La escena ballroom, que desde la clandestinidad animaron gais, transexuales, latinos y negros del Nueva York de los años ochenta y noventa, ha acabado extendiéndose por todo el mundo, aunque sus objetivos son los mismos: crear comunidad seguras en torno al bailes como el voguing, que combina el minimalismo y la geometría de los jeroglíficos egipcios y las poses audaces de las modelos del Vogue. Cada colectivo forma parte de una house, una casa , y entre ellas compiten bailando en sesiones maratonianas que ponen al límite la capacidades físicas de los participantes.
Este baile urbano nació en el seno de la comunidad LGTB afroamericana en el Nueva York de los 80
Por primera vez en una institución reconocida, la escena ballroom aterriza este domingo en el Mercat de les Flors con The Royal Gucci Ball, un evento de seis horas de duración que reunirá a algunas de las figuras más influyentes del ballroom europeo. La experiencia “permite ver mucha gente que nunca habríamos imaginado que podría brillar. Es un espacio donde se puede experimentar y descubrir personajes únicos”, comenta su organizadora, Jayce Gorgeous Gucci, para quien actuar en un teatro como el Mercat de les Flors es un gran logro, aunque también es consciente de que “la sociedad se aprovecha de las culturas minoritarias para comercializarlas. Así que nosotras haremos lo mismo para conseguir el respeto que merece”.
Imagen de la obra artística de Andrea El Ameri.
La propuesta forma parte del festival de danza urbana Hop, que desde el 20 de septiembre se viene celebrando en Barcelona y Sant Adrià de Besòs, con un total de más de 100 artistas presentando sus proyectos artísticos. Además del ya citado The Royal Gucci Ball, en los próximos días el Mercat de les Flors acogerá otros cuatro espectáculos. Doma, de Andrea El Ameri (día 12), es un solo de danza que reflexiona sobre la sociedad patriarcal, sexualizada y violenta en la que vivimos.
En escena, El Ameri se muestra desnuda y con tacones, “con el objetivo de ampliar el lenguaje del cuerpo más allá de la danza y de usarlo como una arma de reivindicación”, comenta. La idea es mostrar uno de los grandes traumas de la sociedad “a través de movimientos salvajes y grotescos”. “Viajaremos a otro lugar, un lugar muy vulnerable”, promete.
Imagen de la compañía CIA.NASSANGAR.
La sesión del día 13 reúne, bajo el título genérico de Attitudes, tres obras. La primera, Mirar, de la compañía Iron Skulls, explora la relación entre dos personas completamente diferentes que “a través de la danza se van entendiendo y acercando”, comenta su director Luis Muñoz. La pieza cuestiona como la percepción que tenemos de los otros altera nuestra visión del mundo, y que “si dejamos de un lado los prejuicios, al final nos fusionamos entre nosotros, como pasa en la obra”, concluye.
Los otros dos son Chasing Butterflies, del colectivo sueco MAJEKO, y Jogo de Dentro, de Kâe Brown Carvalho y Jerson Diasonama, coreógrafos con raíces brasileñas. Finalmente, el día 14, la compañía Nassangar pondrá en escena Stuck.


