Los bares, restaurantes y otros locales gastronómicos se suelen asociar con el hecho de pasar un buen rato en familia o junto a la buena compañía de amigos mientras se disfruta degustando comida distinta a las que se consume habitualmente en casa. Sin embargo, no todo es de color de rosa en el sector de la hostelería.
Y es que las condiciones laborales lamentables de muchos trabajadores, con jornadas interminables y constantes conflictos y discusiones entre propietarios, camareros y clientes son tan solo algunos ejemplos de los conflictos que sufren los trabajadores habitualmente en este sector.
Situaciones así seguramente se han producido desde toda la vida, pero antes solo quedaban en el recuerdo de quienes las habían vivido. Sin embargo, con la entrada de las redes sociales en el juego, hoy en día estos conflictos tienen mucha más repercusión. En ellas, los camareros han encontrado un espacio virtual donde poder dar voz a todas las injusticias a las que se enfrentan a diario.
Uno de los perfiles más conocidos que da voz a los conflictos que se dan en la hostelería es la cuenta de X (antes Twitter) Soy Camarero. Este perfil se hace eco día tras día de situaciones que le explican sus compañeros de profesión. Recientemente, el camarero detrás de este perfil, Jesús Soriano, ha difundido la reseña de un cliente tras acudir a un restaurante en A Coruña y la posterior respuesta del propietario del establecimiento.
En su queja, el cliente explica que acudieron al restaurante a las 15:15 horas y que se negaron a atenderles “con la excusa falsa de que la cocina estaba cerrada”. “La brasa estaba encendida”, apunta indignado este cliente que ha puntuado con una estrella al establecimiento y que ha mencionado que acudieron junto a su hija de 6 años: un comentario que muchos han definido como “victimista”.
En la respuesta del propietario del restaurante a esta queja, dice: “Parece que la hostelería no tiene horario. Entendemos que, a veces, el tiempo se escapa, pero nuestra cocina tiene un horario: cierra a las 15:00, lo que significa que a esa hora se sientan las últimas mesas. La brasa puede estar encendida, pero eso no significa que podamos volver a abrir la cocina porque alguien llegue tarde. Nuestros empleados también tienen derecho a pasar tiempo con sus familias y respetar sus horarios, igual que todos”.
Reacciones en redes
“Siempre se escudan con los niños. Cuando vaya a llegar tarde al restaurante alquilaré a un niño para asegurarme de que me darán de comer”
En internet, ha 'estllado' la polémica. Varias personas han criticado que el cliente use la excusa de que acudió al restaurante con su hija para dar pena y destacan que, como en cualquier trabajo, hay que respetar el horario de los empleados hosteleros.