Los vecinos de La Baña se afanaban ayer por la tarde por eliminar la maleza y refrescar el terreno, amenazado por las llamas que se aproximaban a un pinar por el que podían avanzar con gran velocidad. A este municipio de León llegó desde la limítrofe Zamora el incendio de Porto, el que afectó a la Alta Sanabria. El noreste de Castilla y León, así como algunos puntos de las provincias de Ourense y Lugo, sufrían ayer los coletazos de la ola de incendios, ya mucho menos virulenta que la semana pasada, pero todavía viva, entre focos fuera de control, reactivaciones de otros y algunos nuevos. En Sanabria fueron ayer desalojadas cinco aldeas, cuatro de ellas por segunda vez en este mes, según EFE. También en León y en Lugo continúa habiendo poblaciones evacuadas.

Varias personas observan el incendio forestal declarado ayer en Avión (Ourense), este lunes. (Brais Lorenzo / EFE)
Al mismo tiempo se han registrado significativos avances en la lucha contra las llamas, entre los que destaca la estabilización del segundo mayor de los fuegos que han asolado Galicia durante este agosto, el de los municipios de Chandrexa de Queixa y Vilariño de Conso. Se trata de la fusión de distintos focos que, durante los 17 días que duró, calcinó 19.000 hectáreas, lo que lo convierte el segundo mayor del que hay registro estadístico en Galicia, sólo superado por de Larouco, en Valdeorras, de unas 30.000 hectáreas, dominado el pasado sábado. El de Chandrexa y Vilariño ha afectado a una zona de gran valor natural, en el macizo central de Ourense.
Castilla y León se lleva la peor parte de la crisis, si bien la mayor devastación se concentra en Ourense

Superficie calcinada en Vilamartín de Valdeorras, en Ourense, por el peor incendio de la historia de Galicia, el de Larouco, estabilizado este fin de semana tras arrasar 30.000 hectáreas.
De este modo, a mediodía de ayer ya no quedaba ningún fuego fuera de control en Galicia de como mínimo 10.000 ha de superficie quemada, según los datos oficiales de la Consejería de Medio Rural. Hubo cuatro que superaron ese umbral, los dos citados, y los de Oímbra y Xinzo, de 17.000,y el de A Mezquita, de 10.000. Ahora falta su control y extinción.
El último detenido hizo fuego para cocinar
Un hombre de 75 años fue detenido ayer por la Guardia Civil como supuesto autor del incendio forestal declarado el domingo en el municipio leonés de Molinaseca, en la comarca de El Bierzo, el último de los fuegos de nivel 2 de gravedad en Castilla y León. Según las primeras investigaciones, el arrestado hizo fuego para cocinar. El fuego, que obligó a desplegar un amplio dispositivo y alcanzó el nivel de gravedad 2, seguía siendo combatido durante la tarde de ayer por los equipos de extinción. Desde junio, hay un total de 133 personas investigadas y 45 detenidas por incendios forestales, cuatro de ellos durante este fin de semana.
“Esta simultaneidad de varios incendios de más de 10.000 hectáreas jamás se había dado en España”, declaró ayer a TVE Víctor Fernández, jefe del servicio de extinción del fugo de Fasgar en León, donde se han vivido situaciones similares a las de Ourense, con contagios entre provincias. Los ingenieros forestales destacan que la proliferación de crisis en varias comunidades, como la gallega y la castellano-leonesa además de la extremeña y la asturiana, provocó este mes un colapso en el sistema de combate a las llamas, al no poderse prestar ayuda entre ellas y requerir de la máxima ayuda posible del Gobierno central, a través de los medios aéreos y de la Unidad Militar de Emergencias, UME.
“Esta simultaneidad de varios incendios de más de 10.000 hectáreas jamás se había dado en España”
En Galicia persiste de todos modos un siniestro forestal de tamaño considerable, en una de sus joyas ecológicas, las inmediaciones de Pena Trevinca, en el municipio de Carballeda de Valdeorras, con cerca de 5.000 hectáreas arrasadas. Los vecinos de Casaio vigilan desde el fin de semana que las llamas no crucen el río y les alcancen. Había otros dos focos, de mucho menor tamaño, en Avión, Ourense, y A Pobra de Brollón, Lugo, si bien en este se decretó la situación de riesgo por la cercanía a las viviendas.
En la provincia de León había por la tarde cuatro focos catalogados con ese nivel 2, de la máxima peligrosidad, entre los que está el de Fasgar, que comenzó hace dieciséis días, y no se logra controlar, con frecuentes reactivaciones.
Las cifras estimativas de satélite, que ofrecen una primera aproximación a falta de datos oficiales en la mayor parte de España, señalan que han ardido algo más de 400.000 hectáreas, con el peor registro de lo que va de siglo. Castilla y León es la comunidad más afectada, seguida por Galicia, en la que la provincia de Ourense sufre el mayor grado de devastación, con un 11% de su territorio ardido. Las lluvias no se esperan hasta mañana por la tarde o el jueves.