El tema de los niños en los bares y restaurantes siempre ha sido polémico. Es obvio que no se les puede prohibir la entrada, pero es responsabilidad de los padres que los pequeños se comporten de manera adecuada.
Teniendo en cuenta que los niños tienen que correr y jugar, como pequeños que son, eso no autoriza a que estén molestando constantemente tanto a otros clientes como a los trabajadores de un establecimiento.
Eso es lo que no ha tenido en consideración un cliente cuya familia fue expulsada por el alboroto que creaban sus hijos. La cuenta de Twitter de @soycamarero ha compartido la reseña en un post.
Esta persona se queja de que les echaran del restaurante porque sus hijos estaban tocando un tambor. Se justifica diciendo que había mucha gente en el local gritando, además del alto volumen de la música.
La respuesta del restaurante y sus motivos
El encargado del local no ha querido quedarse callado ante esas acusaciones. Se defiende diciendo que tanto los trabajadores como los empleados les pidieron que controlaran a los niños. También dice que los padres respondieron con insultos “que hemos decidido obviar y no reproducir”.