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Despídete del desperdicio y transforma restos de verduras en una exquisita salsa demi‑glace

Día de concienciación alimentaria

En esta preparación se utiliza remolacha pero puede variar según lo que tengamos en la cocina

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Remolacha a la sal con demi-glace vegetal

Fundación Alícia

Hoy es el día internacional de concienciación sobre la pérdida y el desperdicio de alimentos, una jornada promovida por las Naciones Unidas que se celebra desde 2019. En este marco, el Hospital Clínic ofrecerá a sus profesionales un taller práctico de prevención del desperdicio alimentario de la mano de la Fundación Alícia, en formato demostrativo y con ejemplos de cocina cotidiana que ayudan a reaprovechar mejor los alimentos en el hogar.

Uno de los grandes retos en la lucha contra el desperdicio es aprovechar las partes de los alimentos que normalmente desechamos, como pieles, recortes o vegetales que ya no tienen el mejor aspecto, pero que siguen siendo perfectamente válidos. Con creatividad y conocimiento culinario, estos ingredientes pueden transformarse en platos sabrosos y nutritivos.

La receta de remolacha a la sal con demi-glace vegetal es un ejemplo claro de ello. También puede elaborarse fácilmente con la remolacha ya cocida que encontramos en el mercado, lo que permite ahorrar tiempo sin renunciar al resultado.

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Lo más interesante está en la salsa demi-glace vegetal, elaborada a partir de restos y pieles de verduras que habitualmente acabarían en la basura. El tostado de las verduras y la reducción del caldo convierten estos restos en una salsa intensa y aromática. En casa, basta con ir guardando los recortes en una bolsa en el congelador y, cuando tengamos suficiente cantidad, preparar una buena base de demi-glace que después podemos congelar en porciones o en cubitos de hielo. Así, siempre la tendremos lista para realzar platos y dar sabor extra a nuestras recetas.

Además, el relleno de la remolacha puede variar según lo que tengamos en la cocina: restos de otras preparaciones, sobras de vegetales o incluso legumbres. De este modo, cada versión del plato se convierte en una oportunidad para evitar tirar comida y dar nueva vida a los ingredientes.

Con técnicas sencillas y productos de temporada, es posible cuidar del planeta y disfrutar de platos llenos de sabor

Recetas como esta demuestran cómo la cocina puede ser una herramienta poderosa para la sostenibilidad: con técnicas sencillas y productos de temporada, es posible reducir el desperdicio, cuidar del planeta y, al mismo tiempo, disfrutar de platos llenos de sabor.