El rey Felipe VI ha presidido este martes en el Palacio de la Moncloa la reunión del Consejo de Seguridad Nacional (CSN) convocado por el gran apagón sufrido por España y que ha contado con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la práctica totalidad de los ministros.
El Consejo de Seguridad Nuclear mantiene su Organización de Respuesta ante Emergencias (ORE) activada en modo 1 (seguimiento) y continúa informando de la evolución de la situación en las plantas nucleares españolas a la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, el Departamento de Seguridad Nacional, el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, y las diferentes subdelegaciones de Gobierno de las provincias en las que se ubican las centrales nucleares.
Por otro lado, e titular de la Central Nuclear Almaraz ha notificado en la madrugada de este martes al CSN del cese de la situación de prealerta de emergencia al haber recuperado de forma estable la alimentación eléctrica desde el exterior. Este suceso, no obstante, “no ha tenido impacto en los trabajadores, el público o el medioambiente”.
La decisión de que el monarca presidiera esta reunión fue acordada por el rey y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la noche del lunes para “facilitar la operatividad del Consejo dadas las circunstancias especiales que lo aconsejan”, según informó la Zarzuela en un comunicado. Una cambio de agenda que ha motivado la cancelación de su visita a Jaén con la reina Letizia prevista para este martes con motivo de la conmemoración del 1.200 aniversario de su capitalidad.
El presidente del Gobierno ha informado, minutos antes de la reunión que, “tras una noche intensa”, se ha logrado reestablecer el 99,95% de demanda energética atendida y el 100% de las subestaciones de la red de transportes están repuestas”. “Gracias a toda la ciudadanía por ser de nuevo un ejemplo de responsabilidad y civismo”, ha señalado Sánchez en sus redes. Si bien, pasadas las 12.00 horas, este dato ha sido actualizado al 100%.
La nueva Estrategia de Seguridad Energética Nacional está pendiente desde la pandemia
El apagón que desde este lunes afecta a la España peninsular y Portugal está llamado a impulsar la elaboración de una nueva Estrategia de Seguridad Energética Nacional, una hoja de ruta que el propio Consejo de Seguridad Nacional acordó revisar en plena crisis sanitaria del coronavirus.
Sin embargo, cinco años después, esa actualización aún no ha tenido lugar, por lo que la referencia continúa siendo el texto publicado en 2015, durante el Gobierno de Mariano Rajoy, donde se destaca el perfil energético “propio” de España, un país dependiente de los recursos del exterior y con limitadas interconexiones.
Ya en su prólogo se tratan temas que, sobre todo en los últimos años, a raíz de la pandemia y la crisis energética que siguió a la invasión rusa de Ucrania, han centrado el debate sobre la seguridad de suministro en España, como es avanzar en una “red europea plenamente interconectada”.
“La anticipación es si cabe más imprescindible en un mundo interdependiente y multipolar en continuo cambio”, prosigue el texto, que destaca el punto fuerte de un país que “cuenta con un 'mix' energético completo y diversificado tanto por origen geográfico como por fuentes primarias”.
Los desafíos a la seguridad energética pasan por el cambio climático, el crecimiento exponencial de la demanda internacional, la ecuación de los mercados energéticos, y la gestión adecuada y eficaz de las reservas
El documento expone, asimismo, los desafíos a la seguridad energética nacional, y cita, como retos, el cambio climático; el crecimiento exponencial de la demanda internacional; la ecuación de los mercados energéticos, y la gestión adecuada y eficaz de las reservas.
En tanto que identifica amenazas que van desde el ámbito económico -la falta de actualización y de inversiones en infraestructuras energéticas o las actividades fraudulentas en el sector-, al técnico -interconexiones insuficientes y accidentes industriales graves- y al ambiental -catástrofes naturales-.
También menciona riesgos deliberados como las ciberamenazas o las amenazas físicas a las infraestructuras energéticas, y geoestratégicos, como la inestabilidad política en los países productores, las amenazas a las rutas de aprovisionamiento y los conflictos políticos entre suministradores, consumidores y zonas de tránsito.
Esto último se materializó, de hecho, en el pasado más reciente de la relación entre la Unión Europea y Rusia, durante la crisis energética, cuando se constató el escenario que perfilaba la Estrategia.
Ya en la Estrategia de Seguridad Nacional de 2017 se prevé la revisión de esta hoja de ruta energética, al tratarse de uno de sus ámbitos prioritarios de actuación, con el objetivo de diversificar las fuentes de energía, garantizar la seguridad del transporte y abastecimiento e impulsar la sostenibilidad energética.
Al margen de la Estrategia, España dispone de un plan de preparación frente a los riesgos en el sector eléctrico donde se recoge bajo qué condiciones puede declararse la crisis de electricidad, un escenario al que recurrió este lunes el Ejecutivo a consecuencia del histórico apagón que afecta a la península.
Este instrumento fue elaborado conforme al reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo de 5 de junio de 2019, que define estas crisis como “una situación presente o inminente de escasez significativa de electricidad, determinada por los Estados miembros y descrita en sus planes de preparación frente a los riesgos, o en la que es imposible suministrar electricidad a los clientes”.