Maria Carme Roca gana el premio Santa Eulàlia de novela de Barcelona

Literatura

‘El passatge’ da voz a la ciudad en paralelo con la vida de una mujer de origen humilde y Josep Maria Sert

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Maria Carme Roca, ganadora del premi Santa Eulàlia, junto a Jordi Puig, editor de Comanegra, y Fèlix Riera, director de la Fundació Romea

Mané Espinosa

Maria Carme Roca (Barcelona, 1955) ha ganado el tercer premio Santa Eulàlia de novela de Barcelona con El passatge (Àfora Edicions/Comanegra), en la que sigue la vida de Regina Soldevila desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX, una chica de origen humilde que se desarrolla hasta integrarse en la vida cultural de la ciudad, cruzándose con personajes reales, en especial con el pintor y muralista Josep Maria Sert, con el que vivirá un amor platónico, pero también con la actriz Margarida Xirgu, con cuya vida traza numerosos paralelismos. El premio está dotado con 25.000 euros además de una obra de Gino Rubert, y el libro sale a la venta este mismo miércoles.

El jurado, formado por Francesco Ardolino, Llucia Ramis, Enric H. March, Alba Cayón y Jordi González, la ha premiado entre otros motivos por “la capacidad de transmitir la esencia de un barrio de Barcelona poco explorado literariamente y, especialmente, por cómo consigue hacerlo concentrando el grueso de la acción en muy pocos metros”, pues se centra en el quarter de Sant Pere, centrando especial atención a los pasajes de las Manufactures (antiguamente, de Cirici) y Sert, que transcurren paralelos. De hecho, el mismo pasaje Manufactures es el narrador de una novela que como ha dicho Fèlix Riera, director de la Fundación Romea, “consigue construir un mundo en miniatura haciendo hablar a las piedras, con la doble dinámica de retratar una ciudad a la vez cosmopolita como Sert y con una mirada local, de conciencia de barrio”.

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La escritora ha explicado que desde la primera edición del premio pensaba que tendría que presentarse, puesto que la ciudad es muy importante en su obra –como explícitamente en Barcino (2009) o A Bàrcino, 2020–, y ha sido una satisfacción ganarlo. Roca ha recordado que de niña ella pasaba por el pasaje a menudo, con su padre volviendo del trabajo o con su madre yendo al mercado de Santa Caterina, y le encantaba su ambiente. 

“Es un barrio poco conocido, no hay novelas que hablen de él, y es donde empieza a crecer la Barcelona industrial cuando todavía había muralla. Quería hablar de él porque en esta ciudad hay muchos lugares importantes, pero también está llena de rincones escondidos”, ha señalado, como unos pasajes que “además de conectar un barrio con otro conectan distintos tiempos, en este caso la Barcelona de las murallas y la que ya ha salido de ellas”. En la obra también es muy importante el papel del teatro –sobre todo el Romea, pero también el Principal y el Goya – como elemento culturizador de las clases populares.

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Maria Carme Roca en el exterior del teatro Romea de Barcelona

Mané Espinosa
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