Mediaset ha vuelto a dar un cambio radical a su parrilla. Tras apostar todo el verano por First Dates en el access prime time de Telecinco, el grupo audiovisual ha decidido devolver el emblemático espacio presentado por Carlos Sobera a su cadena original, Cuatro. A partir de este próximo jueves, 11 de septiembre, los espectadores podrán ser testigos de nuevas entregas en su horario y cadena habitual.
Esta nueva temporada volverá a estar cargada de citas que darán mucho que hablar, como la protagonizada por Miguel y Marina. El enfermero, de 26 años, llegaba al restaurante con mucho positivismo. Su objetivo era encontrar una chica interesante y divertida. ''Y si ya me entiende y le hace gracia la locura que entiendo de la vida, sería muy guay'', decía.

Miguel en 'First Dates'
Su cita era Marina (32), una funcionaria gallega, afincada en Barcelona, que se definía como una mujer intensa en pareja. La primera impresión entre ambos fue normal. ''¡Qué chico tan grande y alto! No diría que es guapísimo, pero tiene algo que atrae'', confesaba ella. ''Es una chica guapa, pero me gustan las altas'', reconocía el soltero.
Tras intercambiar sus primeras palabras, el presentador acompañaba a la pareja hasta su mesa, donde comenzaban la velada poniéndose al día de sus vidas. Lo primero que Marina quiso saber del soltero fue su edad. ''Tengo 26. Acabo de empezar en esto de la vida'', declaraba entre risas. ''No te creo. A mí tampoco me echan 32 años'', comentaba visiblemente sorprendida.

Marina y Miguel en 'First Dates'
Momentos después, la gallega confesaba que una de sus grandes pasiones era viajar. De hecho, explicaba que había estado viviendo una temporada tanto en Lyon como en Estados Unidos. ''Me gusta porque es una tía que viaja y lo cuenta con alegría'', confesaba él ante el equipo.
La situación daba un giro radical cuando Miguel lanzaba una inesperada pregunta: ''¿Eres de bendecir la mesa?''. ''¿Estás de coña? ¿Eres religioso?'', exclamaba la soltera. ''En cierto modo'', replicaba él. ''Madre mía, este es católico, apostólico y romano y yo aquí no tengo nada que hacer porque soy más atea que Nathy Peluso'', aseveraba. Para alegría de Marina, Miguel solo se estaba quedando con ella, ya que a los minutos confesaba que solo era una broma.

Marina y Miguel en 'First Dates'
La cita avanzaba y la complicidad entre ambos era cada vez más evidente. Por ello, Marina no dudaba en vacilar y bromear con el soltero. ''Cuando me vacilan entiendo dos cosas, que tienen confianza y que me conocen porque saben qué bromas hacer'', reconocía el soltero. Poco después, Miguel dejaba sin palabras a la gallega al confesar que era enfermero. ''No le pega nada con su perfil de chico. Tiene pinta de un perfil más creativo'', aseguraba.
En la recta final, Marina dejaba claro que no era una chica de 'rollos' y que su intención era encontrar a alguien para comenzar una relación seria. Por su parte, Miguel reconocía ante el equipo que había encontrado una compañera de viaje bastante interesante y con buena conversación. Por ello, no dudaba en aceptar una segunda cita en la decisión final. La buena noticia es que las sensaciones habían sido mutuas y Marina también quería seguir conociéndole.