Una varilla de vapor recubierta de leche reseca no es solo un mal aspecto. Es una advertencia. Si al acercarte a la barra descubres costras pegadas en la lanceta de la cafetera, quizá lo mejor sea replantearte ese café con leche.
No se trata de un detalle sin importancia ni de una simple cuestión de limpieza. Hay restos que llevan días sin tocarse, acumulados en rincones donde el calor y la humedad convierten lo que debería ser un simple desayuno en un riesgo innecesario.
Bacterias peligrosas
El café con leche puede ser un riesgo si no se limpia bien la lanceta
Según la cuenta @cafemaxpag.es, especializada en la elaboración de café, esa acumulación de residuos puede convertirse en un foco de bacterias peligrosas. A través de un vídeo que se ha viralizado en redes, muestran una lanceta completamente sucia y advierten: “Si ves esto en un bar donde vas a tomar café, mejor no pidas café con leche, podría afectarte gravemente a tu salud”.
Las consecuencias no son menores. Entre las bacterias que pueden proliferar si no se limpia bien la lanceta, se encuentran la listeria, la salmonella y la E. coli. El motivo es sencillo: al calentar la leche, esta se degrada rápidamente. Si no se limpia tras cada uso, lo que queda dentro empieza a fermentar. “No lo ves, pero lo estás bebiendo”, asegura.
No es una práctica puntual ni un fallo que se vea de forma aislada. Según el mismo perfil, la falta de higiene en las lancetas es frecuente: “La realidad es que en muchísimos bares y restaurantes la lanceta está llena de restos de leche reseca, costra pegada e incluso acumulaciones que llevan días”. Por eso insisten en que lo correcto tras cada uso es limpiar la varilla con un paño húmedo y aplicar vapor. Solo así se asegura que no queden residuos en el interior.
La rutina de muchos pasa por ese café antes de empezar la jornada. Pero, como advierten desde esta cuentas, si la lanceta no está limpia, mejor pedirlo solo. O directamente, no pedirlo en ese local.