángulo del capitel, y por tanto, es visible por ambos lados práctica frecuentísima en la escultura románica; la cabeza del animal irrumpe en medio de una franja decorativa muy erosionada que recorre la parte superior del capitel. Esta franja decorativa tiene un motivo de zigzag también muy desgastado.
En las alas del ave se pueden observar unas líneas ondulantes que intentan imitar el plumaje. En la cara frontal de este capitel encontramos una especie de bicho, de dimensiones inferiores, que puede parecerse a un perro, un lobo o un león y que tiene la intención de atacar el ave del ángulo. En la otra cara del capitel se puede ver una figura humana de rasgos muy poco definidos, con una enorme cabeza en relación con el cuerpo. No parece relacionarse con el ave del ángulo. El cuerpo, mal realizado, se une a la cabeza con un cuello largo y delgado. El rostro, en forma de pera invertida, muestra una larga nariz ya sus lados los ojos salidos, con un pequeño agujero para las pupilas.
En conjunto, se trata de una escena de difícil interpretación iconográfica y que a la vez muestra un estilo torpe y arcaizante. El otro capitel, a la derecha de la puerta, parte también de un cubo y reanuda el motivo del ave con las alas desplegadas. Vemos también la misma franja decorativa en la parte superior del capitel. En la cara frontal, aparece una figura humana toscamente realizada, ¡con los brazos alzados y las piernas que no tocan! En el suelo; su postura parecería indicar que quisiera abalanzarse sobre el ave. Su cabeza rompe la franja decorativa superior y es muy parecida a la del personaje del otro capitel.
La otra cara del capitel ha perdido casi la mitad de su superficie y, por tanto, NO sabemos si había alguna figura, pero hay que pensar que sí, ya que bajo el ala del ave se ven unos pequeños restos que podrían ser unos pies. Este capitel está aún más erosionado que el anterior.
Detalle de una figura del capitel.
Las ménsulas
Solo 4 de 17 están decoradas
En el exterior del ábside hay diecisiete ménsulas, de las cuales sólo cuatro presentan una mínima ornamentación y todavía sumaria. Son la primera, la tercera, la quinta y la novena empezando por la izquierda. En la primera y la quinta se observan unas pequeñas bolas que en origen podían haber sido un florón vegetal. En la tercera y la novena encontramos un pequeño cuerpo cilíndrico y dos cuerpos cilíndricos respectivamente. En la iglesia de Sant Pere de Savella había habido una pica bautismal, hoy desaparecida que mostraba en las cuatro caras, cortadas en relieve, unas figuras humanas estilizadas muy primitivas. Esta supuesta pica era en realidad un capitel reaprovechado de forma piramidal invertida. Parece ser robada del interior de la iglesia en fecha anterior a la Guerra Civil Española. La decoración que presenta es muy parecida a la de los capiteles del exterior de la iglesia, por lo que se ha dicho que probablemente se trate del propio autor. Con respecto al capitel reaprovechado como pica, aparecen unas figuras humanas probablemente cuatro, una a cada una de los cuatro lados con los rostros ovalados y con unos rasgos arcaizantes: ojos almendrados, narices muy alargadas y boca muy pequeña, totalmente inexpresivas, que hacen pensar mucho en la decoración figura.
Puerta de entrada al Mas de Savella.
Estelas funerarias
Procedentes del cementerio de Savella, adosado a la fachada sur de la iglesia de Sant Pere, se recuperaron varias estelas funerarias conservadas en estos momentos en el Museo Comarcal de la Conca de Barberà (Montblanc) y otras tres en el campanario de la iglesia.
Las piezas conservadas en el Museo pertenecen al tipo de estela funeraria discoidal.
- La primera (núm. De inventario 1897) tiene una altura de 75 cm, diámetro de disco de 40 cm, cuello de 20 cm, pie de 31 cm y espesor de 19 cm. El pie es el típico en forma de cola de golondrina de lados rectos. En una cara presenta en una bordura simple un motivo geométrico bien elaborado. Se trataría de una flor de ocho pétalos ensanchados en sus extremos, que se unen en el corazón del disco en un nudo en el que se ha cincelado una Hexa folía. El motivo se enmarca dentro de una bordura simple y está cincelado en bajorrelieve plano.
- La segunda pieza (núm. De inventario 1899), a diferencia de la anterior, presenta un pie ensanchado a media altura, su altura es de 73 cm, diámetro de disco de 37 cm, pie de 31 cm y espesor de 19 cm. En una cara se ha cincelado, en bajorrelieve plano en una bordura simple, un motivo geométrico en el que en el corazón del disco hay una Hexa folia. Los círculos que la dibujan se desarrollan a su alrededor a tocar con la bordura de la cara. La otra cara está decorada por un motivo cruciforme.
- De la tercera estela conservada en el museo (núm. De inventario 1906), sólo queda el disco. Éste tiene un diámetro de 50 cm y un espesor de 16 cm y se ha cincelado en piedra caliza. En una cara se observa un complicado motivo geométrico en una bordura simple. En el corazón del disco hay una especie de flor de seis pétalos en un círculo que se encuentra en una flor de tres hojas, a cuyos lados vemos, cada una en un círculo, tres pequeñas cruces griegas.
Las tres piezas fijadas a la espadaña de la iglesia corresponden también al tipo de estela funeraria discoidal con pie de golondrina cincelada en bloque de piedra caliza. De éstas sólo dos presentan decoración escultórica de interés. La primera tiene en una cara una cruz patente procesional dentro de una bordura simple, y en la otra un motivo formado por una flor de seis pétalos dentro de un círculo, en el corazón del disco, y alrededor de ellos ocho brazos festivos formando una especie de flor dentro de una bordura simple. Ambos motivos son cincelados en bajorrelieve plano.
Procedentes del cementerio de Savella, adosado a la fachada sur de la iglesia de Sant Pere, se recuperaron varias estelas
La altura visible es de 63 cm, el disco mide 40 cm de diámetro, el cuello mide 19, el pie unos 32 cm y el espesor, entre 20 y 21 cm. La última pieza presenta un pie que, si bien es similar al tipo de cola de golondrina, tiene un ensanchamiento que da una cierta figura antropomorfa a la estela. En una cara se ven los restos de una flor de seis pétalos en una bordura, en bajorrelieve, y en la otra una bordura-cruz griega bastante dañada. Su altura total es de 59 cm, el diámetro de 37 cm, el cuello de 19 cm, el pie de 30 cm y el grosor oscila entre los 14 y los 17 cm.
El funcionamiento del cementerio de Savella está en relación con la construcción de la iglesia y también, evidentemente, con la vida de la antigua población del sitio. Francisco Español data la iglesia entre 1180 y 1190. Esta fecha post quem queda completada con la opinión generalizada de que Savella quedó deshabitada como consecuencia de la Peste Negra (Español, 1991, págs. 263-271 y 400). Así pues, es necesario datar las estelas entre finales del siglo XII y el siglo XIV.
Mas Savella con su iglesia en el interior de la casa.
El sarcófago
Exterior de la iglesia
Sarcófago de piedra situado en el exterior de la iglesia, con una tapa de sección triangular decorada con dos escudos y relieves muy erosionados. En el exterior del templo, cerca de la puerta de entrada, pero proveniente del foso de la iglesia, se conserva un sarcófago de piedra caliza amarillenta. Se trata de un monolito de 1,45 m de largo por 0,50 m de ancho y 0,47 m de altura, despejado interiormente a golpes de escoda. El grosor de las paredes oscila entre los 7 y los 10 cm, y tiene una profundidad de entre 26 y 28 cm. Está cubierto por una tapa de sección triangular decorada con dos escudos triangulares con unos relieves bastante erosionados. Es ciertamente difícil establecer una cronología para esta pieza, puesto que el estudio de los monumentos funerarios se encuentra en una fase todavía muy poco avanzada; sin embargo, dadas sus características generales y estableciendo un paralelismo con los sarcófagos de Poblet estudiados por JF Cabestany y los que J. Camps analiza en el volumen XXII de la presente obra (págs. 59-60) que se conservan en el Museo Episcopal de Vic, habría que datar este sarcófago de XIV.
Sarcófago junto a la iglesia de Sant Pere.
Castillo de Savella
El castillo está situado en la parte más alta, en el extremo noroeste de la colina de Savella. El elemento central son unos escasos restos de una torre de planta circular. Sólo podemos ver la cara interior de esta construcción, que está hecha con sillares de tamaño no muy grande (por ejemplo, de 15 cm × 25 cm), bien colocados en hiladas. Su diámetro interno es de 170 cm.
El grosor del muro debía ser bastante grande, aunque actualmente es imposible determinarlo. Actualmente, esta torre permanece en la cima de una especie de mota, seguramente natural, con una altura de al menos 5 m, en relación con todo lo que hay en su entorno.
Situada en el centro de un recinto bastante amplio, que delimita todo este sector castral de la colina, este recinto tiene una longitud de NW a SE de unos 35 metros una anchura de unos 24 metros. El grosor de esta muralla es de 1 metro. En algunos tramos, como por ejemplo el NE, es rectilínea; en otros sectores es más curva, como en el extremo norte.
El castillo está en la parte más alta, en el extremo noroeste de la colina de Savella
En el lado meridional hay un saliente, una especie de barbacana, con una anchura interior de unos 4,5 metros que sobresale unos 10 metros del conjunto de la fachada SW.
En el lado más occidental, ahora podemos ver que dos tramos de muro no acaban de enlazar, quizás porque había un acceso o quizás porque falta un trozo de pared. Hay que decir que mientras que en algunos sectores esta muralla perimetral se conserva en una altura de unos 2,5 metros, en otros tramos apenas se adivina sobre el terreno.
El sector peor conservado es el oriental, donde el muro debió de llegar hasta el valle que separaba el espacio castral del espacio pueblecito (y quizás en algún momento lo atravesaba incluso).
Esta muralla del castillo está hecha con sillares más bien grandes, ligeramente escuadrados y colocados en hiladas. Cabe señalar que en el cuerpo saliente de la banda SW hay, en el muro de poniente, un pequeño armario empotrado en la pared que mide 40 cm de alto por 55 de ancho y que tiene una profundidad de 40 cm.
En el lado NW del recinto hay, asimismo, una construcción adosada a la muralla, con una planta trapecial, que mide unos 7 metros de largo por unos 5 metros de ancho. De acuerdo con sus características podemos suponer que la torre circular debió de ser hecha a finales del siglo XI; seguramente en una fecha cercana al momento en que se hizo la torre de Torlanda. En un momento cercano a éste se debió hacer el resto de la fortificación.
En la fachada de la pequeña iglesia de Mas Savella hay un reloj de sol.
El lugar de población se extendía entre el castillo y la iglesia de Sant Pere. Más allá del castillo, entre el muro del castillo y el del pueblo, había un valle con una anchura de unos 6 metros. Por lo que respecta al pueblo ronco, actualmente, el mal estado de conservación de sus restos hace difícil una interpretación segura de los diversos elementos que componían esta aldea. Sin embargo, podemos señalar algunos aspectos.
El espacio aldeano tenía una longitud de unos 30 metros una anchura de unos 16 metros. Esta anchura es mayor en el lado del valle, o del castillo, que en el lado de la iglesia. Parece que permanecía encerrado en una muralla. Hay que decir, pero que también hay un muro transversal, con un grosor de 100 cm, que parte este espacio aldea por la mitad, a unos 17,5 metros del valle. Salvo los muros perimetrales y de este muro transversal, los demás tienen un grosor de unos 75 cm, tal y como es normal en este tipo de construcciones campesinas.
El espacio aldeano tenía una longitud de unos 30 metros una anchura de 16 metros
Cabe señalar, asimismo, el hecho de que en el lado del SW parece como si hubiera un doble muro, separado unos 2 metros, que podía corresponder a una calle. También conviene señalar que algunos de estos muros perimetrales están hechos con sillares bastante bien cortados y bien alineados en hiladas. Intentar distinguir la organización interna de este espacio sin realizar ninguna excavación arqueológica es muy difícil.
Parece como si en el sector o mitad más noroccidental hubiera unas cámaras más amplias, y en la mitad más cercana a la iglesia las estancias fueran más pequeñas y con una planta más cuadrangular.
Hay que decir también que en todo el conjunto existen poco más de 10 cámaras o espacios que podían corresponder a lugares de vivienda. Sin embargo, ir más allá en las deducciones, y suponer que vivía un cierto número de familias campesinas, es más atrevido.
Como conclusión podemos decir que este pueblo estaba cerrado, como el castillo, por unas gruesas murallas, también con unos 100 cm de grosor. Quizás el núcleo temprano era el más cercano a la zona del castillo. En este espacio podrían vivir como máximo unas 4 familias. Quizás después se añadió el sector más cercano a la iglesia, donde podía haber como máximo dos o tres viviendas más. Cabe mencionar también que en el lado sudeste de este espacio aldeano hay restos de otras construcciones.
Este pueblo estaba cerrado, como el castillo, por unas gruesas murallas, también con unos 100 cm de grosor
A unos 6,5 metros de la muralla hay una pared o margen, y a unos 10 metros otra. Unos 10 metros más abajo hay un grueso muro (unos 90 cm) de una vivienda o una fortificación; todavía unos 6 metros más allá existe otra pared gruesa. Hay que decir que en este sector exterior hay un gran número de piedras dispersas.
Además, seguramente los restos de una construcción que todavía podemos ver cerca de la iglesia corresponden a la rectoría, situada ya fuera del vallado.
En conjunto, pues, en Savella parece que se trata de una aldea fortificada, construida hacia finales del siglo XI o el inicio del siglo XII, en un momento en que debido a la inseguridad hubo una fortificación previa de todo el conjunto del lugar de poblamiento.
La fortificación de la aldea y el estrecho vínculo entre este lugar de población y el castillo anexo son uno de los rasgos más característicos.
Sin embargo, sólo una excavación podría aclarar el reparto y el uso de los diversos espacios de este presumible recinto aldeano. De hecho, podemos establecer unas ciertas comparaciones con otros pueblos de la frontera catalana más occidental, como puede ser Castelló Sobirà de Sant Miquel de la Vall, donde una muralla defiende todo el espacio poblado, situado bajo el castillo, Sant Llorenç d'Ares, Alberola Vella, etc.
En este caso de Savella no vemos tan claramente, sin embargo, la distribución interna de este espacio inferior, quizás debido al hecho de que las casas eran adosadas unas con otras.
Mas de Savella
Puerta de entrada a la pequeña iglesia en el recinto de Mas Savella.
Masía que contiene diferentes elementos muy característicos de una antigua y gran masía en la que los dueños acogían a un gran grupo de trabajadores para cultivar las tierras.
Cabe destacar el horno de pan, el portal, los fregaderos, una torre de vigilancia, un canal de agua de piedra y diversas inscripciones en las piedras que son muestra de la actividad que había antiguamente en la masía.
Casa Gran de Savella
Es la única vivienda que queda del antiguo pueblo de Savella. Es una masía formada por varias dependencias, situada en lo alto de una pequeña colina rodeada de campos de cultivos y de modernos molinos aerogeneradores.
La casa es fruto de diversas reformas, de los siglos XV-XVI y XVIII. En la fachada destaca un matacán en el eje de la puerta y una pequeña espadaña. Actualmente se encuentra en bastante mal estado.
En el municipio de Conesa se encuentra el antiguo Molí de l'Elari.
Enlaces de interés
1https://www.enciclopedia.cat/catalunya-romanica/sant-pere-de-savella-conesa
2https://www.cataloniasacra.cat/llocs/esglesia-de-sant-pere-de-sabella/130/l_ca
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