Una joven de 26 años se ha arrojado desde un coche en movimiento. Lo ha hecho mientras estaba dentro del coche con el conductor de una aplicación. Tras entrar en pánico al notar que el hombre se desvió de la ruta establecida por el GPS del sistema, ha saltado al asfalto.
El hecho, que se ha conocido públicamente en las últimas horas, ocurrió el miércoles en la ciudad de Berisso (Argentina). En las imágenes registradas por las cámaras del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) local, se observa el momento en que la joven, que se encontraba en el asiento trasero, abre la puerta del Chevrolet Corsa y se tira hacia el asfalto. A raíz de la caída, ha sufrido heridas en la cara y las manos.
En esa misma secuencia, se ve cómo un Peugeot Partner que circulaba detrás logra esquivar el vehículo de la aplicación, que se queda quedado detenido en la carretera mientras la joven se reincorpora para recoger sus pertenencias: una zapatilla y su mochila.
En vídeo
Tras arrojarse al asfalto, las cámaras de seguridad de la zona capturan cómo la joven se sube a otro coche y huye del lugar
Ante esa situación, el conductor, de 34 años, baja del coche e intercambia unas palabras con ella antes de que la joven se duba a un Renault Sandero que apareció en el lugar. Este coche se fue del sitio marcha atrás.
Tras notar lo ocurrido a través de las cámaras, agentes del COM dieron aviso a la policía, que acudió rápidamente al lugar. En ese contexto, el chofer fue trasladado a una comisaría, donde más tarde fue liberado. La Justicia le ha iniciado una causa bajo la carátula de “averiguación de ilícito”. Por su parte, la joven fue derivada al Hospital Mario Larrain. Allí recibió atención médica por las lesiones sufridas.
La llamativa escena ocurrida en Berisso ha tenido lugar un mes después de que una adolescente de 15 años denunciara por abuso sexual a un conductor de la línea 406, que opera en los partidos de La Matanza, Esteban Echeverría, Lomas de Zamora y Almirante Brown, en la provincia de Buenos Aires.
Según el testimonio de la madre, brindado en la Comisaría de la Mujer y la Familia, su hija -que era la última pasajera- se dirigía a la casa de su novio cuando el conductor apagó las luces del autobús, cerró las puertas y se desvió del recorrido habitual para cometer el ataque.
Tras la agresión, la joven escapó y se refugió en la casa de una amiga, donde finalmente avisó de lo ocurrido a su madre. Horas más tarde, el conductor fue detenido y quedó imputado por el delito de “abuso sexual agravado”.

 
            
