Mario Alonso Puig y cómo aprender a tomar decisiones inteligentes: “Tengo que pensar en un win-win”

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Según Alonso, esta filosofía de toma de decisiones no solo se aplica en el mundo de los negocios, sino en todos los ámbitos de la vida

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En un mundo cada vez más competitivo y acelerado, la toma de decisiones se ha convertido en un aspecto fundamental de nuestro día a día. Según el Dr. Mario Alonso Puig, especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, la clave para tomar decisiones inteligentes radica en adoptar una mentalidad de abundancia y en buscar siempre un beneficio mutuo. “Tengo que pensar en un win-win”, afirma, destacando la importancia de considerar no solo el propio beneficio, sino también el de los demás.

¿Qué es una decisión inteligente?

Para Mario Alonso Puig, una decisión inteligente es aquella cuyo resultado no solo es favorable para quien la toma, sino también para su entorno. “Si en una negociación solo me preocupo por sacar el máximo provecho para mí, la otra persona no querrá volver a negociar conmigo”, explica el experto. En cambio, al adoptar una mentalidad de colaboración y abundancia, se generan relaciones duraderas y de confianza.

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Esta filosofía de toma de decisiones no solo se aplica en el mundo de los negocios, sino en todos los ámbitos de la vida, desde las relaciones personales hasta la resolución de conflictos cotidianos. “Las decisiones inteligentes consideran también el bien de las otras personas y parten de la idea de que vivimos en un universo abundante”, sostiene.

El papel de la percepción y la mente en la toma de decisiones. Uno de los puntos clave en la teoría de Mario Alonso Puig es que lo que pensamos determina cómo percibimos la realidad. “Lo que piensas se convierte en lo que sientes, y lo que sientes afecta directamente a tu percepción de la realidad”, explica.

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Pensamiento positivo

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Ejemplifica este concepto con una anécdota sobre una conferencia de negociación a la que asistió. “Cuando el ponente dijo que una negociación es como entrar en un campo de batalla, inmediatamente supe que nunca querría negociar con él. Porque si ves a la otra persona como un enemigo, ya estás predispuesto a la confrontación en lugar de la cooperación”.

El doctor destaca la importancia de mantener una actitud abierta y receptiva. “Si percibimos una negociación como una batalla, nuestro cerebro activará mecanismos de defensa. Pero si la vemos como una oportunidad de colaboración, nuestro cerebro se relaja, permitiendo una mayor creatividad y mejor capacidad de escucha”.

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La conexión entre la mente y el cerebro ejecutivo

Desde su experiencia en neurociencia, Alonso Puig explica que la amígdala, una región del cerebro relacionada con el miedo y la respuesta emocional, está estrechamente conectada con la corteza prefrontal, responsable del pensamiento racional y la toma de decisiones. “Cuando sentimos miedo o amenaza, la amígdala toma el control y dejamos de ver oportunidades”, indica.

Por el contrario, si se mantiene una actitud serena y confiada, se activa la corteza prefrontal, permitiendo evaluar mejor la situación y tomar decisiones más inteligentes. “Si pienso que puedo encontrar una solución favorable para ambas partes, mi amígdala se relaja, y mi capacidad de escuchar y de crear aumenta”, concluye.

Cómo aplicar estos principios en la vida diaria

  1. Pensar en la otra persona: Considerar sus necesidades y objetivos ayuda a encontrar soluciones equilibradas y sostenibles.
  2. Adoptar una mentalidad de abundancia: Creer que hay suficientes recursos y oportunidades evita entrar en una mentalidad de escasez y competencia extrema.
  3. Gestionar las emociones: Entender que el miedo y la percepción de amenaza pueden distorsionar la realidad y limitar nuestras opciones.
  4. Fomentar la colaboración: Buscar acuerdos que beneficien a ambas partes en lugar de enfocarse en ganar a costa del otro.
  5. Tener una mirada profunda: Ir más allá de lo superficial y analizar todas las variables antes de tomar una decisión.

Vía @elartedemejorar

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