El 28 de abril de 1996, en la localidad de Port Arthur, en Tasmania, se produjo el mayor tiroteo de la historia reciente de Australia. Con 35 víctimas mortales, la masacre impulsó cambios fundamentales en la legislación sobre armas de fuego del país, que ese mismo año pasó a ser una de las más estrictas del mundo.
Este domingo, casi tres décadas después de Port Arthur, un padre y su hijo asesinaban a 15 personas a sangre fría en la turística playa de Bondi, en Sydney, mientras un millar de personas celebraban al aire libre la primera noche de la festividad judía de Janucá. Al día siguiente, la policía reconstruye los hechos para esclarecer qué motivó a los tiradores a perpetrar el ataque. La investigación se centra en un edificio de alquiler en Campsie, a treinta minutos del lugar de los hechos, donde se cree que prepararon el atentado.
La policía investiga la relación de los autores con el Estado Islámico
Los autores —un hombre de 50 años llegado a Australia en 1998 con un visado de estudiante y un joven nacido en el país de 24 años— podrían estar relacionados con el Estado Islámico, según apuntan las pesquisas de las autoridades. De acuerdo con la radiotelevisión pública australiana ABC, la policía antiterrorista cree que los atacantes habían jurado lealtad al grupo, y que el menor de los tiradores ya fue investigado años atrás por un posible vínculo con una célula terrorista.
Según se sabe hasta el momento, el padre poseía una licencia de armas de fuego para caza recreativa y era miembro de un club de tiro, lo que ha abierto un debate en el país sobre si, como ocurrió hace casi 30 años en Tasmania, este suceso debería ser un punto de inflexión para endurecer aún más la ley.
El primer ministro, Anthony Albanese, anunció que se estudiará limitar el número de armas permitidas por licencia y la duración de estas, después de que se constatara que el terrorista de mayor edad tenía registradas de manera legítima seis armas de fuego. “Las circunstancias de las personas pueden cambiar”, afirmó el jefe del Ejecutivo australiano, subrayando que la radicalización “puede producirse con el tiempo” y que las licencias de armas “no deberían ser perpetuas”.
Según el think tank australiano The Australia Institute, la legislación actual varía considerablemente entre los seis estados que componen el país. En Nueva Gales del Sur, donde ocurrió el tiroteo, no existe un límite en el número de armas registradas por persona, mientras que en Australia Occidental solo se permiten cinco. Aunque las cifras siguen siendo relativamente bajas —una arma de fuego por cada 33 personas en Nueva Gales del Sur—, el país ha experimentado un crecimiento de casi un 25 % en el número de armas de fuego registradas desde la masacre de Port Arthur, según la misma fuente.
Israel pide precaución a sus ciudadanos en el extranjero durante las celebraciones de Janucá
La oficina de Benjamín Netanyahu recomendó a los ciudadanos israelíes en el extranjero evitar asistir a celebraciones multitudinarias de la festividad judía de Janucá, ante el riesgo de posibles ataques terroristas por imitación tras el tiroteo ocurrido en Sídney este domingo. “Incidentes pasados justifican la preocupación ante posibles imitaciones por parte de simpatizantes terroristas que podrían actuar inspirados por el evento”, advierte la nota oficial. Ante esta situación, las autoridades israelíes recomiendan a sus ciudadanos evitar la asistencia a celebraciones multitudinarias que no cuenten con medidas de seguridad, incluidos actos en sinagogas y fiestas de la festividad judía de Janucá, que tendrá lugar durante los próximos ocho días. A raíz del ataque, el Gran Rabino ruso, Berel Lazar, ya anunció este domingo la cancelación de la celebración de la festividad en Moscú. Será la primera vez desde 1991, año en que se desintegró la Unión Soviética, que la Janucá no tendrá lugar en la capital rusa.
La comunidad judía australiana fue el objetivo directo del atentado terrorista, donde perdieron la vida dos rabinos y un sobreviviente del Holocausto, además de una niña de 10 años. Esto ha provocado un aumento de las tensiones diplomáticas entre Australia e Israel, luego de que Benjamin Netanyahu, asegurara que Albanese “no había hecho nada” para frenar el antisemitismo.
El rabino Levi Begun habla sobre la importancia de la luz en la oscuridad, haciendo referencia a Australia
El primer ministro israelí señaló directamente el apoyo australiano a la creación de un Estado palestino como una forma de alimentar el antisemitismo, pero el premier australiano ya lo había condenado, anunciando una inversión de 25 millones de dólares australianos para reforzar la seguridad en instalaciones comunitarias judías, incluidas escuelas.
“Debe ser posible expresar en Australia una opinión sobre acontecimientos en el extranjero. La línea se cruza cuando se culpa o se señala a personas simplemente por ser judías”, expresó Albanese, remarcando la importancia de distinguir entre antisemitismo y la crítica legítima a las acciones del Gobierno israelí en Gaza.


