Cristiano Ronaldo es uno de los hombres más reconocidos del mundo. El portugués ha ganado hasta en cinco ocasiones el balón de oro, siendo el segundo futbolista de la historia en conseguir más, tan solo por detrás de Leo Messi, que se llevó ocho. Su carácter determinado, competitivo y persistente lo ha llevado a lograr grandes hazañas, sin embargo, este carácter lo llevó, ya de pequeño, a recibir un sorprendente apodo por parte de sus vecinos en el barrio que creció.
En una entrevista reciente, el novio de Georgina Rodríguez se ha sincerado sobre la forma en la que ha aprendido a controlar sus reacciones cuando se ha enfrentado a una derrota. Durante su juventud, no fue nada fácil hacerlo, puesto que de niño fue muy competitivo, algo que terminó llevándole a recibir un apoyo que aún hoy día recuerda. Así lo ha revelado en Los Amigos de Edu, de Edu Aguirre.

Cristiano Ronaldo en 2017, junto a su balón de oro
Cristiano recordaba aquellos días en los que perder era un auténtico drama para él. “Yo siempre fui muy picado... Desde joven odiaba perder y lloraba, no aceptaba [la derrota], me iba a casa a llorar”, comenzaba diciendo. “Hasta mis vecinos me llamaban 'El Llora', que era mi apellido ahí, había un señor ahí que me decía: '¿Cómo estás 'Llora'?, porque cuando perdía lloraba de rabia”, revelaba, confesando que incluso los más grandes del deporte se enfrentan a las bromas y burlas.
Pese a conservar ese carácter, que le ha llevado a cosechar grandes éxitos, asegura que actualmente, con la experiencia y la perspectiva que dan los años, ha aprendido a controlarse a la hora de demostrar su frustración. “Era mi manera de ser, a lo mejor fue mi educación, fue creciendo en eso, pero poco a poco fui asimilando, fui mejorando...”, expresaba. “Sigo con esa mala hostia de perder, de estar el campo y hacer lo que hago, que no soy perfecto, admito que de vez en cuando exagero”, decía.
“Es mi manera de ser y no voy a cambiar, porque al final mi motivación sigue siendo la misma, es porque tengo esos residuos de mala hostia del pasado, y espero seguir así, pero de una manera más equilibrada”, expresaba. No obstante, asegura que su familia juega un papel esencial a la hora de controlar sus impulsos, puesto que sus hijos le recriminan sus actitudes. “A veces llego a casa y mis hijas me reprochan: 'Papá, porque has hecho eso... ¿Por qué estabas hablando con el arbitro?'”, sentenciaba.
Actualmente, el futbolista se encuentra enfrentando la última parte de su trayectoria profesional en el Nassr F. C. de la Liga Profesional Saudí. Allí se trasladó apoyado por la familia que ha formado junto a su pareja, Georgina Rodríguez. Ambos se conocieron en 2016, cuando el jugador fue a una tienda de Gucci en Madrid, lugar en la que la española trabajaba como dependienta. El resto es historia. Ambos se han consolidado como una de las parejas más estables dentro del panorama futbolístico actual. Los dos comparten muy a menudo su día a día en redes sociales, donde presumen de su amor y de la gran familia que han creado juntos.