Adriana Izquierdo, especialista en alergología: “Cuando perdemos el olfato, perdemos parte de los sabores, y hay pacientes que les afecta en el peso”

Salud

La doctora experta en olfato ha explicado cómo la pérdida de este sentido puede influir en nuestro día a día: “La falta de olfato también nos altera los sabores”

Adriana Izquierdo, especialista en alergología: “Cuando perdemos el olfato, perdemos parte de los sabores, y hay pacientes que les afecta en el peso”

Adriana Izquierdo, especialista en alergología: “Cuando perdemos el olfato, perdemos parte de los sabores, y hay pacientes que les afecta en el peso”

Instagram @dra.adriana_izquierdo

Los seres humanos percibimos la realidad a través de los cinco sentidos: la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato. Cada sentido cumple una función y, gracias a ello, podemos interpretar muchas cosas de nuestro día a día. 

La vista y el oído suelen acaparar más protagonismo, pero no podemos olvidarnos del olfato, ya que es un sentido primitivo y muy importante.

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La Dra. Laura Mascaraque, neurocientífica experta en olfato y memoria, y la Dra. Adriana Izquierdo, alergóloga especialista en rinosinusitis crónica y anosmia, han sido invitadas a El Podcast de Cristina Mitre para explicar cómo funciona el olfato en nuestro cerebro y por qué perderlo puede afectar nuestra vida cotidiana: “Es el sentido de la memoria y las emociones”.

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“El olfato tiene una conexión directa con el sistema límbico, que es la parte del cerebro emocional. Cuando percibimos un olor, la molécula química se transforma en una señal eléctrica a través de la sinapsis y llega al cerebro”, ha detallado Mascaraque. Los humanos tenemos 400 genes que regulan el olfato y será el sentido del futuro “porque es el menos estudiado de todos”.

El “fenómeno de la magdalena de Proust” explica cómo una serie de olores pueden llevarnos a revivir momentos del pasado de forma involuntaria: “De este modo, el olfato afecta directamente a la memoria. Cuando perdemos este sentido, podemos tener ciertas dificultades para recordar cosas y para regularnos emocionalmente. También puede afectar a las relaciones sociales”.

“El olfato tiene una conexión directa con el sistema límbico, que es la parte del cerebro emocional“”

La falta de olfato no solo afecta a la memoria, ya que cuando no tenemos olfato, podemos perder ciertos sabores a la hora de comer: “El gusto y el olfato son los únicos sentidos químicos. En cuanto al gusto, tenemos cinco tipos de papilas gustativas: dulce, salado, umami, ácido y amargo. Los otros tipos de sabores que notamos al comer los identificamos a través del olfato”.

Todo esto explica que, cuando perdemos el olfato, también perdemos algunos sabores porque “el sabor es la combinación del gusto con el olfato”. Gracias a esta explicación, podemos entender por qué mucha gente perdió ambos sentidos, de forma temporal, con el coronavirus. “Hay pacientes que pierden peso si tienen afectaciones en el olfato”, ha dicho Izquierdo.

Laura Mascaraque:

Laura Mascaraque: “Debemos empezar a dar importancia al olfato”.

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Cabe destacar que el olfato es un sentido bastante olvidado y que no le damos suficiente valor hasta que se ve afectado o, directamente, no lo tenemos. Sin embargo, este sentido primitivo es esencial para detectar situaciones de riesgo, enfermedades neurodegenerativas, entre otros aspectos: “Tenemos que empezar a dar importancia al olfato. Es el sentido del futuro y está dando muchas sorpresas”.

Estas son las causas que pueden afectar al olfato

La pérdida de olfato, conocida técnicamente como anosmia, puede tener múltiples causas, algunas temporales y otras permanentes. Una de las más comunes son las infecciones víricas, como los resfriados o la gripe. La alteración olfativa también puede aparecer como síntoma en fases iniciales de diversas enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.

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Los problemas nasales estructurales o inflamatorios, como la sinusitis crónica, los pólipos o una desviación del tabique, también pueden dificultar la entrada de las moléculas odorantes. Aunque a menudo se banaliza la pérdida de este sentido, detectarla a tiempo puede ser clave para prevenir problemas mayores. Por lo tanto, un diagnóstico adecuado puede ayudarte a recuperar el sentido.

Este artículo fue publicado originalmente en RAC1.

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