¿Qué hará Puigdemont con la llave?

SIN PERMISO

¿Qué hará Puigdemont con la llave?
Directora adjunta

¿Romperá Junts con el PSOE? Antes de responder, hay que definir qué significa romper en este caso. Ya hace tiempo que Junts negocia “ley a ley” y no son pocas las votaciones en las que se alinea sin complejos con el PP y Vox. Es improbable que apoye los Presupuestos y Pedro Sánchez ya ha dicho que seguirá de todas formas. Entonces, ¿qué se supone que se rompería? Una consulta a la militancia de Junts que diera por finiquitada la relación entre los dos partidos sería el certificado de defunción de la mayoría que dio la presidencia a Sánchez. Constituiría la confirmación de que el presidente no tiene el apoyo del Parlamento. Puede continuar, sí, pero escuchando a diario que se aferra sin sentido al poder y las voces que le pedirán elecciones serán mayoría en el Congreso. Todo eso no es menor.

Para saber si Junts romperá con el PSOE hay que repasar lo ocurrido entre ambos últimamente. Carles Puigdemont viene dando muestras de inquietud desde hace meses y ya anunció que, si no obtenía resultados tangibles, “en otoño pasarán cosas”. Las últimas reuniones en Suiza con José Luis Rodríguez Zapatero no han aliviado esa desazón. Ninguna de las exigencias de Junts (catalán en Europa, delegar la inmigración o aplicación de la amnistía) se han culminado y Puigdemont basa el diálogo con el PSOE en una imagen de inflexibilidad frente a una ERC a la que siempre reprochó tibieza y entreguismo. Para colmo, las encuestas no son buenas para Junts, acosada por Aliança Catalana. Todo eso aboca a la ruptura. En las últimas semanas, los socialistas pedían a sus interlocutores paciencia y prometían avances inminentes, pero enfrente solo encontraban escepticismo.

El Gobierno se ha trabajado el catalán ante Merz durante meses con la presión en contra del PP

El acuerdo de Bruselas que permitió investir a Sánchez fue ratificado por los afiliados. La ruptura, por tanto, pasaría por las bases. Hace tiempo que Puigdemont lo expresó así a sus colaboradores. El ex president decidió dar tiempo al PSOE hasta esta noche, por si se lograba algún avance. Y mañana, en la ejecutiva, pensaba plantear la consulta. Los socialistas le aseguraban que habría novedades sobre el catalán. La coincidencia de Sánchez y del canciller Friedrich Merz en el Consejo Europeo del jueves podía desbloquear las reticencias de Alemania, principal país contrario a la oficialidad de esa lengua –junto al euskera y el gallego– en la UE. En efecto, en esa cumbre se vio a Sánhez hablando con Merz y el viernes ambos presidentes emitieron un comunicado conjunto que abría la puerta al catalán. Que dos presidentes emitan una nota conjunta es un gesto inusual. Pero no ha sido cosa de un día. El Gobierno esperaba que Merz comprobara que su concesión podría permitirle contar con España como un aliado en otras batallas políticas en el seno de la UE. Según fuentes de la negociación, Sánchez ha procurado alinearse con Merz en cada discusión en Bruselas en este tiempo. La posición del canciller tiene un efecto colateral: es un varapalo para Alberto Núñez Feijóo. El PP se ha empleado a fondo en impedir ese paso. Ha utilizado su influencia en el PPE, al que pertenece Merz. Hace un mes Feijóo le explicó en persona al canciller que Sánchez estaba en una “situación agónica”. Y personas cercanas a Feijóo han insistido al PPE en que Sánchez caería si no obtenía la oficialidad del catalán. A Merz no se le escapa que su gesto puede ayudar al socialista a mantenerse en la Moncloa. El PP presionaba ayer para que Alemania recule.

Volvamos a Junts. Puigdemont convocó la ejecutiva cuando ya se le había hecho llegar que lo del catalán estaba cerca. En estos días pasados se produjeron dos reuniones más para calmar a Junts. Una sobre balanzas fiscales y otra sobre la amnistía. La primera sirvió de poco. Los de Puigdemont salieron muy molestos. Junts exigía los datos que demostrarían que Catalunya sufre un déficit fiscal de entre 16.000 y 20.000 millones entre lo que aporta y lo que recibe del Estado. Pero Hacienda lo limitaba a 10.000 millones. Junts reclamó información sobre las tripas de esos cálculos sin éxito. Sobre la amnistía, un alto dirigente de Junts recibió una detallada explicación sobre los pasos y el calendario previsible para su aplicación. El Constitucional prevé resolver sobre la amnistía en casos de malversación antes de marzo del 2026. Para entonces, espera que ya se haya pronunciado al respecto el Tribunal de Justicia de la UE.

BRUSSELS (Belgium), 23/10/2025.- (L-R) German Federal Chancellor Friedrich Merz, Spain's Prime minister Pedro Sanchez , French President Emmanuel Macron before the start of the Euro Summit in Brussels, Belgium, 23 October 2025. EU leaders convene in Brussels to discuss the situation Ukraine, European defence, developments in the Middle East, competitiveness, housing and migration. (Bélgica, España, Ucrania, Bruselas) EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

Merz escucha las explicaciones de Sánchez durante el Consejo Europeo

OLIVIER HOSLET / EFE

El PSOE se ha movilizado al máximo. Ha tratado de que Podemos reconsidere su rechazo a la delegación de competencias de inmigración a la Generalitat y estudia otras peticiones de Junts sobre ocupaciones de pisos, multirreincidencia o autónomos. ¿Será suficiente? La decisión se tomará mañana. Pero el jueves por la tarde se produjo un hecho que dificulta todo al conocerse que se planteaba una posible consulta a la militancia. Había enfado en la dirección de Junts con la filtración, ya que ahora no hacerla parecería una cesión a Sánchez y abona la imagen de un partido que amaga pero no golpea. Ocurrió algo similar casi hace un año, cuando Puigdemont exigió a Sánchez una cuestión de confianza. Costó tres meses pasar página.

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Puigdemont tiene la llave de la gobernabilidad en España desde hace dos años y está convencido de que no la rentabiliza, mientras AC le acusa de dejarse tomar el pelo por el Estado español. El partido de Silvia Orriols se alimenta de la frustración de miles de independentistas que se volcaron en el procés . Además, AC exhibe contundencia ideológica mientras los postconvergentes tratan de recuperar una identidad que dio bandazos en los últimos años. Por eso, Puigdemont está cada vez más convencido de que la llave de la gobernabilidad en España le pesa más que otra cosa y está tentado de tirarla por la borda. Eso supone mayor irrelevancia, ya que esa llave es hoy el objeto más valioso que tiene Junts, pero al mismo tiempo no puede llegar a unas elecciones como aliado de Sánchez. Veremos si la ruptura llega ahora o en unos meses.

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