La cultura japonesa vive en Barcelona a través de tiendas de arte, moda, libros y gastronomía

Más allá del Manga

La capital catalana ofrece una creciente variedad de comercios con productos nipones, que permiten sumergirse en las tradiciones y tendencias contemporáneas del país asiático

Todas las actividades que Manga Barcelona propone a los amantes de la cocina japonesa

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Kaori en su tienda, Momo, de artículos para el hogar 

Nacho Vera / Propias

El bullicio de las calles ajetreadas del Gòtic se desvanece al cruzar el umbral de Momo, una tienda de objetos japoneses para el hogar, ubicada en el número 6 de la calle de l’Arc de Sant Ramon del Call. Una suave melodía que resuena como gotas de agua envuelve el espacio y logra que quienes ingresan bajen automáticamente el tono de voz. Tenues rayos de luz atraviesan las lámparas de papel de arroz e iluminan las piezas de cerámica que reposan en el centro de la sala. Muñecas de figuras alargadas, talladas en madera, observan silenciosas a los visitantes, quienes recorren la tienda con una familiaridad que contrasta con el ambiente de hace 25 años, cuando su dueña, Kaori, abrió por primera vez el local. “Antes, la gente pensaba que los palillos del sushi eran para el cabello; ahora hasta los niños saben cómo usarlos”, comenta la propietaria, quien se trasladó de Japón a Barcelona hace 30 años. “Creo que la gastronomía y fenómenos como el manga han ayudado a dar a conocer la cultura japonesa”, añade Kaori, sentada en su escritorio de madera, rodeada de mariposas de origami que ella misma ha hecho y con las que decora los paquetes que entrega a sus clientes.

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Pinceles de caligrafía japonesa en la tienda Momo 

Nacho Vera / Propias

La tienda de Kaori forma parte del circuito de locales japoneses que existen en Barcelona: pequeños oasis de calma y hospitalidad en medio del ritmo frenético de la ciudad. Más que comercios, son espacios donde el arte, la gastronomía, la literatura y la artesanía desvelan la esencia de una tradición que valora la armonía, la contemplación y la belleza en los detalles. Cada uno de estos lugares transmite la esencia de Japón: un profundo respeto por la tradición y un cuidado especial hacia quienes cruzan su puerta.

En la librería Haiku, en el corazón de Gràcia, organizan encuentros con lectores y celebran festividades japonesas

Precisamente ese espíritu también se refleja en la gastronomía, uno de los vehículos más potentes a través de los cuales la cultura japonesa ha arraigado en la ciudad. Uno de los lugares preferidos de Kaori es Meshi-ya Sakamoto (Comte Borrell, 296). “Cada vez que voy, es como una fiesta”. El local, pequeño y sencillo, está dirigido por el chef Rio Sakamoto y su esposa. Su carta, elaborada en función de la temporada, respeta la estacionalidad de los ingredientes y ofrece platos como el natto (alimento de textura viscosa, elaborado a base de soja fermentada) junto a una amplia variedad de sushi, sashimi y tataki.

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El supermercado Tokyo-Ya ofrece una gran variedad de Sakes 

Nacho Vera / Propias

Son parte esencial de una despensa japonesa productos como el sake, el alga nori, los arare o platos preparados como el ramen y la sopa miso. Todos ellos pueden encontrarse en Tokyo-Ya, un supermercado ubicado en el número 197 de la calle Balmes. Allí, el arroz se vende en sacos de diez kilos y las harinas se clasifican por uso: desde la de takoyaki , para los tradicionales buñuelos de pulpo, hasta la de okonomiyaki , empleada para la popular tortilla japonesa. “Hay muchos supermercados asiáticos, pero el nuestro es el único que es exclusivamente japonés”, explica Hiroatsu Ishijima, director de la sede de Barcelona.

Aunque la oferta culinaria de Japón en Barcelona es amplia, hay productos difíciles de encontrar. Es el caso del Matsusaka Beef de Ito Ranch, una de las carnes más exclusivas del mundo. Solo dos restaurantes fuera de Japón están autorizados a servirla y uno de ellos se encuentra en el Raval barcelonés: Carlota Akaneya (Pintor Fortuny, 32), el primer sumibiyaki de Europa, donde la experiencia comienza cuando la brasa se enciende en el centro de la mesa y el aroma del carbón vegetal lo impregna todo.

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Marian, dueña de la librería Haiku, ayuda a una clienta a probarse un kimono.

Miquel Gonzalez / Shooting

Pero la presencia japonesa en la capital catalana no se limita a los sabores: también está muy viva en el imaginario popular. Los personajes del cine, el manga y las series que han marcado a generaciones –desde El viaje de Chihiro , de Hayao Miyazaki, Naruto , de Masashi Kishimoto, y por supuesto Pokémon , de Satoshi Tajiri– habitan la ciudad en tiendas como Akatsuki Store (ronda de Sant Pere, 53) o Impact Store (Roger de Llúria, 5).

Ese mismo vínculo cultural se extiende a la literatura. En el barrio de Gràcia se encuentra la librería Haiku, un homenaje al poema japonés que captura la esencia de un instante en apenas tres versos. “Abrimos el negocio hace 15 años por mi hijo Álex, que es un apasionado de Japón”, explica Marian. El local es un pequeño refugio dedicado a los libros y a la artesanía. “Viene todo tipo de gente, sobre todo por la poesía. Cada año organizamos un concurso poético. También hacemos encuentros entre lectores y celebramos festividades japonesas. Al ser un espacio de pequeñas dimensiones, hay que dar mucha rienda suelta a la imaginación y cuidar siempre el lado humano”. En sus estantes conviven el tierno y mágico universo de Totoro, la literatura introspectiva y urbana de Haruki Murakami o la obra intensa y ceremonial de Yukio Mishima.

Haiku, librería japonesa en Barcelona

Una clienta en la puerta de Haiku, librería japonesa en Barcelona

Miquel Gonzalez/Shooting

Además de libros, Haiku ofrece pinceles de shodō , auténtico té matcha y kimonos decorados con motivos tradicionales japoneses: grullas, sakuras, peonías y el célebre maneki-neko, también conocido como el gato de la fortuna.

La cultura japonesa también se expresa en la moda, un ámbito donde la creatividad es protagonista. Estilos urbanos surgidos en Tokio, como el Harajuku , la estética Gyaru , la corriente Jirai Kei o el universo kawaii , tienen su espacio en Barcelona. En Madame Chocolat (ronda Sant Pere, 68) es posible encontrar prendas y accesorios inspirados en estas subculturas: vestidos lolita , plataformas, pelucas, estampados atrevidos y complementos pastel que celebran la autoexpresión característica de la moda japonesa contemporánea.

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