Hoy en día, cada vez son más las personas que conocen la existencia de las denominadas “grasas buenas” y “grasas malas”, un concepto básico para que sea más fácil de entender. En realidad, deberíamos hablar de grasas saturadas, insaturadas y trans. Ahondando más en el tema, la Fundación Española del Corazón distingue también entre las grasas monoinsaturadas y las poliinsaturadas.
Y, pese a la creencia popular, no todas las grasas son malas; de hecho, existen algunas que, paradójicamente, ayudan al cuerpo a quemar más calorías. Precisamente, las grasas insaturadas son las que se conocen como grasas saludables, y están presentes en multitud de alimentos de origen vegetal, pescados y mariscos.
El nutricionista Pablo Ojeda ha compartido la explicación en un vídeo que ha subido en su perfil de Instagram (@pabloojedaj), donde acumula más de 171.000 seguidores. En él, revela cómo actúan los ácidos grasos omega-3 en el organismo para acelerar el metabolismo y, de esa manera, impulsar la quema de calorías.
Tres grandes beneficios del omega-3
Los ácidos grasos omega-3 son un tipo de grasa esencial para el organismo, pero que no producimos de forma natural. Es un tipo de grasa que ofrece múltiples beneficios para nuestra salud, pero la única forma de obtenerlos es a partir de los productos que comamos. Por esta razón, es importante ingerir alimentos ricos en omega-3.
Uno de los beneficios principales que tiene el omega-3 en nuestro cuerpo es la pérdida de grasa. El omega-3 favorece una mejor respuesta celular a la insulina, y esto, según explica el nutricionista, “ayuda a tu cuerpo a quemar grasa de forma más eficiente”.
Además, el omega-3 mejora la memoria. En este sentido, el Colegio General de Colegios Oficiales de Enfermería de España se hace eco de los resultados de un estudio científico que evidencia que las personas que tienen niveles más elevados de omega-3 tienen, también, un volumen cerebral más grande, especialmente en el área del hipocampo, que influye de forma directa en la memoria.
Pablo Ojeda también afirma que este tipo de grasa mejora la concentración, el rendimiento mental y “puede ayudar a prevenir el declive cognitivo, así como enfermedades como el alzhéimer o la demencia”.
Por último, el especialista en nutrición añade que el omega-3 tiene propiedades antiinflamatorias. Sobre todo, reducen la inflamación intestinal y de las articulaciones.
Alimentos ricos en omega-3
El cuerpo no produce ácidos grasos omega-3 de forma natural, por lo que debemos ingerirlos a partir de los alimentos.
Los pescados como el salmón, la caballa, el atún o las sardinas constituyen una de las fuentes más ricas en omega-3, al igual que las nueces, las almendras o las semillas de chía. Asimismo, los aceites de lino, soja o hígado de bacalao también tienen altos niveles de omega-3.
Finalmente, el nutricionista recuerda que otra forma de obtener los índices de omega-3 óptimos es complementar la propia alimentación con la ingesta de suplementos específicos, siempre que sea controlada por un nutricionista profesional que ajuste las cantidades según las necesidades de cada persona.


