En un mundo saturado de productos cosméticos y rutinas de belleza interminables, la dermatóloga Ana Molina apuesta por la simplicidad. En el pódcast Animales Humanos, la experta ha desvelado los cuatro pasos esenciales para un cuidado óptimo de la piel, desmontando la creencia de que se necesitan decenas de productos para mantenerla saludable.
La rutina definitiva
Cuatro pasos para una piel sana y protegida
“La más recomendada por dermatólogos es la rutina en cuatro pasos: limpieza, hidratación, fotoprotección y transformación”, afirma Molina. Para la experta, lo fundamental es lavarse la cara por la mañana y por la noche, aplicar antioxidantes para combatir el daño ambiental y, sobre todo, nunca olvidar la protección solar. “Si tú te levantas por la mañana y te pones un fotoprotector, ya estaría”, recalca.
Molina insiste en que los dermatólogos tienden a ser minimalistas y que no es necesario acumular cosméticos innecesarios. “Ningún dermatólogo te va a recomendar 20 productos”, sentencia. En su lugar, la clave está en el uso de principios activos con eficacia comprobada, como los antioxidantes (por ejemplo, la vitamina C), los retinoides y los hidroxiácidos. “Son como las frutas, pero aplicadas en la piel”, explica.
El pilar fundamental de la rutina es la fotoprotección. “Obviamente, los filtros solares son imprescindibles”, asegura Molina, destacando que muchos de estos productos ya incluyen antioxidantes, lo que simplifica aún más la rutina de cuidado. La exposición al sol sin la debida protección es el principal factor del envejecimiento prematuro de la piel.
Para la noche, la especialista recomienda usar ingredientes que estimulen la regeneración cutánea. “Usar algún producto que tenga algo de retinoides ayuda a poner a la piel a trabajar”, señala. Este tipo de activos favorece la renovación celular, mejora la textura y previene la aparición de arrugas.
Según Ana Molina, menos es más cuando se trata del cuidado de la piel. La clave está en ser constante con una rutina efectiva y basada en la ciencia: limpiar, hidratar, proteger del sol y utilizar activos transformadores. “No es como tu entrenador personal, pero funciona”, concluye con humor.