El vino de la semana: Louis Roederer + Starck Brut Nature 2018

Beber

El que se anuncia como “el champán del mañana” es seco sin concesiones, afiladísimo, largo, muy serio, cítrico, sobrio, fresco y mineral

Louis Roederer + Starck Brut Nature 2018

Louis Roederer + Starck Brut Nature 2018 

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“Brut Nature es tan honesto, tan minimalista, que no quise añadirle nada. Nada más que verdad y honestidad” afirma el célebre diseñador, arquitecto e interiorista francés Philippe Starck. Brut Nature 2018 es la quinta añada, fruto de la colaboración entre Louis Roederer y Philippe Starck. Concebido como “un auténtico laboratorio para el futuro del champán”, Brut Nature 2018 es definido como “un champán a la vanguardia del cambio climático, que ofrece una nueva edición solar y refinada, tanto en blanco como en rosado”. La versión blanca se estrenó en el mercado en 2006. No se elabora todos los años. Por casualidad se reeditó cada tres años: en 2009, en 2012, en 2015 y en 2018. Pero habrá añada del 2019. La versión rosada se estrenó en el mercado con la añada del 2012, y también contó con la del 2015 y la del 2018.

La nueva añada de estos dos champanes, la del 2018, se ha presentado en el imponente marco del Grand Palais de París, donde el director general de Louis Roederer, Fréderic Rouzaud, ha asegurado que estos espumosos son el resultado de “una historia de amistad, de libertad y de autenticidad”. También ha apuntado que estos champanes son “honestos y auténticos”, fruto de una elaboración artesanal respetuosa. Rouzaud ha revelado en el Grand Palais de París que, al proponerle esta colaboración, Philippe Starck le respondió que “me interesa lo que hay detrás, no la etiqueta”. Y por eso propuso una etiqueta minimalista que ahora acaba de estrenar un diseño donde hay “lo mínimo de lo mínimo”.

Fréderic Rouzaud apunta que “al dejar que interpretáramos sus palabras, Philippe Starck nos ha permitido cruzar fronteras que no hubiéramos cruzado sin su iluminación. Cuanto más preciso era describiendo su sueño, más podíamos serlo nosotros elaborando el champán”.

Lécaillon, Philippe Stark y Rouzaud

Jean-Baptiste Lécaillon, Philippe Starck y Fréderic Rouzaud 

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Por su parte, Philippe Starck, a quien gustan los vinos sin azúcar, ha manifestado en la presentación mundial en la capital francesa que estos champanes son ideales para brindar en momentos de alegría, de amor, de reencuentro, de amistad profunda o de celebraciones. Philippe Starck remarca que “Brut Nature es tan honesto, tan minimalista, que no quise añadir nada a su alrededor. Era preciso intervenir lo menos posible. Unas pocas palabras en la botella, esencialmente descriptivas, como una nota de bodega. Solo la verdad y la honestidad del vino”.

Compartiendo la visión de Philippe Starck del menos es más, “ilustrada por la pureza y la sobria elegancia inherentes a todos sus diseños”, la maison Louis Roederer quiso capturar este ideal “de alegre simplicidad”. Se propusieron minimizar el impacto ambiental para maximizar el sabor, optimizando recursos y energía, y evocando emociones mediante la sugerencia en lugar de la imposición. Esta, afirman, es la visión en la que el creador y el maestro bodeguero de Louis Roederer, Jean-Baptiste Lécaillon, encontraron puntos en común y “una sensibilidad compartida”. “Nuestras ideas convergieron”, se añade.

Las nuevas ediciones se presentaron en el Grand Palais de París

Las nuevas ediciones se presentaron en el Grand Palais de París 

Louis David

Más que un champán se anuncia como “una obra transversal, nacida del deseo de crear una cuvée pionera, elegante y honesta”. Se concibió como un intercambio, forjado por la amistad. Esta cuvée de añada es, ante todo, el resultado de una reflexión libre en torno a un encuentro entre una maison encarnada por Frédéric Rouzaud, presidente y director general, su maestro bodeguero Jean-Baptiste Lécaillon y el creador Philippe Starck.

Los Louis Roederer + Starck Brut Nature son champanes fruto de la coplantación y de la cofermentación. Afirman que “siguiendo el ejemplo de nuestros mayores, cuando mezclaban las plantas en el viñedo, Louis Roederer está volviendo a estas prácticas, que favorecen la frescura de los vinos y realzan su sabor”. Son resultado de prácticas agrícolas ecológicas e inspiración biodinámica. En su elaboración optimizan recursos y energía. Vinifican las variedades antiguas de uva pinot noir, chardonnay, pinot meunier, pinot blanc, arbanne, petit meslier y pinot gris. Se cosecha conjuntamente, en un solo día. 

Buscan obtener “la fuerza de su complementariedad y su adaptación a lo largo de los años”. Y en este sentido señalan que “Brut Nature es un experimento permanente, un vino en continua transformación que suscita nuestra reflexión sobre la diversidad genética”. Y añaden que “es testigo de una inteligencia colectiva, siempre diferente, que narra como nunca el futuro del champán”. La crianza sobre lías de sus vinos base se prolonga hasta el mes de junio.

Cavas de Roederer, en Reims

Cavas de Louis Roederer, en Reims 

Louis Roederer/ Enzo Orlando

No hay ni cupajes de vinos, ni vinos de reserva ni licores de expedición (sin dosaje). Tampoco hay sulfitos añadidos ni practican la fermentación maloláctica, lo que les aporta una gran tensión. Los definen como “la expresión de la tierra negra de Cumières en un año soleado”. Trabajan con la premisa de la mínima intervención tanto en el viñedo como en la bodega. Tratan de no perturbar ni el lugar ni el vino, explica un Jean-Baptiste Lécaillon que subraya que “esta cultura del trabajo hecho con delicadeza y respeto realza el espíritu del lugar y los orígenes del vino”.

Sus uvas nacen en suelos arcillosos junto a las orillas del Marne, en tres parcelas conocidas como Les Chèvres, situadas en una pequeña colina a las afueras del pueblo de Cumières. Suman 10 hectáreas. Son elaboradas únicamente en años secos y cálidos. Y reflejan su visión de un “laboratorio del cambio climático”. Así, tras casi 20 años, esta cuvée da fe de los cambios que se producen en la región de Champagne. Se presenta como un modelo de experimentación. A la vez, se manifiesta desde esta firma histórica de Reims que “anuncia el champán del mañana, e inaugura un camino de experimentación”. Este vivero de innovaciones que es Brut Nature, aseguran, “beneficia al conjunto de los champanes de Louis Roederer, permitiendo que nos anticipemos y nos adaptemos mejor a los cambios”.

Viñedo de Louis Roederer

Viñedo de Louis Roederer 

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El enólogo Jean-Baptiste Lécaillon define la añada del 2018 como “excepcional e histórica”, y apunta que “mantiene de forma admirable el sabor original de la uva”. A la vez, afirma que “fue un año de terruño y de viticultor”. Fue una añada muy cálida, seca, generosa y muy equilibrada. Tras un invierno excepcionalmente lluvioso le siguió una primavera suave y tormentosa. El verano fue especialmente cálido, seco y soleado, superando incluso los récords históricos de 2003. La vendimia fue abundante. Desde Louis Roederer añaden que “es un año glorioso, con frutos rebosantes de madurez y energía salina”.

“Brut Nature es tan honesto, tan minimalista, que no quise añadir nada a su alrededor”

Philippe Starck
Philippe StarckDiseñador

Louis Roederer + Starck Brut Nature 2018 se elabora con las variedades pinot noir (55%), pinot meunier (25%), chardonnay (20%) y con trazas de pinot blanc del viñedo de La Rivière. Sus uvas se vendimiaron el día 2 de septiembre de 2018. Un 31% son vinos criados en roble francés. Es de color amarillo pajizo, nítido y brillante. Su rosario de diminutas burbujas asciende de forma constante. Inicialmente dibuja una perfecta corona en la copa.

Destaca por su pureza y por una sequedad sin concesiones. Es afiladísimo y largo. Muy elegante, serio, sobrio, fresco y mineral (salinidad y recuerdos de yodo). Con notas francas de cítricos, de ciruela mirabel, de almendra ligeramente amarga, de pan algo tostado y de hinojo fresco. Los vinos criados en madera están muy bien integrados. Es vibrante.

Philippe Starck con una de las botellas ilustrados con su nuevo diseño

Philippe Starck con una de las botellas ilustradas con su minimalista nuevo diseño 

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Desde Louis Roederer lo definen como “cautivador, delicado y refinado”. Y también apuntan que “presenta una gran armonía y precisión, revelando el incomparable lecho calcáreo de los frescos terruños de Cumières”. También señalan que “es una delicia perfumada que invita a beber, y deja una impresión de gran armonía y precisión (ni ácida ni sobremadura)”. Y añaden que “a la vez es fino y delicado, pero concentrado y denso con un final calcáreo untuoso”.

La versión rosada se ha elaborado con pinot noir (64%), meunier (20%), chardonnay (16%) y con trazas de pinot blanc. Es de tonalidad pálida, nítida y brillante. Es fruto de la técnica de la infusión. La fruta roja madura le da cierta redondez pese a que es igualmente seco. Exhibe un buen equilibrio entre la fruta (naranja sanguina, cerezas y frambuesas) y la acidez. Su carbónico delicado dibuja diminutas burbujas.

Las dos nuevos champanes estrenan nueva imagen

Las dos nuevos champanes estrenan nueva imagen 

Louis David

En Louis Roederer lo describen como “un champán esbelto, con mucho encanto, seductor y estructurado a la vez, que ofrece un cuerpo denso con una brillante sensación jugosa y salina”. Y añaden que “tiene empuje y mucho encanto”. A Frédéric Rouzaud le gusta armonizar este champán con salmón, jamón ibérico o queso Comté. Jean-Baptiste Lécaillon se decanta por unas vieiras al vapor y Philippe Starck lo prefiere con unos huevos cocidos con caviar.

Ambos champanes reflejan la pureza y elegancia de lo esencial sin maquillajes ni artificios, con transparencia. Se presentan en cajas cuyo interior se ha concebido como un pequeño teatro “en el que contar la historia de este vino y de su creación”. Al abrirla, “la botella se revela con un atuendo sencillo y chic, desprovisto de todo lo superfluo”.

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