¿Cuándo ha sido la última vez que ha limpiado su peine? No nos referimos a quitar los pelos que se acumulan cada vez que nos peinamos, sino a la desinfección de estas herramientas que usamos a diario y que pueden traer consecuencias para la salud capilar si no las lavamos.
“Si no lavas tus cepillos pueden acumular bacterias y hongos que te causarán problemas en el cuero cabelludo”, señala la experta en trucos del hogar, Laura Giraldo. La profesional, que acumula más de 2,1 millones de seguidores en Instagram ha alertado del buen uso de los peines, y más con el inicio del nuevo curso donde muchas personas pasan por la peluquería para renovar su melena tras los excesos veraniegos.
Limpiar peines y cepillos es mucho más fácil de lo que podemos pensar. Primero se debe eliminar el cabello acumulado en las cerdas. Seguidamente, se mezcla en un recipiente agua, champú neutro y vinagre blanco. Se añaden los utensilios y se dejan cinco minutos para que la mezcla haga efecto.

Los cepillos se deben lavar semanalmente
Una vez pasado este tiempo, se enjuagan bien los cepillos con agua y se dejan secar boca abajo, siempre sobre una toalla que esté limpia y seca. Este proceso debería hacerse una vez por semana o cada quince días y cambiarlos cada seis meses para evitar daños en la melena.
Estas bacterias que acumulan los peines también están presentes en las brochas de maquillaje. “Pueden causar infecciones y otros problemas”, señala Giraldo. En este caso, estos utensilios requieren una doble limpieza que debe realizarse semanalmente si las usamos cada día.

Las brochas de maquillaje se lavan en agua micelar y con jabón
Primero se llena un vaso con agua micelar y se dejan reposar las brochas y esponjas durante un cuarto de hora para que el maquillaje empiece a deshacerse. El siguiente paso es frotar estas herramientas sobre un jabón en pastilla o con un champú suave y enjuagar bien en agua. También se deben secar sobre una toalla limpia y seca.