Los bares, restaurantes y otros locales gastronómicos se suelen asociar con el hecho de pasar un buen rato en familia o junto a la buena compañía de amigos mientras se disfruta degustando comida distinta a las que se consume habitualmente en casa. Sin embargo, no todo es de color de rosa en el sector de la hostelería.
Y es que las condiciones laborales lamentables de muchos trabajadores, con jornadas interminables y constantes conflictos y discusiones entre propietarios, camareros y clientes son tan solo algunos ejemplos de los conflictos que sufren los trabajadores habitualmente en este sector.
Situaciones así seguramente se han producido desde toda la vida, pero antes solo quedaban en el recuerdo de quienes las habían vivido. Sin embargo, con la entrada de las redes sociales en el juego, hoy en día estos conflictos tienen mucha más repercusión. En ellas, los camareros han encontrado un espacio virtual donde poder dar voz a todas las injusticias a las que se enfrentan a diario. Y también los clientes.
Uno de los perfiles más conocidos que da voz a los conflictos que se dan en la hostelería es la cuenta de X (antes Twitter) Soy Camarero. Este perfil se hace eco día tras día de situaciones que le explican sus compañeros de profesión y también de clientes enfadados por malos servicios. Recientemente, el camarero detrás de este perfil, Jesús Soriano, ha difundido la reseña de un cliente enfadado tras acudir a un restaurante y la posterior respuesta del dueño del negocio.
En su reseña, el cliente lamenta el servicio recibido -o, mejor dicho, no recibido- y escribe: “No sé si cobran demasiado o no. Después de estar tres cuartos de hora esperando, nos hemos levantado e ido”. Pero la cosa no ha terminado aquí, ya que el propietario del negocio ha respondido a la crítica.
Reacciones en redes
“Para haber esperado 45 minutos son educados en la reseña. Al propietario le haría falta un poco más de autocrítica”
En una respuesta criticada por cientos de personas en redes sociales, el dueño del bar escribía al cliente: “Lo sentimos mucho, pero esto es un bar, no es la puerta de urgencias donde se suele ir con prisa, y encima si no tiene reserva. Somos el personal que somos en un bar de pueblo. Si hay días más concurridos, hacemos lo que podemos. Para la próxima vez reserve y no habrá problema”.

