Mel Robbins, coach experta en cambio: “Si alguien se siente cómodo hablándote mal de otra persona a escondidas, lo más probable es que también hable de ti a tus espaldas”

Relaciones

Mel Robbins, reconocida coach experta en cambio personal y autora de varios bestsellers, ha compartido recientemente una reflexión en sus redes sociales sobre el chisme y su impacto en nuestras relaciones

Mel Robbins:

Mel Robbins, coach experta en cambio

The Mel Robbins Podcast

El chisme es tan antiguo como el lenguaje humano. Lo aprendemos en la escuela, luego en casa y, más tarde, en el trabajo o en nuestro círculo de amigos. Desde el punto de vista neurológico, compartir información social activa los mismos circuitos de recompensa que otras actividades placenteras. Además, funciona como un mecanismo de defensa que refuerza nuestra autoestima de forma superficial.

El chisme también contribuye a fortalecer vínculos o a crear de nuevos, ya que hablar sobre otras personas a sus espaldas puede generar una sensación de intimidad y confianza con quien escucha. Sin embargo, lo que muchos desconocen, o al menos no comprenden hasta que el tiempo se lo revela, es que estos vínculos, nacidos del cotilleo, son poco saludables y pueden perjudicar no solo a quien chismorrea, sino también a quien escucha con atención y complicidad.

Group of friends in a rental apartment looking at a smartphone.

Grupo de amigas cotilleando

elCASANELLES

Mel Robbins, reconocida coach experta en cambio personal y autora de varios bestsellers, ha compartido recientemente una reflexión en sus redes sociales sobre el chisme y su impacto en nuestras relaciones. En sus palabras: “Si alguien se siente cómodo chismeando contigo, es probable que también chismee sobre ti”.

La gente chismea como una forma de conectar con otras personas

Mel Robbins,coach experta en cambio

Robbins señala que el chisme suele actuar como una herramienta de conexión social. A este fenómeno se le conoce como “triangulación”: ocurre cuando dos personas se unen hablando mal de una tercera, construyendo un vínculo que parece sólido, pero que en realidad se basa en la crítica y la desconfianza. Según la experta, esta práctica es especialmente común en personas con rasgos narcisistas, que utilizan el desprestigio ajeno para ganarse la aprobación o la cercanía de otros.

Lo más inquietante es que esta dinámica se repite con frecuencia. Quien chismea contigo hoy, no dudará en hablar mal de ti mañana si eso le sirve para acercarse a otra persona. Es una cadena de deslealtad que debilita la confianza en los vínculos personales y profesionales.

Cuando te conviertes en una persona que tiene como regla no chismear sobre los demás, te rodeas de otras personas que tampoco chismean sobre ti

Mel Robbins, coach experta en cambio

Robbins también invita a adoptar una postura necesaria para mejorar la calidad de nuestras relaciones: dejar de participar en el chisme. Hacer de la no crítica una regla personal no solo eleva nuestros estándares éticos, sino que también transforma el entorno que nos rodea. “Cuando te conviertes en una persona que no chismea, te rodeas de personas que tampoco chismean sobre ti”, afirma. Esto genera un cambio muy positivo en nuestras relaciones: se vuelven más honestas, con una comunicación más transparente y una vida emocional mucho más saludable.

Lee también

En un mundo donde el chisme está tan normalizado en redes sociales, en el trabajo, incluso en círculos familiares, esta reflexión de Mel Robbins invita a detenernos y revisar cómo nos estamos relacionando. Quizá ha llegado el momento de poner límites, de cuidar lo que decimos y a quién se lo decimos. Porque, al final, como bien dice Robbins, entender que quien chismea contigo también puede hacerlo sobre ti cambia para siempre la manera en que ves tus relaciones.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...