Por qué ganan los radicales

SIN PERMISO

Por qué ganan los radicales
Directora adjunta

En pleno impulso mundial de la extrema derecha, un joven musulmán del partido demócrata, Zohran Mamdani, ha ganado en Nueva York declarándose socialista, lo que en EE.UU. equivale a ser casi un extremista. ¿Cómo lo ha hecho?, se preguntan muchos dirigentes de izquierdas de medio planeta. Algunos ya han cruzado el Atlántico para conocer de primera mano sus supuestos trucos. Desde hace ya unos años, la política ha virado hacia postulados radicales. El centro ya no vende. Las nuevas estrategias para captar el voto pasan por subrayar todo aquello que incita a la polarización. Por eso la inmigración es un tema esencial para la extrema derecha. Cuando Viktor Orban empezó a utilizar el espantajo de la inmigración musulmana como espoleta política, los extranjeros apenas representaban el 1,4% de la población en Hungría. Pero poco tiempo después se convirtió en la cuestión principal en ese país. Giuliano da Empoli lo explica en el libro Los ingenieros del caos , una lúcida reflexión sobre la forma como elegimos opciones políticas en el mundo actual. Da Empoli estuvo hace unos días en la Moncloa.

El autor estudió en el prestigioso instituto francés Sciences Po, fue asesor del primer ministro italiano Matteo Renzi y dirige un laboratorio de ideas en Milán. En Los ingenieros del caos desgrana los motivos por los que triunfa el populismo en la era digital, sea de izquierda o, sobre todo, de derecha. Entre otros factores, narra cómo la segmentación de mensajes a través de las redes sociales permite inflamar las pasiones de diversos grupos sin que sea necesaria una coherencia. Es decir, un partido puede enviar determinados contenidos a hombres jóvenes y otros distintos (incluso contradictorios) a mujeres según sus deseos e intereses. Es algo que los de Donald Trump dominan desde hace tiempo. Todo ello ha enterrado el juego político tradicional por el que ocupar el centro significa llegar a más gente. Ahora, se puede llegar a muchos sectores sin que lo sean entre sí. Pero buscar el centro facilita acuerdos políticos. Lo otro no. Así que no es de extrañar que los consensos sean hoy una especie rarísima. Da Empoli concluye que hoy es menos importante la coherencia e incluso la veracidad que “la magnitud de la resonancia”: “Apenas uno ha tenido tiempo para comentar sobre un evento y ya el siguiente lo está eclipsando”. ¿Les suena?

Sánchez almorzó hace unos días con Da Empoli, autor de ‘Los ingenieros del caos’ en la Moncloa

Pedro Sánchez había leído la novela de Da Empoli sobre el ejercicio del poder en Rusia, El mago del Kremlin , y el ensayo Los ingenieros del caos , del que es seguidor su jefe de gabinete, Diego Rubio. Hace tres semanas ambos almorzaron con el autor en la Moncloa y éste le entregó la presidente su último libro, La hora de los depredadores, antes de llegar a las librerías. La Contra de La Vanguardia entrevistó a Da Empoli a raíz de esa publicación. En la Moncloa lo consideran uno de los mejores analistas de los movimientos de extrema derecha. Da Empoli estudia también la teoría de la avalancha: las declaraciones provocativas de Trump sirven para agitar al núcleo duro de seguidores de forma constante y sostenida y forjar una opinión dominante, lo que acaba por “reducir el coste social de adherirse a los principios de los intolerantes”. Confiamos más en el discurso hegemónico. Para “sembrar la duda dentro de la mayoría flexible, es necesario que el argumento radical obtenga una relativa masa crítica de apoyo”.

La desaparición del centro como agente movilizador del voto es algo a lo que ya vienen adaptándose el PP y el PSOE desde hace algunos años. Casi por intuición. En Sánchez, ese desplazamiento a la izquierda se produjo a partir del crecimiento fulgurante de Podemos antes del primer gobierno de coalición y mantiene algunos de aquellos rasgos para erigirse en muro frente a la extrema derecha. En el de Feijóo, es evidente la decantación de su agenda y discurso hacia postulados de Vox. El ciclo electoral que ahora comienza va a estar marcado por esa deriva.

FILE PHOTO: Democratic candidate for New York City mayor Zohran Mamdani waves next to his mother Mira Nair onstage after winning the 2025 New York City Mayoral race, at an election night rally in the Brooklyn borough of New York City, New York, U.S., November 4, 2025. REUTERS/Shannon Stapleton/File Photo

Zohran Mamdani, alcalde electo de Nueva York, con su madre

Shannon Stapleton / Reuters

Feijóo necesita un proyecto distinguible del de Vox y Sánchez, algo más radicalmente  optimista que frenar a la extrema derecha

Las mayorías absolutas no se avistan en el horizonte. En las últimas elecciones, Alberto Núñez Feijóo hizo como si fuera posible alcanzar ese hito, pero hoy eso ya no cuela. Al PP no le queda más remedio que afrontar su escisión hacia la derecha. Su principal problema es deshacerse del relato de sometimiento a sus postulados al que le arrastra Vox, sobre todo si da esa impresión en las negociaciones para sustituir a Carlos Mazón en la Generalitat valenciana y si en otras autonomías (Extremadura, Castilla y León o Andalucía) el PP necesita los votos de Vox. A esa dinámica lo confía todo el PSOE, ya que la unidad contra la extrema derecha es el único resorte que puede evitar las peleas cainitas a su izquierda en el momento de las elecciones. Siguiendo a Da Empoli, si cada partido cuida a su electorado y luego suman fuerzas tienen más opciones que si se disputan el terreno en su mismo campo.

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Las lentejas de Vox

Lola García
El líder de VOX, Santiago Abascal, y la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Rodríguez de Millán durante la primera sesión del debate de investidura del líder del PP, en el Congreso de los Diputados, a 26 de septiembre de 2023, en Madrid (España). El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se somete hoy a su debate de investidura en el Congreso, el primero en el que se escucharán discursos en lenguas cooficiales y se podrán usar pinganillos para recibir la traducción simultánea. Su candidatura se vota en 'primera vuelta' mañana miércoles, 27 de septiembre, cuando se activará la cuenta atrás por si hay nuevas elecciones. Los barones del PP han apoyado a Feijóo en su debate.

Para ello, Sánchez y Feijóo tienen tareas difíciles por delante. El PP deberá presentar un proyecto propio, distinguible del de Vox. Los populares empiezan a ser conscientes de que solo las causas judiciales no van a tumbar al presidente, que está dispuesto a aguantar aunque lleguen condenas incluso en su entorno familiar. Las recurrirá hasta llegar al Supremo. Tampoco la izquierda lo tiene fácil. La victoria de Mamdani se basa en dos premisas: algo nuevo y optimista. Ni Sánchez, ni Sumar ni Podemos representan ya eso. Tampoco basta solo con proclamar que viene el doberman. “Lo negativo capta nuestra atención con facilidad, activa el cerebro reptiliano que nos conduce a luchar o a huir. Pero el paso de lo negativo a lo positivo es necesario para generar un deseo real de cambio”, dice Da Empoli. Como ya debe haber leído Sánchez.

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