Una mujer de 38 años fue imputada este sábado por complicidad en el robo en el Louvre, mientras que un hombre que también había sido detenido el miércoles en el marco de la misma investigación fue puesto en libertad sin cargos. Tres de los cinco detenidos el miércoles fueron puestos en libertad.
La sospechosa compareció desde la tarde del sábado ante un juez que debía decidir sobre su posible detención, solicitada por la Fiscalía. Se presentó entre lágrimas en el banquillo, confirmando que residía en La Courneuve (Sena-Saint-Denis). Fue imputada por complicidad en robo en banda organizada y asociación de malhechores con miras a cometer un crimen. A petición de la Fiscalía y de sus abogados, la audiencia continuó a puerta cerrada.
Por la mañana, la Fiscalía había anunciado “presentaciones ante el juez”, sin precisar el número, entre los cinco sospechosos detenidos el miércoles en el marco de una investigación excepcional sobre el robo en el museo más grande del mundo, cuyo botín se estimó en 88 millones de euros.
Parte de las joyas robadas
Uno de los cinco sospechosos fue puesto en libertad el viernes al término de su detención preventiva, sin cargos en su contra, según informaron a la AFP sus abogadas. “En estos casos constatamos que las oleadas de detenciones se parecen más a redes de pesca de arrastre”, lamentaron. Tres de los cinco detenidos el miércoles fueron puestos en libertad, según fuentes policiales.
Estas cinco nuevas detenciones relacionadas con el espectacular robo fueron anunciadas el jueves por la fiscal de París, Laure Beccuau, quien precisó que las joyas robadas seguían sin aparecer.
Se sumaron a las de dos hombres treintañeros arrestados una semana antes, sospechosos de haber formado parte del comando de cuatro personas que actuó en el lugar.
Policías en la plaza del museo
Estos dos residentes de Aubervilliers (Sena-Saint-Denis), de 34 y 39 años, fueron imputados y puestos en prisión preventiva el miércoles por la noche.
Durante su detención, ambos -uno arrestado en el aeropuerto de Roissy cuando intentaba viajar a Argelia y el otro en Aubervilliers- “hicieron declaraciones (...) mínimas en comparación con lo que parece demostrado en el expediente”, señaló Beccuau.
Estas nuevas detenciones “no estuvieron en absoluto relacionadas con las declaraciones” de los dos imputados, sino “con otros elementos que figuran en el expediente”, como rastros de ADN, videovigilancia o análisis de comunicaciones telefónicas, añadió, precisando que las nuevas detenciones tuvieron lugar, en particular, en París y en Sena-Saint-Denis.
“Fallo de seguridad mayor”
Beccuau subrayó su “determinación”, al igual que la de la centena de investigadores movilizados, de recuperar el botín y a todos los delincuentes implicados.
En cuanto a las joyas, la fiscal explicó que la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales (OCBC) exploraba “una serie de mercados paralelos”, ya que es poco probable que reaparezcan en el mercado legal del arte.
Entre las hipótesis de los investigadores figura la posibilidad de que estas joyas “sirvan como mercancía para el blanqueo de dinero o incluso para negociaciones en el mundo del crimen”, señaló.
El caso ha provocado amplios debates sobre la seguridad del Louvre, el museo de arte más visitado del mundo.
La ministra de Cultura, Rachida Dati, presentó el viernes las primeras conclusiones de la investigación de la Inspección General de Asuntos Culturales, con un balance muy crítico: “una subestimación crónica y estructural del riesgo de intrusión y robo” por parte del Louvre, “una falta de equipamiento en los sistemas de seguridad”, una gobernanza “inadecuada” y protocolos de reacción a robos e intrusiones “totalmente obsoletos”. “No podemos seguir así”, insistió Rachida Dati.
El día del robo, los cuatro delincuentes lograron estacionar un camión-elevador junto al museo, lo que permitió a dos de ellos subir con una plataforma hasta la Galería de Apolo, donde se conservan las joyas de la Corona.
Aun reafirmando que los sistemas de seguridad dentro del Louvre funcionaron correctamente, Dati anunció medidas para responder a un “fallo de seguridad mayor” en el exterior del museo. “Vamos a instalar dispositivos anti ariete y anti intrusión”, anunció, asegurando que estas nuevas instalaciones estarán en funcionamiento “antes de fin de año”.


