Estrés, insomnio, problemas para conciliar el sueño, malos hábitos, existen diferentes motivos que pueden esconderse detrás de aquellas personas que no duermen las horas suficientes al día. En algunas ocasiones, estas se escapan del control de los individuos, pero, otras veces, puede tratarse de una decisión consciente. Por ejemplo, promovidas por una falsa creencia acerca de que dormir engorda. Nada más lejos de la realidad.
La costumbre de mantener un sueño de calidad resulta esencial para la salud en todos los aspectos, incluyendo el de procurar situarse en un peso saludable. De hecho, cuando no se duerme lo suficiente únicamente se consigue lo contrario, es decir, engordar, tal y como señalan los expertos en salud.
¿Dormir puede ayudar a perder peso?
Uno de los mitos en torno al sueño que hay que desmentir es el de que dormir engorda, ya que no solo se trata de una falsa creencia, sino que el hábito saludable de procurar al organismo un buen descanso puede tener justo el efecto contrario. Boticaria García, farmacéutica y nutricionista, habla sobre este tema a través de su intervención en el programa de televisión ‘Saber vivir’. “La realidad es que tener un sueño de calidad y en cantidad suficiente nos puede facilitar el camino hacia la pérdida de peso”, asegura la especialista.
Además, Boticaria García señala que es precisamente la falta de sueño y de descanso adecuado lo que puede suponer un factor que promueva el sobrepeso y la obesidad. Uno de los motivos que señala la nutricionista tiene que ver con la alteración de las hormonas, ocasionado por no dormir lo suficiente. Por otra parte, aumenta la grelina, conocida como la ‘hormona del hambre’, ya que cuenta con un papel clave en la regulación del apetito. Mientras que la leptina, la ‘hormona de la saciedad’, disminuye como resultado de esta alteración hormonal. Así lo demuestran los estudios realizados al respecto, como recoge la Universidad de Harvard, que aconseja mantener una adecuada higiene del sueño para que estas hormonas permanezcan reguladas.
Otro aspecto a tener en cuenta, advierte Boticaria García, es que se almacena más grasa. “No dormir bien altera el metabolismo, disminuye el gasto energético en reposo y aumenta la acumulación de grasa”. Un estudio publicado en ‘Nutrients’, realizado por un equipo de investigadores griegos, señala que unos patrones del sueño alterados conducen a un aumento en la ingesta de energía, con una tendencia a optar por alimentos ricos en grasas y carbohidratos, lo que dificulta la pérdida de peso y aumenta el riesgo de obesidad.
Pero conviene no olvidar otra consecuencia más de la falta de sueño, tal y como apunta Boticaria García, se trata del aumento del estrés. “Esto nos puede llevar a comer más y peor, porque aparece el hambre emocional”, asegura.


