El bienestar físico y emocional es uno de nuestros principales objetivos vitales. Tal y como ocurre con el cuerpo, el cerebro sufre las consecuencias del día, cada uno distinto del anterior. Tan pronto como nos despistamos, podemos sentir dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial.
Una de las claves para empezar bien el día es haber dormido de la misma forma la noche anterior. Aun así, podemos contar con la influencia de los sueños en nuestras horas nocturnas, que nos mantienen ocupados mientras tengamos los ojos cerrados. Sin embargo, la pregunta más extendida es: ¿cuánto es necesario dormir? Mónica Roure, doctora en medicina del sueño, respondió en una conferencia de Aprendemos Juntos 2030.
“Antes, sobre todo las personas que se sentían muy ocupadas, los grandes líderes, CEOs de empresas, cuando íbamos a las empresas a dar charlas decían yo con cuatro o cinco horas tengo suficiente, me levanto con energía, con vitalidad, yo ya puedo empezar el día y puedo tirar. ¿Qué pasaba? Que ahora lo que hemos descubierto es que si nosotros miramos los gráficos de sueño durante la noche, las distintas fases de sueño, lo que vemos es que en la primera mitad de la noche nosotros reparamos la parte más física de nuestro cuerpo”, expresaba.
“Y en la segunda mitad de la noche reparamos la parte más cognitiva y la parte más emocional. Muchas personas creen que durmiendo 4 o 5 horas tienen suficiente porque físicamente tienen esa energía, pero están pagando facturas muy caras a nivel de capacidad de concentración, de atención y estado emocional. Esas dos últimas horas de la noche es donde nosotros reparamos todas aquellas habilidades blandas, aquellas soft skills que ahora tanto están de moda y que estamos pagando una factura muy cara”, añadía.
Horas clave
“Y cuando hablamos de dormir bien, hablamos de ese sueño de calidad, pero sobre todo ese sueño de cantidad, de esas dos últimas horas de la noche que son tan importantes para que cuando lleguemos a nuestro trabajo seamos realmente productivos. estemos concentrados y además tengamos esa capacidad de resolución de problemas, esa capacidad de creatividad, de innovar”, aportaba.
“Nosotros cada vez que nos despertamos es un estrés para el cuerpo. Pero digamos como que arrancar la máquina del sueño. No sé si sabes, por ejemplo, que hay más infartos por las mañanas que por la tarde. Y esto se cree que es por el estrés del sistema cardiovascular despertándose por la mañana. Entonces, añades un arranque adicional, que la gente sea consciente de que si se necesita echar siesta todo el rato, hay algo que va mal”, expresaba Pablo Barrecheguren, doctor en Biomedicina por la Universidad de Barcelona, en el podcast Animales Humanos.


