La patata es uno de los alimentos más longevos de nuestra dieta, pues lleva con nosotros desde el siglo XVI. Un alimento originario de América y que ahora se ha vuelto el protagonista en una gran cantidad de platos, precisamente por su versatilidad y los beneficios que puede aportar a nuestro organismo.
Su fácil acceso, además, ha hecho de este producto un básico en nuestras cocinas y ya podría considerarse un pilar de nuestra alimentación. El problema que entraña, sin embargo, tiene que ver con su conservación y la dificultad de mantener al tubérculo en buenas condiciones durante demasiado tiempo.
El problema, no obstante, no está en el tubérculo, sino en la forma en la que solemos almacenarlo y los errores que cometemos, que suelen desencadenar en este deterioro tan rápido. Una situación sobre la que ya ha alertado la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).
Qué dicen los estudios sobre la conservación
Los expertos recomiendan seguir ciertas pautas para mejorar la conservación de la patata y alargar su vida útil durante más tiempo. Y no solo eso, sino que la institución también ha alertado sobre los peligros de consumir este tubérculo en mal estado, lo que puede llegar a provocar vómitos y otros síntomas similares.
Lo ideal, entonces, sería dejar este tipo de patatas para freír en un lugar seco, fresco y en penumbra. De hecho la AESAN recomienda el almacenaje a una temperatura de no más de ocho grados. Una información que también confirma la frutera Maribel en un reciente vídeo publicado en la red social Instagram.
“Lo normal es ponerla en un lugar seco, fresco, y tapadas con un paño”, ha dejado claro. De esta forma, se cumplen todas las condiciones que la autoridad sanitaria ha recomendado. Eso sí, también es importante que en el momento de la compra el tubérculo esté en un buen estado de maduración.
¿Se pueden dejar las patatas en la nevera?
Por norma general, las patatas no se suelen conservar en la nevera, pues necesitan de unas condiciones que se pueden proporcionar a temperatura ambiente sin ningún problema. Ahora bien, la frutera ha señalado que si se utiliza este electrodoméstico para la conservación se puede conseguir que el producto dure “mucho más”.
La clave, entonces, está en el lugar en el que se colocan, pues no es lo mismo dejarlas en la zona inferior que en la superior. “Ponlas en la parte de arriba”, ha señalado. La razón principal reside en la temperatura, pues abajo es más fría y por lo tanto no es óptima para la conservación de la patata.


