Sevilla concentra buena parte del turismo que aterriza en el sur peninsular entre junio y agosto. La promesa de una postal majestuosa, palacios, patios, torres y fuentes se mezcla con termómetros disparados que rozan los 44 grados en algunos puntos de la ciudad. Sin embargo, ni los avisos por altas temperaturas ni el sol a plomo frenan la llegada diaria de turistas. Algunos incluso planifican rutas completas caminando, con botellas de agua en la mochila y móviles en mano para inmortalizar los lugares que llevan meses esperando conocer.
Entre ellos, una pareja que vive en Australia que había incluido la Plaza de España como parada esencial durante su visita. Ella había leído sobre la arquitectura del recinto, su historia, su estructura semicircular y los azulejos que representan las provincias del país. Era una de las imágenes que más deseaba ver en persona.
Decepción
El esfuerzo por llegar a la Plaza de España termina en una imagen muy distinta
El calor no fue un impedimento para lanzarse a pie desde el centro, convencidos de que merecía la pena. Tras una caminata bajo el sol sofocante, llegaron hasta el parque de María Luisa. Pero al doblar el último recodo, la decepción fue inmediata. Un festival de música había ocupado por completo el recinto.
El espacio central estaba cubierto por gradas, vallas y un escenario con estructuras técnicas que bloqueaban por completo la vista del edificio. Lo único accesible era el entorno verde del parque. La plaza, como tal, no se podía recorrer.
Mientras se sentaban en un banco a la sombra, visiblemente afectados por el esfuerzo y la frustración, la joven comentó en un vídeo de TikTok que “podría llorar ahora mismo, solo estaré aquí una vez”. Explicó que no tenían más días en la ciudad y que no esperaban encontrar el lugar cubierto por el montaje del festival. El chico asentía y se quejaba de que no hubiera carteles por la ciudad que indicaran que la plaza estaba ocupada.
Al marcharse, la pareja solo pudo ver los jardines y algunos detalles periféricos de la plaza, pero no su conjunto tal y como habían soñado. El calor fue intenso, pero lo que más importó fue el desencanto de no poder apreciar la monumentalidad de la plaza.