Lo que hacen las parejas felices (y quizá falte en tu relación), según la psicóloga Amaya Navarro: “Saca un hielo del congelador y espera a que se descongele para hablar tras un conflicto”

Parejas felices

“Las pequeñas cosas del día a día son las que mantienen la conexión y el bienestar en pareja, por ejemplo, abrazos y besos al llegar a casa o al salir, palabras de cariño, reírnos juntos...”, cuenta Navarro

Retrato de Amaya Navarro

Retrato de Amaya Navarro

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Las parejas felices sí existen. No son aquellas que jamás discuten ni las que aparentan llevar vidas perfectas mientras todo se desmorona a su alrededor. Las parejas felices son las que, a través del trabajo, la comunicación, la confianza y las ganas de hacer las cosas bien, consiguen crear dinámicas saludables que les ayudan a vivir unidas y orgullosas de lo que han construido.

El estudio “Enduring Love? Couple Relationships in the 21st Century” fue publicado en noviembre de 2013 por The Open University y demuestra la posibilidad de mantener la calidad y la estabilidad de las relaciones a través de hábitos y un trabajo personal y emocional. 

El estudio examina tanto parejas heterosexuales como LGBTQ+, evaluando sus experiencias cotidianas, el significado de estar en pareja y cómo se gestionan los desafíos comunes. Parte de la idea de que no todas las relaciones largas son siempre satisfactorias, pero busca las claves que ayudan a mantener el vínculo en el tiempo.

Pareja feliz

Pareja feliz

Miljan Zivkovic

Detrás de estos hábitos existe una larga lista de acciones que se pueden llevar a cabo para mantener viva la felicidad de una pareja, y que las más felices practican. Amaya Navarro, psicóloga, ha desvelado en una entrevista para La Vanguardia algunos hábitos que las parejas más felices ponen en práctica y que quizá la tuya no esté aplicando. 

“Las pequeñas cosas del día a día son las que mantienen la conexión y el bienestar en pareja, por ejemplo, abrazos y besos al llegar a casa o al salir, palabras de cariño, reírnos juntos...”, cuenta la experta. Además, Navarro habla de la importancia de buscar pequeños momentos de calidad, como pueden ser cenar sin el móvil o la televisión o contarse cómo ha ido el día mientras se da un paseo.

Errores comunes que podrían estar saboteando tu relación

Cuando una pareja lleva mucho tiempo junta, es fácil dar ciertas cosas por sentadas. Navarro señala el error de asumir que la otra persona siempre estará ahí “pase lo que pase” únicamente por los años compartidos. Este tipo de pensamiento puede generar distanciamiento y hacer que se descuide la relación.

Otro de los puntos que señala la psicóloga es la falta de comunicación en muchas parejas. “Por ejemplo, en el tema de la sexualidad”, cuenta. Muchas veces se evita tener ciertas conversaciones por la incomodidad o por miedo al conflicto, lo que hace que se acumule el malestar y termine saliendo, por otro lado. “La evitación tiene trampa, a corto plazo nos hace sentir bien por no enfrentarnos a la situación, pero a largo plazo es contraproducente”, añade.

Navarro considera que la comunicación es la base de cualquier relación y que, por tanto, hablar a diario de cómo nos sentimos es clave. “Interesarnos por las emociones de nuestra pareja o compartir cosas que nos han ido pasando puede favorecer la conexión”, explica. La experta recomienda buscar un rato a la semana para hablar de aquellas cosas que hayan podido generar malestar en la relación (si es que las hay).

Cuando se habla de comunicación no se trata solo de discutir o resolver conflictos, sino también de aprender a comunicarse en positivo. Por ejemplo, diciéndole a tu pareja lo feliz que te hace.

Acciones clave que pueden fortalecer la relación

Muchas parejas creen que simplemente pasar mucho tiempo juntos es suficiente, pero de nada sirve si ese tiempo no es de calidad. ¿Qué significa realmente? Se trata de momentos en los que se presta atención plena, más allá de estar físicamente en el mismo espacio. “El tiempo de calidad implica mirarnos a los ojos, reír juntos, compartir experiencias y sensaciones, sin teléfonos móviles en la mesa ni televisión de fondo”, explica la psicóloga.

Para vencer la monotonía basta con introducir pequeños cambios en el día a día: cambiar el horario de la cena o planear una escapada de fin de semana

Amaya Navarro

También existen pequeñas acciones que pueden marcar una gran diferencia. Navarro recuerda que el autor Gary Chapman definió los cinco lenguajes del amor: palabras de afirmación, tiempo de calidad, recibir regalos, actos de servicio y contacto físico. “Conocer nuestro propio lenguaje y el de nuestra pareja es fundamental, pero también hay gestos cotidianos que hacen la diferencia: caminar de la mano, una caricia en el brazo mientras vemos una película en el sofá, un abrazo por la espalda mientras cocino… entendiendo que el contacto físico no se limita al sexo”, añade.

La monotonía como enemigo silencioso

La rutina no es un problema en sí misma, ya que aporta estabilidad y cierta estructura a la relación. El problema surge cuando aparece el aburrimiento dentro de esa estructura, lo que conocemos como monotonía. “Para vencerla basta con introducir pequeños cambios en el día a día: cambiar el horario de la comida o la cena, hacer recetas nuevas, dejar una nota sorpresa a tu pareja o planear una escapada de fin de semana. La novedad no requiere grandes viajes ni planes elaborados, solo intención”, explica Navarro.

Y aunque los intereses compartidos son importantes, es fundamental mantener hobbies y espacios individuales. “Es clave tener intereses en común con nuestra pareja y disfrutar de ese tiempo, pero también mantener la individualidad y los intereses propios”, apunta. No es necesario cubrir todas las áreas de la vida del otro. “Por ejemplo, si a mí no me gusta el fútbol y a mi pareja le encanta, está bien que se vaya con sus amigos a ver un partido y yo haga otros planes. De esa manera, al llegar a casa podremos compartir lo que hemos hecho y ese tiempo será de calidad”, aclara.

Los conflictos y cómo afrontarlos

Resolver los conflictos es fundamental para proteger la relación a largo plazo, y el primer paso es abordarlos desde la calma. “Para ello siempre recomiendo imaginar un semáforo, identificando en qué color estamos: rojo, amarillo o verde. Si estamos en rojo, lo recomendable es no seguir con la conversación, salir del lugar y retomarla cuando estemos en calma, es decir, cuando volvamos a estar en verde”, señala Navarro.

Pareja feliz

Pareja feliz

Miljan Zivkovic

Otro consejo de la experta, aunque pueda parecer curioso, es obligarnos a esperar: sacar un hielo del congelador y no hablar del tema hasta que se haya derretido. Además, es fundamental hablar en primera persona, respetar los turnos, sin gritar ni insultar. “Discutir es humano, no podemos estar de acuerdo en todo, pero no se trata de luchar entre nosotros, sino de unirnos contra el problema”, explica.

Un reciente estudio del neobanco Bunq revela cómo se organizan las finanzas en las parejas españolas y qué diferencias existen con respecto a otros países europeos. Los datos muestran que el dinero es una fuente habitual de tensiones. En España, el 60% de las parejas reconoce haber discutido por motivos económicos, cifra superior a la media europea (56%).

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Aun así, hay discusiones habituales relacionadas con las finanzas. El dinero está siempre presente en nuestras vidas y es una de las principales fuentes de conflicto en pareja, aunque no siempre lo reconozcamos, y puede erosionar la intimidad y la confianza. “Recomendaría la total transparencia, una comunicación clara y establecer acuerdos sobre los gastos y el ahorro con total honestidad. Cada uno tenemos una historia diferente que nos hace relacionarnos con el dinero de maneras distintas”, explica Navarro.

El coqueteo, lo que se pierde con el tiempo

Es inevitable que, con el paso de los años, el coqueteo disminuya, sobre todo en relaciones largas. “A medida que crecemos y maduramos, tendemos a dejar de hacer cosas divertidas. Y en parte es cierto: ya no estamos en la fase inicial del enamoramiento, donde gran parte de la relación giraba en torno a la pasión”, explica Navarro.

La psicóloga recomienda comportarse de vez en cuando como adolescentes y hacerse la gran pregunta: “¿Hace cuánto que no besas a tu pareja apasionadamente sin esperar nada más?”. Y añade que no hacen falta grandes gestos: ese coqueteo no tiene que ser teatral. Basta con un cumplido sincero, una mirada cómplice, un mensaje juguetón de repente o un guiño durante la cena.

¿Cuándo es momento de buscar ayuda profesional?

Existe la creencia de que la terapia de pareja es el último cartucho antes de la ruptura, y eso es un error. Aunque puede ser efectiva, muchas veces la relación está tan desgastada y la distancia es tal que resulta difícil de superar.

“En terapia no solo aprendemos a superar crisis, también adquirimos herramientas de comunicación sana, introducimos hábitos saludables y atajamos los conflictos antes de que se vuelvan graves”, comenta Navarro.

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La experta lanza un consejo directo: “Si estás leyendo esto y tu pareja está cerca, te animo a que vayas a decirle por qué hoy sigues decidiendo compartir tu vida y tu tiempo con él o ella. Miraos a los ojos y notad cómo os sentís. Puede ser un momento muy bonito de conexión”.

Además, insiste en que, si hay algo que te incomoda hablar con tu pareja, esa incomodidad es un indicador de urgencia. Es decir, cuanto más te cueste sacar un tema, más necesario es hacerlo. “Así que te animo a hablarlo y a buscar ayuda profesional si lo crees conveniente”, concluye.

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