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Libros para visitar Long Island, el espacio o el pasado

Literatura

Una selección de once obras que van de la narrativa y la biografía al ensayo, con novedades y algún título clásico, para transportarse a diferentes destinos sin necesidad de levantarse de la hamaca

Sara Mesa, Leila Guerriero... En altres paraules volverá a dar voz a grandes artistas de la palabra

Libros para viajar sin moverse de la hamaca

LV

Desplazarse a varios lugares en cosa de minutos desde la hamaca de un camping de la Costa Brava o el Pirineo catalán es posible. Da igual el destino. Se pueden recorrer las playas de Long Island, sentarse a comer en una taberna de Kioto y explorar la hostil selva caribeña. También hacer una breve parada en una estación espacial o dar algún que otro salto en el tiempo. Es fácil. Solo hay que hacerse con algunos libros. Aquí va una selección de obras que abarca desde la narrativa y la biografía al ensayo, con novedades y algún clásico, para que el viaje sea completo.

Quienes tengan ganas de más tras el insólito apagón de la pasada semana pueden leer Baby Carrington (Andana). Una tormenta solar da lugar a este escenario hasta hace poco impensable en la nueva novela de Jordi Santasusagna. Nada de luz, ni móviles ni internet. Y dos adolescentes fugados. La aparición de un bebé en una subestación eléctrica en llamas y su rescate por parte de los protagonistas da comienzo a esta historia apocalíptica que acaba de llegar a las librerías. También tratan de sobrevivir en un mundo hostil los personajes de El cielo de la selva (LAVA), de Elaine Vilar Madruga. Para asegurar su entereza será clave que la selva, una deidad hambrienta, esté bien alimentada. Quienes la habitan solo tienen una forma de mantenerla contenta: entregarle a sus hijos como parte de un cíclico tributo caníbal. Ninguna mujer de este cuento de terror caribeño puede negarse a ser madre. Criar a sus vástagos como futuro alimento es clave para su supervivencia.

Quienes deseen regresar al insólito apagón de la semana pasada pueden leer ‘Baby Carrington’

Del clima cálido y húmedo, y la vegetación abundante, a las temperaturas bajo cero, el hielo y la nieve. En su Diario ártico (La Línea del Horizonte), Josephine Diebitsch explica sus vivencias durante el año que pasó en Groenlandia con motivo de la expedición de 1891 comandada por su marido, Robert Peary. Ella fue una pionera de la etnografía y la antropología, y su obra ha ayudado a conocer los hábitos en uno de los rincones más inhóspitos del planeta. Otro estadounidense que recorrió una larga distancia para luego plasmar sus anécdotas sobre el papel fue John Steinbeck. Un caniche bleu de gran tamaño   llamado Charley fue su compañero de viaje a lo largo de 16.000 kilómetros por treinta y cuatro estados a bordo de una autocaravana. Aquel periplo tuvo como resultado Viajes con Charley (Nórdica), una búsqueda de la identidad estadounidense con momentos de exaltación y de melancolía.

Las portadas de ‘La invitada’, ‘Flores de papel’ y ‘El español que enamoró al mundo’

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Narra una realidad muy distinta la periodista saharaui Ebbaba Hameida en Flores de papel (Península). Aquí la autora se centra en la historia del pueblo saharaui a través del testimonio de tres mujeres: Aisha, Naima y Leila, que son nieta, madre y abuela. Pese a tratarse de una obra de ficción, lo que se cuenta tiene mucho de real y autobiográfico.

Quizás les parezca más apacible un paraje como Long Island. Emma Cline —autora de Las chicas (Anagrama)— lleva al lector a sus opulentas playas y calles con La invitada (Anagrama). Pero lo que inicialmente parecía un lugar de ensueño para la protagonista se convierte en un escenario incómodo en que el tiempo parece no avanzar. Los misterios de la taberna Kamogawa (Salamandra), de Hisashi Kashiwai, en cambio, es un tierno y suculento viaje. Sus páginas recorren los recuerdos de quienes se sientan en las mesas de esta casa de comidas de Kioto, que regentan un padre y su hija. El volumen del tiempo I (Anagrama), de Solvej Balle, es una exploración sobre la memoria, el amor, la soledad y la monotonía, que en este caso se desencadena después de que su protagonista se quede atrapada en un 18 de noviembre. 

Las portadas de ‘El volumen del tiempo I’, ‘El amor’, y ‘Los misterios de la taberna Kamogawa’

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Nada de monótona tiene la historia de Orbital (Anagrama), que cuenta el día a día de un grupo de seis astronautas que durante las cuatro mil horas en que vivirán en el espacio reflexionaran sobre cómo han llegado allí y si era lo que esperaban. El español que ena­moró al mundo (Libros dels Asteroide), de Ignacio Peyró, es otro interesante viaje, en este caso por la vida de Julio Iglesias, al igual que un relato de cincuenta años de vida social española. Y como última parada proponemos El amor (Hermida), un ensayo que recoge fragmentos sobre el amor de los Cuadernos que Simone Weil escribió desde 1934 hasta meses antes de su muerte.