Mario Sánchez, tecnólogo de alimentos: “Guardar los huevos en la puerta de la nevera es lo peor que puedes hacer. Es la zona más expuesta a cambios de temperatura”

Comer bien

Mantener la nevera bien ordenada no solo ayuda a preservar mejor los alimentos, sino que también previene intoxicaciones y desperdicios innecesarios

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Mario Sánchez, tecnólogo de alimentos

Con la llegada de las fiestas navideñas, las despensas se llenan y las neveras empiezan a acumular los alimentos que se servirán durante las celebraciones. Según los expertos, la clave para disfrutar de una buena comida no solo reside en la calidad del producto, sino también en la forma en que lo conservamos en casa.

Mantener la nevera bien ordenada no solo ayuda a preservar mejor los alimentos, sino que también previene intoxicaciones y desperdicios innecesarios. El tecnólogo alimentario Mario Sánchez advierte de que muchos seguimos repitiendo errores básicos que comprometen la seguridad de lo que comemos. El primero y más común tiene que ver con un alimento tan habitual como el huevo.

Huevo balda de nevera

Huevos en la nevera

Gorodenkoff Productions OU

“Lo peor que puedes hacer es guardarlos en la puerta de la nevera”, señala Sánchez. Aunque pueda parecer práctico, explica que esta zona es la más expuesta a cambios bruscos de temperatura debido a la constante apertura y cierre del frigorífico. “El huevo es poroso y muy sensible a estas variaciones, por eso no debe conservarse en la puerta”. El experto afirma que el lugar ideal para almacenarlos son los estantes intermedios, donde la temperatura se mantiene más estable. Lo mismo ocurre con la leche y otros lácteos, que también deberían alejarse de la puerta para garantizar una conservación adecuada.

La carne y el pescado siempre deben ir abajo del todo, para evitar que los jugos que sueltan caigan sobre otros alimentos y los contaminen

Senior EditorTecnólogo de alimentos

Esto plantea una duda habitual: ¿qué debe ir entonces en la puerta? Según Sánchez, la mejor opción son las bebidas que no necesitan frío para conservarse, pero que preferimos refrigerar por sabor y comodidad. “Agua, refrescos, cerveza… Son productos que no se estropean si la temperatura fluctúa ligeramente”. Añade que este espacio también es apto para mermeladas y salsas comerciales, que suelen contener conservantes y toleran mejor los cambios térmicos.

La colocación del resto de alimentos también tiene sus normas. Uno de los errores más peligrosos, según el tecnólogo, es dejar carne o pescado descongelándose en estantes superiores. “Siempre deben ir abajo del todo, para evitar que los jugos que sueltan caigan sobre otros alimentos y los contaminen”. Este tipo de contaminación cruzada, advierte, es una de las principales causas de intoxicaciones domésticas.

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El cajón de frutas y verduras, por su parte, debe utilizarse exactamente para lo que indica su nombre

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El cajón de frutas y verduras, por su parte, debe utilizarse exactamente para lo que indica su nombre. Sánchez recuerda que muchas personas lo emplean como “almacén general”, pero está diseñado para mantener un nivel de humedad adecuado a vegetales y hortalizas. “Es un espacio pensado específicamente para prolongar su frescura, así que conviene respetarlo”.

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Los alimentos ya preparados y los tuppers también requieren estrategia para evitar el desperdicio alimentario. “Todo lo que vaya a caducar antes debe colocarse delante, nunca al fondo”, recomienda el tecnólogo. De esta forma, disminuye la probabilidad de que un tupper quede olvidado y su contenido termine en la basura.

En plena temporada de ofertas, Sánchez recuerda que una buena compra no solo se mide en descuentos, sino también en salud. “Organizar bien la nevera es un gesto pequeño, pero tiene un impacto enorme en cómo nos alimentamos”. Una costumbre sencilla que, según él, todos deberíamos incorporar.

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