La llegada de la primavera siempre es un momento especial del año. El frío de los meses de invierno va quedando atrás, todo parece ganar vitalidad y la bonanza meteorológica invita a salir de casa para reencontrarse con la naturaleza. Los meses que vendrán son perfectos para descubrir el amplio abanico de propuestas que ofrece la demarcación de Lleida, que goza de un patrimonio natural y paisajístico excepcional y que a su vez se convierte en el escenario perfecto para acoger actividades como los deportes de aventura, el senderismo, las rutas en bicicleta o simplemente pasar un día agradable con la familia disfrutando del entorno.
Si además le sumamos una amplia red de alojamientos, una gastronomía de proximidad elaborada con productos de la tierra, una amplia oferta de patrimonio cultural e histórico y todo un abanico de propuestas familiares y actividades para todos los públicos, las Terres de Lleida y el Pirineo son un lugar privilegiado y una apuesta segura para disfrutar de una escapada esta primavera.
Un paseo por la historia
Poder conocer de primera mano el conjunto rupestre de la Roca dels Moros del Cogul, en les Garrigues, mientras se hace una inmersión en los roles de género de las sociedades más ancestrales a través de la realidad virtual. Esta es la propuesta que hace “Els ulls de la història”, en el Centre d’Interpretació de l’Art Rupestre de esta localidad. Es una de las novedades que este año propone la demarcación de Lleida, que continúa con su filosofía de desarrollar una propuesta turística sostenible, de calidad y familiar.

A la izquierda, turismo ornitológico, una actividad que se promueve bajo el nombre Birding Ebre Pirineus
También se ha implementado la realidad virtual en el Centre del Romànic de la Vall de Boí, en la Alta Ribagorça, y un nuevo espacio de musealización que ayudará a conocer mejor su conjunto de iglesias románicas, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
También en el pueblo de Àreu, en el Pallars Sobirà, se ha estrenado este año el Espai Casa Cerdà, que hace un repaso por la evolución de la tradición ganadera del Pirineo y su vínculo con el entorno natural a partir de la evolución de la historia de la misma casa pairal.
El viaje por la historia no acaba aquí, porque la oferta de museos del Pirineo y las Terres de Lleida es muy variada y últimamente se ha sumado la nueva sede del Morera, el museo de arte moderno y contemporáneo de la capital del Segrià. Quien quiera puede conocer el mundo íbero desde la fortaleza de los Vilars, en Arbeca, o la época medieval con los castillos del Urgell y la Segarra y la Seu Vella de Lleida. Y en el Solsonès destaca toda la oferta vinculada con el arte barroco, con conjuntos como el santuario del Miracle de Riner o la capilla de la virgen de la Mercè de la catedral de Solsona.
También la época más moderna tiene sus paradas en este viaje por el tiempo con, por ejemplo, el centro dedicado a Lluís Companys, al Tarròs o el Espai Macià, en Les Borges Blanques. Buscar oro en Balaguer (Noguera), como se hacía antiguamente; descubrir el antiguo oficio de los raiers, en La Pobla de Segur (Pallars Jussà) y Coll de Nargó (Alt Urgell), o saber de dónde provienen las construcciones de piedra seca de Torrebesses (Segrià) son otras propuestas para adentrarse en la historia de nuestro país.

A la derecha, bajada en kayak en el Noguera Pallaresa
como tan importante es mirar atrás como poder mirar hacia adelante, el Parc Astronòmico del Montsec, en Àger, es el referente de turismo científico de la demarcación y se convierte en una experiencia familiar perfecta para descubrir el universo y las puertas que nos abre en un futuro, desde uno de los mejores cielos oscuros de Europa, reconocido con el sello Starlight de la Unesco.
Propuestas en paisajes únicos
Miles de kilómetros de rutas señalizadas y preparadas para realizar a pie o en bicicleta y con dificultades para todos los gustos hacen de las comarcas de Lleida un destino idóneo para los amantes del senderismo y para todos aquellos a quienes les guste pasear disfrutando del aire puro y la calma.
La demarcación de Lleida tiene el lujo de disponer de espacios naturales únicos que proporcionan cientos de rincones idílicos que hay que ir encontrando poco a poco
Es un lujo disponer de espacios naturales únicos que proporcionan cientos de rincones idílicos que hay que ir encontrando poco a poco. Los parques naturales del Alt Pirineu y del Cadí-Moixeró, que tienen la Carta Europea de Turismo Sostenible, y el Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, reconocido como Reserva y Destino Starlight por la calidad de su cielo nocturno, son los grandes tesoros del Pirineo leridano con grandes extensiones de prados y bosques donde poder desconectar durante horas. Este último conmemora este año el 70 aniversario de la obtención del reconocimiento como Parc Nacional y últimamente ha estrenado nuevos puntos de aparcamiento para bicicletas para promover la movilidad sostenible.
La Val d’Aran es otro de los territorios con un alto valor natural que ha sido reconocido recientemente por la Unesco como Reserva de la Biosfera y lo sitúa como referente para el impulso de buenas prácticas en el desarrollo territorial, ambiental y socioeconómico.

Bajada de rafting por el río Noguera Pallaresa, en el paso de la Argenteria
También la Cerdanya ha impulsado un proyecto para poner en valor los paisajes singulares de la comarca y su observación desde las mejores vistas. Lo ha hecho con una iniciativa mediante la cual promociona 20 miradores repartidos por toda la comarca y que permite también afianzar la apuesta por un modelo turístico sostenible, respetuoso con el medio ambiente y accesible para todos.
Por otra parte, con la llegada de la primavera y el inicio del deshielo llega el momento en que el turismo de aventura toma el relevo a la temporada de esquí, que llega a su fin. Las comarcas del Pirineo se convierten en el centro del turismo activo y en el destino de aquellas personas que buscan dar vía libre al aventurero que llevan en su interior. Las bajadas de rafting por el Noguera Pallaresa, el Noguera Ribagorçana, el Segre y el Garona son el gran atractivo, pero hay muchas actividades por descubrir como el piragüismo, el kayak o, incluso, el barranquismo y la escalada. También los embalses de la zona (como los de Sant Antoni, Rialb, la Torrassa o Sant Ponç, entre otros) sirven para realizar actividades acuáticas con canoa o kayak.
Y no podemos olvidar espacios magníficos como la sierra del Montsec, entre la Noguera y el Pallars Jussà, y los valles de Organyà, en el Alt Urgell, que, gracias a su espectacular orografía, son únicos para practicar deportes aéreos como el parapente, el ala delta, el vuelo sin motor, los ultraligeros o globos aerostáticos.