La infancia es una de las etapas más importantes en la vida de una persona, ya que muchas de las experiencias vividas durante los primeros años dejan huella y acompañan al individuo para siempre.
En este periodo, la libertad se convierte en el motor principal del aprendizaje y el descubrimiento. Para los niños, explorar a través del juego y la curiosidad es una necesidad básica que los conecta con su esencia más pura e inocente. Por eso, tal como señalan muchos psicólogos y expertos en la materia, es fundamental proteger y respetar ese espacio de libertad, para que cada infante pueda desarrollarse con calma y vivir una infancia feliz y tranquila.
Niño jugando
En una de sus últimas publicaciones en Instagram, la psicóloga Milena González, experta en infancia y crianza, insistió en la importancia de que cada niño pueda disfrutar de las distintas etapas que atraviesa durante su crecimiento.
La experta señaló que todos los padres deberían educar a sus hijos de tal manera que estos aprendan que, para brillar, no necesitan apagar la luz de los demás y que su valor no depende del aplauso o el reconocimiento de otras personas.
La destacada psicóloga, que acumula más de dos millones de seguidores en la plataforma de color rosa, añadió que es imprescindible transmitir a los hijos que no deben tener miedo a equivocarse y que, especialmente en la sociedad actual, es mucho mejor cooperar que competir.
''La infancia no es una carrera por ser el mejor, es una oportunidad para que los niños y niñas descubran quiénes son con libertad, juego y sin prisas. Eduquemos con equilibrio, ejemplo y paciencia'', sentenció la especialista en una de las infografías que compartió en la publicación.
''No hay niños difíciles''
A lo largo de su trayectoria en el mundo de la divulgación, la terapeuta ha compartido en múltiples ocasiones que la sociedad se apresura a clasificar comportamientos sin detenerse a mirar lo que hay detrás de cada caso individual: ''¡Pero no hay niños difíciles! Hay temperamentos que no han sido comprendidos. Cada niño nace con una forma única de sentir, reaccionar y relacionarse con el mundo, y esa forma merece ser observada con nuevos ojos''.
Según la popular escritora, no hay hijos problemáticos, sino niños con un profundo deseo de sentirse vistos y de sentirse importantes para quienes más aman: ''Cada rabieta y mal comportamiento es, a veces, un grito silencioso que dice 'mírame, escúchame y ayúdame'''.
