El mal olor de pies es algo que habría que evitar o, al menos, a lo que prestar atención, sobre todo porque, a veces, representa una señal de alarma. Hay situaciones en las que se trata simplemente de una mala higiene, por lo que es fácil de solucionar. No obstante, en otras ocasiones, es posible que se deba a motivos muy distintos, como la alimentación, cuestiones hormonales o incluso por la presencia de hongos o bacterias. Este olor desagradable es algo que afecta tanto a adultos como a niños, sin embargo, en el caso de los menores suele tener que ver con el sudor.
Los pies de los niños presentan una tendencia a sudar más, si se compara con los adultos, tal y como explica la pediatra Cindy Gellner, de la Universidad de Utah. Con las consecuencias que esto conlleva. Un exceso de humedad en los pies puede provocar maceración, mal olor e incluso una sobreinfección cutánea, causada por las bacterias presentes en la superficie de la piel. Así lo explica el Colegio Oficial de Podología de la Comunitat Valenciana, quien recalca la importancia de evitar que se produzca ese aumento del sudor con el objetivo de prevenir otras complicaciones asociadas. Entre ellas, el mal olor.
¿Cómo evitar que a tu hijo le huelan los pies?
Las causas que pueden esconderse detrás de un caso de mal olor de pies en niños son variadas, pero también es posible descartar otras. “Es raro que los peques tengan hongos”, reconoce la podóloga Neus Moya, a través de un vídeo publicado en su cuenta de la red social de TikTok. “Lo más probable es que se trate de maceración", añade, lo que supone una exposición prolongada en el tiempo a la humedad. Esto puede deberse a distintos motivos, por ejemplo, un mal secado de los pies después de la ducha o de la piscina. O incluso existe la posibilidad de que se produzca, una causa común, por un exceso de humedad durante el día.
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Para evitar este mal olor en los pies de los niños, la especialista comparte una serie de consejos para poner en práctica. Uno de los más importantes tiene que ver con el calzado, dado que es fundamental que este esté fabricado en base a un material transpirable. La talla también es clave, por ello, las madres y los padres deben asegurarse de que el tamaño sea el adecuado para el pie del niño.
Los calcetines representan otro elemento determinante si se quiere evitar el mal olor en los pies, advierte Neus Moya. Esto también está relacionado con la composición de los mismos, los tejidos que no sean transpirables harán que el pie sude y que huela mal. “Si son de punta cerrada, comprime más los dedos y hace que el pie sude más”, añade. Una alternativa que recomienda la podóloga sería optar por calcetines de dedos, puesto que ayudan a mantener seco el espacio interdigital.
Tampoco hay que olvidarse de las plantillas, que pueden retener la humedad, sobre todo si el niño presenta una mayor tendencia a sudar. Al quedarse el sudor en la plantilla, esta pasa a los calcetines y, por tanto, al propio pie.