Un juzgado de la localidad de Inca (Mallorca) ha abierto una investigación por la muerte de un bebé de dos meses que falleció en julio de 2024 por una insuficiencia respiratoria. Los padres del menor fallecido han solicitado que se evalúe la actuación de todos los médicos que atendieron al bebé tras una primera visita a urgencias. Así se desprende de la información publicada por Última Hora.
Los hechos, por los que los profesionales se enfrentan a una acusación por un delito de homicidio imprudente por negligencia profesional, empezaron en junio de 2024. Por entonces, el bebé tenía un mes de edad y su madre le llevó a Urgencias del hospital de Inca porque presentaba “malestar, febrícula y vómitos”, recoge la denuncia.
El médico que les atendió ese día dio el alta al bebé y explicó a la madre cómo tratar la fiebre, sin recetarle ninguna medicación. Sin embargo, el 8 de julio el menor volvió a presentar síntomas similares. Fue entonces cuando los padres le llevaron a pediatría del centro de salud de Can Picafort, desde donde derivaron al bebé a Urgencias del hospital de Inca de nuevo.
En la denuncia
Los padres sostienen que los síntomas del bebé fueron “infravalorados”
Ese día, una doctora le prescribió paracetamol y volvió a darle el alta tras explicar a los padres que, si era necesario, un pediatra volviera a visitar al bebé en las próximas horas. Detalla la denuncia consultada por el citado medio que los progenitores llevaron al menor a la revisión de los dos meses con su pediatra de Can Picafort, donde fue vacunado de pneumococo y meningococo “pese a presentar una temperatura de 37, 2 grados”.
La noche del 12 de julio, los padres volvieron a llevar al bebé a Urgencias del hospital de Inca. El menor tenía fiebre (había llegado a tener hasta 38,5 grados de temperatura), vómitos y deposiciones líquidas. Entonces fue dado de alta con vigilancia domiciliaria tras suministrarle un paracetamol y que la fiebre bajara a 37,1.
Al ver que volvía a subirle la fiebre (hasta 38,8), la madre volvió a llevar a su hijo al centro de salud de Can Picafort el 17 de julio. Desde allí le derivaron a Son Espases, donde el bebé murió por “un shock séptico por sepsis meningocócica” que le provocó una insuficiencia suprarenal, renal y respiratoria.
Los padres sostienen que los síntomas del menor fueron “infravalorados” por los distintos sanitarios y denuncian que no se aplicaron los protocolos del Ministerio de Sanidad, la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría o las Guías Nice. “El protocolo habitual para fiebres lactantes es la realización de una analítica completa incluyendo hemograma y procalcitonina, un hemocultivo y unrocultivo sistemático”, apunta el protocolo.
Los padres del bebé sostienen en la denuncia que ningún médico planteó un ingreso hospitalario al menor cuando fueron informados de los reiterados estados febriles y con un riesgo de sepsis existente. Detalla Última Hora que los denunciantes han pedido que se requiera al Servicio de Salud de las Balears para que remita el historial clínico del menor y que se oficie al instituto de medicina legal para que emita el informe de autopsia.


