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Cristina Martínez, doctora en psicología: “Corregir los exámenes con bolígrafo rojo puede producir bloqueos y desconexiones a los alumnos”

'Versió RAC1'

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La doctora Cristina Martínez explica que el color rojo puede perjudicar al aprendizaje de los alumnos.

CC0

Entre los muchos problemas con los que deben enfrentarse ahora los docentes, ha surgido una nueva preocupación: la forma de corregir los exámenes para evitar generar angustia a los alumnos.

Todo ha comenzado con una entrevista que el Diario de Vigo ha hecho a la orientadora escolar Nieves Argibay, donde afirma que se ha demostrado que “corregir los exámenes con boli rojo provoca ansiedad a los alumnos”.

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El debate reside en la sobreprotección de los alumnos y en si estos saldrán preparados realmente para la vida adulta. Hemos hablado en el Versió RAC1 de Toni Clapés con Cristina Martínez, doctora en psicología y directora del gabinete psicológico de Mataró.

“El reforzamiento positivo funciona más que el reforzamiento negativo”.

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¿Corregir exámenes en rojo provoca ansiedad?

La doctora afirma que es clave reforzar los comportamientos positivos de los alumnos: “Valorando el esfuerzo y la actitud de los niños conseguiremos que tengan más ganas y motivación para reproducir la conducta positiva”. En esta línea, por tanto, Martínez está de acuerdo con la orientadora en afirmar que el color verde debe emplearse para un “reforzamiento de las conductas positivas” y que el bolígrafo rojo, es decir, “el castigo” no funciona: “ El reforzamiento positivo funciona más que el reforzamiento negativo ”.

Las correcciones en color rojo señalan los errores y al ego no le gustan

Cristina Martínezpsicóloga

La doctora explica que “las correcciones en color rojo señalan los errores y al ego no le gustan, provoca que los alumnos se desconecten, se bloqueen y dejen de tomar atención a qué podrían mejorar”. Por tanto, de acuerdo con estas opiniones, lo más eficiente sería señalar las cosas que se hacen bien e indicar aquellas que se deben mejorar “a la hora de corregir un examen sería fabuloso señalar el error que ha cometido el alumno, pero también el acierto, felicitarle por haberlo hecho bien”, ejemplifica la orientadora.

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Antoni Dalmases responde

De esta forma de entender la educación y del debate que generan este tipo de correcciones hemos hablado con el maestro y escritor, ahora jubilado, Antoni Dalmases , autor de Caos en las aulas.

Antoni Dalmases sostiene que “no aceptar la corrección es salvaje”.

ACN

El maestro afirma que este es un movimiento que nace “de este tipo de psicopedagogos que debían de tener un problema gravísimo cuando fueron a la escuela, que la disciplina les molestaba” de los que afirma que “son gente sin criterio”.

Dalmases habla de un “movimiento de termitas” que se centran en el color de los bolígrafos de corrección “para evitar todos los problemas que tiene la enseñanza ” y afirma rotundamente que “no aceptar la corrección es ser salvaje”. Para el profesor, es esencial enseñar a los ignorantes lo que hacen mal para que aprendan. “Enseñar significa guiar a la gente a aprender cosas por el futuro”, afirma.

Entender que corregir es castigar, es aberrante"

Antoni Dalmasesmaestro jubilado y escritor

Las correcciones del jubilado eran minuciosas. “Destacando cada punto, cada coma. Y después mostrando comentarios de cómo deberían hacerlo” y, esencialmente, “con una pluma especial de color rojo ”, explica. Sobre el refuerzo positivo que mencionaba la doctora, Dalmases afirma estar de acuerdo, pero que también cree en el refuerzo punitivo. “Entender que corregir es castigar, es aberrante”, denuncia.

Para el maestro jubilado “corregir no es castigar ”. Exponer a los alumnos a la frustración es importante para Dalmases. “Si no les enseñamos a preverlas, torear, aceptar cuando fallan, ¿qué monstruos estamos creando?”, se pregunta.

Este artículo fue publicado originalmente en RAC1.

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