El Palau Sant Jordi cumple 35 años con salud de hierro y un futuro ilusionante

Barcelona

El palacio olímpico resiste bien el paso del tiempo y se prepara para seguir compitiendo al máximo nivel

Palau Sant Jordi, el Olimpo de los espectáculos

FOTO ALEX GARCIA PALAU SANT JORDI DEL ARQUITECTO ARATA ISOZAKI. CONCIERTO DE BUNBURY 2025/09/18

El Palau Sant Jordi, la noche del pasado jueves. abierto para el concierto de Bumbury

Àlex Garcia

“Espero que el Palau Sant Jordi no se quede solo en una obra olímpica. Me gustaría que Barcelona lo conservara porque yo pensé sobre todo en esta ciudad al concebir el proyecto y ella es la destinataria final de la obra”. Hacer 35 años, en una entrevista concedida a La Vanguardia , Arata Isozaki expresaba su deseo de larga vida a la instalación que el 21 de septiembre de 1990 la Diputación de Barcelona entregaba al Ayuntamiento presidido por el alcalde Pasqual Maragall. Según Isozaki, el Sant Jordi había de tener “un carácter universal”. Y, sin duda, los deseos del arquitecto japonés se han hecho realidad.

Tres décadas y media después de que los barceloneses conocieran con ilusionante furor la más moderna y preciada joya de la anilla olímpica, el Palau Sant Jordi conserva una salud de hierro que le permite competir en igualdad de condiciones con otras arenas mucho más jóvenes. Pocas obras de la Barcelona del 92 han resistido tan bien el paso del tiempo. Y la impresión es que el Sant Jordi va a seguir siendo un referente internacional de los espectáculos musicales y deportivos por muchos años más. Cuando termine este año, el palacio y su anexo, el Sant Jordi Club, habrán estado ocupados 165 y 73 días, respectivamente, unos números ampliamente superiores a los 123 y 49 del año pasado.

Imprescindible para los grandes espectáculos: es casi imposible encontrar fechas libres a dos años vista

En estos 35 años de vida, el Palau Sant Jordi y el Sant Jordi Club han acogido más de 2.500 acontecimientos. Un 45% han sido conciertos, un 35% ferias y actos corporativos, un 13% grandes citas deportivas y el 7% restante espectáculos familiares y rodajes. Pero en los últimos 10 años, los conciertos representan ya en torno al 70% de las actividades que se llevan a cabo en estas dos instalaciones. La demanda de los más de 40 promotores locales e internacionales con los que se relaciona el equipo directivo de la Anilla Olímpica no para de crecer.

La primera teniente de alcaldía y presidenta de BSM, Laia Bonet, afirma que, “35 años después, el Palau Sant Jordi y el conjunto de la Anilla Olímpica de Montjuïc se mantienen como un referente en el mundo de los acontecimientos deportivos”. “Es, sobre todo –añade la número dos del Ayuntamiento de Barcelona– un escenario clave para el sector de la música en vivo, con una programación permanente de conciertos de artistas nacionales e internacionales de todos los estilos. Y todo desde el liderazgo público”.

Natàlia Garriga, desde comienzos de este año directora de la división de la Anilla Olímpica y el Fòrum de la empresa municipal Barcelona Serveis Municipals (BSM), apunta que ya resulta prácticamente imposible encontrar fechas libres a dos años vista. Solo en lo que resta del 2025, pasarán por el Palau Sant Jordi medio centenar de artistas y algunos, si la mala salud no se lo impide, lo harán en doble sesión (Anuel AA, Joaquín Sabina, Antonio Orozco, los Pecos... hay que reconocer que la oferta abarca todos los públicos, gustos y sensibilidades) o incluso consumando un triplete (Lady Gaga los días, 18,29 y 31 de octubre).

El Sant Jordi ha sido un escenario deslumbrante incluso antes de su inauguración, cuando su construcción –y sobre todo el alzado de la bóveda central de 136 metros de largo por 110 de ancho, montada en el suelo y elevada a 45 metros de altura– ya constituyó todo un espectáculo.

“Ven a ver el mayor espectáculo del mundo”, rezaba la publicidad de las tres jornadas de puertas abiertas organizadas en el momento de la inauguración, sin duda las más exitosas de la historia de un equipamiento deportivo-cultural en Barcelona y quizás del mundo. Y, efectivamente, en todo este tiempo el Sant Jordi ha sido sinónimo de espectáculo en estado puro.

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El hecho único de disponer de hasta tres arenas en un mismo espacio (el Estadi Olímpic, con capacidad para 56.000 espectadores; el Palau Sant Jordi, con 18.411; y el Sant Jordi Club, con capacidad actualmente para un máximo de 4.620 personas) otorga a la Anilla Olímpica de Montjuïc una enorme versatilidad y un ramillete de opciones que habrá que ir ampliando en los próximos años para seguir siendo competitivos. En este contexto se enmarcan las mejoras en el Palau Sant Jordi que se concretarán en breve y que incidirán en aspectos como la acústica, la climatización, los accesos y quizás en el aforo. Se trata de adaptarse de la mejor manera a unos nuevos formatos que multiplican las experiencias de los asistentes.

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Exterior del Palau Sant Jordi 

Mané Espinosa

Desde el año 2003, el Palau Sant Jordi y su anexo (antes sala Barcelona 92, ahora Sant Jordi Club) se encuentran bajo el paraguas de la empresa municipal BSM. El trabajo y la experiencia acumulada por medio centenar de personas adscritas a la división de la Anilla Olímpica consiguen que salgan los números en estas instalaciones gestionadas por la administración pública, una rara avis en un universo en el que predominan los recintos controlados por operadores privados.

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El Olimpo de los espectáculos

Ramon Suñé
ARATA ISOZAKI EN EL PALAU SANT JORDI, DE BARCELONA.#@#ENTREVISTA ISOZAKI�

La voluntad de los gestores de la Anilla Olímpica y del gobierno municipal de Barcelona es mantener sus instalaciones en la máxima categoría de este tipo de recintos multiusos. De ahí que, en el marco general de la transformación de Montjuïc anunciada por el alcalde Collboni en el horizonte del 2029 (centenario de la Exposición Internacional) y más allá, se plantee una fuerte inversión en estos espacios. De momento, la que parece más clara y con un calendario ya definido es la remodelación del Sant Jordi Club, que requerirá una inversión estimada en unos 70 millones de euros. En paralelo irán otras más en el Palau Sant Jordi y en el Estadi Olímpic. El Sant Jordi Club podrá disponer de aforos de hasta 8.000-9.000 espectadores e incorporará todos los requisitos de los nuevos formatos de los espectáculos musicales. El 13 de octubre finaliza el plazo para la presentación de currículos de los aspirantes a definir esta iniciativa. De entre los cinco finalistas seleccionados saldrá el adjudicatario en la primavera del 2026, que dispondrá de un año para concretar el proyecto, al que seguirán otros dos de obras.

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