Los vecinos de Latre, un pequeño pueblo del municipio de Caldearenas, han mostrado su indignación tras la polémica intervención de Eduardo Lacasta, quien repintó la entrada de la iglesia de San Miguel y se retrató a sí mismo como San Matías, según ha informado el Diario del Alto Aragón.
El alcalde de Caldearenas, Primitivo Grasa, aseguró que el ayuntamiento desconocía la actuación hasta que ya estaba hecha y que solicitará explicaciones al Obispado de Jaca para saber si el vecino contaba con su autorización.
Vecinos de Latre, indignados por el repintado no autorizado de su iglesia
Por su parte, algunos vecinos han expresado su rechazo hacia esta intervención, que califican de “desastrosa” para el patrimonio del pueblo. En declaraciones recogidas por el Diario del Alto Aragón, han subrayado que acciones como esta ponen de manifiesto una falta de respeto hacia el legado histórico. “El patrimonio cultural requiere conocimiento especializado y un respeto profundo por su historia. Este tipo de iniciativas individuales no supervisadas pueden sentar un precedente peligroso para la conservación de los monumentos”, apuntan.
Además, han insistido en la necesidad de establecer controles más estrictos para prevenir actuaciones similares en el futuro y garantizar la restauración profesional del patrimonio. “El patrimonio no es propiedad privada; nos pertenece a todos como un legado colectivo que debemos preservar para las generaciones venideras”, concluyen.