¿Los paseos con tu perro se convierten en una batalla campal donde tú tiras de la correa y él parece decidido a arrastrarte por todo el vecindario? Barruch Correa, entrenador canino con amplia experiencia en comportamiento animal, tiene la respuesta. Su método de tres pasos aborda las causas profundas de este comportamiento rather than solo sus síntomas.
Paso 1: La alimentación como base de la atención
Correa identifica un factor sorprendentemente ignorado: “La mayoría de los perros están sobrealimentados y por eso no te prestan atención afuera, por el simple hecho de que no tienen hambre”.

Los perros deben acostumbrarse a comer siempre la misma comida, en el mismo recipiente y a la misma hora todos los días.
Esta afirmación, basada en la neurobiología canina, explica por qué muchos perros ignoran a sus dueños durante los paseos. Un perro saciado tiene menos motivación para buscar recompensas o prestar atención a las indicaciones de su dueño. Correa sugiere reevaluar las cantidades y horarios de alimentación para crear un estado de motivación apropiado para el entrenamiento.
Paso 2: Elegir las herramientas adecuadas, no las más restrictivas
El segundo pilar del método Correa se centra en el equipamiento: “Es super importante identificar qué herramientas estás usando, porque hay herramientas que promueven que tu perro se ponga como loco y hay otras que en cambio te van a ayudar a que tú tengas un control físico con él”.

Correa tensa
El entrenador hace hincapié en que esta elección es crucial “porque recuerda, tu perro aún no te presta atención”. Aclara que el objetivo no es lastimar al animal, sino lograr “control sobre él para que no salga lastimado ni él, ni tú, ni un externo”. Herramientas como arneses anti-tiro o correas específicas pueden marcar la diferencia entre el control y el caos.
Paso 3: Convertirse en la mejor compañía posible
La estrategia más contraintuitiva pero quizás más efectiva es la tercera: “Sé divertido para tu perro”. Correa explica la psicología canina detrás de este consejo: “Recuerda, los perros solamente quieren divertirse y donde está la fiesta están los perros”.

Los cachorros de perro son muy juguetones
Esta aproximación transforma la dinámica del paseo: en lugar de ser una experiencia de tensión y correcciones constantes, se convierte en una oportunidad de juego y conexión. Cuando el dueño se convierte en la fuente de diversión, el perro elige voluntariamente permanecer cerca y prestar atención.
Seguridad a través de la conexión
El enfoque de Correa se basa en una comprensión profunda del comportamiento canino. Reconoce que los perros son animales sociales que naturalmente gravitan hacia donde encuentran estímulos positivos. El problema surge cuando el exterior ofrece más estímulos interesantes que el propio dueño.
Su método no se trata de dominación sino de convertirse en la opción más atractiva para el perro. Al combinar una motivación alimentaria apropiada, herramientas que faciliten el control físico sin dolor, y una actitud lúdica, los paseos se transforman de experiencias estresantes a oportunidades de fortalecer el vínculo humano-canino.
La conclusión de Barruch Correa es que cualquier dueño puede transformar a un “perro problemático” en uno “bien portado y que te obedezca” entendiendo y aplicando estos tres principios fundamentales. La clave está en abordar el problema desde la raíz más allá de buscar soluciones temporales o basadas en la fuerza.