Tras semanas de estudio intenso, noches en vela y la presión acumulada de años de preparación, las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) llegan a su fin. Con el bolígrafo ya en la mochila y el silencio regresando a las aulas, muchos estudiantes respiran aliviados… pero solo por un momento. Porque ahora empieza otra etapa igual de decisiva: elegir carrera.
Adrián Polo es un veterinario que ha publicado un vídeo en su cuenta de TikTok con un mensaje sobre las cosas que le habría gustado saber antes de estudiar veterinaria: “Creo que hay un gran fallo en esta profesión. El principal es que se idealiza muchísimo”, empieza diciendo.

Perro en el veterinario
“Si lo que buscas es una carrera que te vaya a dar beneficio económico, no la hagas”
El problema de los salarios. El profesional habla sin tapujos sobre los bajos salarios que tienen los veterinarios: “Si lo que buscas es una carrera que te vaya a dar beneficio económico, no la hagas. Es de los grados sanitarios con peor sueldo en España. Haciendo noches, guardias, fines de semana y con todo lo que conlleva peleamos por pasar de los 1.500 euros mensuales. No conozco a ningún sanitario que con estas condiciones no supere los 2.000 euros”, señala.

Un gato en la camilla del veterinario
Infravalorados socialmente. Adrián expone que hace unos días tuvo una discusión con una enfermera por culpa del antibiótico que había decidido dar a su perro: “Me quiero preguntar si haría lo mismo con un médico. No lo creo”, comenta.

Un perro en el veterinario
Sacrificio. En su opinión, veterinaria es una de las carreras más sacrificadas y advierte del esfuerzo que requiere: “Vas a abandonar a tus amigos, a ver poco a tu familia... Es un sector que está acostumbrado a hacer horas de más no pagadas, gestionar emocionalmente problemas de los demás, sobre todo económicos, cuando no es tu trabajo”, critica.
Vocación. Por último, anima a estudiar veterinaria los que sientan vocación verdadera por la profesión: “Con esto no quiero decir que no estudies Veterinaria si es lo que quieres. Tú puedes amar mucho un trabajo que si todo lo que le rodea te genera ansiedad, no es satisfactorio económicamente ni a nivel personal, pues se acaba rompiendo. La profesión se mantiene en este país gracias a gente que tiene mucha vocación. Si no esto sería insostenible”, termina diciendo.