La psicóloga Marta Barranco ha vuelto a compartir una contundente y profunda reflexión sobre las relaciones de pareja. Aunque todos tenemos claro que la comunicación es uno de los pilares fundamentales de los vínculos afectivos, a veces muchas personas cometen el error de mentir a su pareja para evitar una discusión. A priori, puede parece un acto inofensivo o incluso protector. Pero la realidad es que abusar de esta práctica dentro de una relación puede ser destructiva.
A través de un video publicado en su perfil de TikTok, donde ha logrado construir una comunidad de más de 63.000 seguidores, la experta ha querido ofrecer una perspectiva clara y contundente del asunto, poniendo como ejemplo una de las últimas conversaciones que había tenido en consulta con una de sus pacientes.
'''Mi pareja no para de decirme mentiras piadosas'. Esto me contaba el otro día una chica. Resulta que habían salido y a su lado había una chica que le parecía muy atractiva. Entonces ella le preguntó a su pareja si a él también le parecía atractiva y él por no hacerla sentir mal o por no entrar en conflicto le dijo que no cuando la realidad es que sí'', comenzaban contando.
Según la psicóloga, la situación fue a peor con el paso de los días. ''Ella le siguió preguntando y al final él le confesó que sí que le parecía atractiva pero que no se lo quería decir por evitar un conflicto, por evitar una discusión'', aseguraba. Sin embargo, Barranco dejaba claro que ''las mentiras piadosas no dejan de ser mentira''. ''Cuando yo miento a la otra persona para evitar que se sienta mal al final lo que también estoy haciendo es que la otra persona no pueda conocerme o no pueda saber quién soy'', aseguraba.

Discusión de pareja
Tal y como explicaba, el objetivo de una mentira piadosa es evitar algo. ''Y lo único que hacen es que la confianza en la relación de pareja disminuya porque si cada vez que yo te hago una pregunta un poquito comprometida no sé hasta qué punto tú me vas a contestar con sinceridad o no o me vas a contestar intentando evitar un problema'', señalaba.
Además, uno de los grandes problemas de las mentiras piadosas es que ''la pelota se va haciendo cada vez más grande''. ''Y al final pasa factura porque tú dejas de saber qué persona tienes al lado. Y cuanto menos conozco a la otra persona y más desconfío de por qué me está diciendo esto más voy a entrar en comprobar, en preguntar, en volver a preguntar otra vez la información, en ver si me está engañando o no....La otra persona empieza a necesitar confirmar más veces la información porque no sabe desde dónde estás dando tú la respuesta'', afirmaba.