El vínculo entre personas mayores y animales es profundo, emocional y, a menudo, terapéutico. Pero, ¿qué ocurre cuando ese “animal” no respira, no come ni maúlla, sino que responde con suaves movimientos y sonidos a caricias y palabras? Así es Nuka (o Paro), un robot con forma de foca bebé que lleva años utilizándose en centros especializados para estimular emocional y cognitivamente a personas con demencia. Su aspecto entrañable y su capacidad de interacción lo han convertido en una herramienta prometedora para el bienestar en la vejez.
En el Centro de Referencia Estatal de atención a personas con Alzheimer y otras demencias (CREA), del Imserso, este pequeño robot no es ninguna novedad. Se empezó a usar en 2009, y desde entonces ha formado parte de intervenciones terapéuticas diseñadas y ajustadas al contexto español. A lo largo de más de una década, el equipo fue viendo cambios positivos en sus usuarios: mayor conexión emocional, más participación en sesiones y mejor calidad de vida. Sin embargo, faltaba dar un paso clave: convertir toda esa experiencia práctica en datos científicos sólidos.
Ese impulso llegó gracias a una colaboración con la empresa Asturhealth, distribuidora de Nuka en España, que permitió poner en marcha el primer ensayo clínico multicéntrico del país centrado en roboterapia. Enrique Pérez Sáez, neuropsicólogo, responsable del área técnica del CREA e investigador especializado en envejecimiento y demencias, fue uno de los responsables del diseño del estudio. Junto a su equipo, trabajó durante un año en un protocolo riguroso, con la implicación de 14 centros residenciales y el respaldo técnico del Servicio Canario de la Salud. Hoy, el proyecto está en fase de análisis de resultados, pero lo vivido hasta ahora ya apunta hacia una conclusión clara: la roboterapia tiene mucho que aportar en el cuidado de las personas con deterioro cognitivo, y en especial una mascota peluda y agradable al tacto como Nuka.
Hablemos del ensayo. ¿Cómo se ha estructurado?
Fue concebido como un ensayo clínico aleatorizado, multicéntrico y pragmático, lo que significa que busca observar los efectos de la roboterapia en condiciones reales de práctica clínica, distribuyendo a los participantes aleatoriamente entre el grupo que recibiría la intervención con Nuka y el grupo control que seguiría su tratamiento habitual. La duración completa ha sido de seis meses y, actualmente, el estudio ha finalizado su fase de intervención y seguimiento, y se encuentra en proceso de análisis de resultados y redacción de informes. Han participado 14 centros de diferentes comunidades autónomas que debían cumplir una serie de requisitos: contar con al menos ocho personas residentes con diagnóstico de demencia o deterioro cognitivo compatible, disponer de acceso al registro farmacológico de los usuarios y contar con un equipo profesional suficiente.
Han participado 123 personas con demencia, y los primeros análisis indican que la intervención con Nuka produce una mejoría significativa en su calidad de vida
En total, ¿cuántas personas han participado?
En total, el estudio ha contado con una muestra de 123 personas con demencia, todas mayores de 60 años, en fase leve o moderada de la enfermedad, y que no hubieran tenido experiencias previas con Nuka ni participado en otras terapias similares, como la intervención asistida con animales o con otros robots.
¿Qué requisitos se exigieron a los participantes?
Era imprescindible que los participantes o sus tutores legales firmaran un consentimiento informado y que no mostraran rechazo explícito hacia el robot terapéutico. Esta amplia y diversa participación territorial es clave para valorar la eficacia de la intervención con Nuka en condiciones reales de práctica clínica y en distintos entornos residenciales, reforzando la validez externa de los resultados.
¿Ya hay algún informe que recoja los beneficios de esta intervención?
En el momento actual, el estudio se encuentra en fase de análisis de resultados y redacción de informes, por lo que todavía no se ha publicado un informe definitivo.
¿Y qué muestran los resultados preliminares?
Permiten avanzar algunas conclusiones relevantes en personas con demencia. De manera general, los primeros análisis indican que la intervención con Nuka produce una mejoría significativa en la calidad de vida de los participantes, en comparación con aquellos que recibieron únicamente el tratamiento habitual.

La foca Nuka aporta beneficios para los pacientes con demencia, según explica Pérez Sáez.
Por ejemplo, ¿qué síntomas se han visto reducidos?
Se ha observado una reducción significativa de algunos síntomas relacionados con la apatía, como la inercia cognitiva. El estudio también recoge una alta aceptabilidad del robot por parte de las personas usuarias. Los participantes mostraron actitudes positivas hacia Nuka, interactuando con ella de forma natural y manifestando emociones positivas durante las sesiones, lo que refuerza su potencial como herramienta terapéutica. Se ha evidenciado que la interacción con Nuka contribuye a reducir síntomas psicológicos y conductuales frecuentes en las personas con demencia, como la apatía, la agitación y la sintomatología depresiva.
¿Por qué es importante tratar estos síntomas?
Porque estos síntomas, además de generar un intenso malestar en quienes los padecen, están estrechamente relacionados con un deterioro en la calidad de vida y con una institucionalización más temprana. Su abordaje eficaz es un objetivo prioritario en el ámbito clínico y asistencial.
Nuka se convierte en un elemento facilitador de la comunicación, generando conversaciones o recuerdos de experiencias con mascotas
¿Qué ocurre durante las sesiones terapéuticas?
Se ha observado un incremento en la socialización, tanto entre los propios participantes como en la interacción con los cuidadores. Nuka se convierte en un elemento facilitador de la comunicación, generando conversaciones espontáneas, recuerdos de experiencias pasadas relacionadas con mascotas, y promoviendo expresiones emocionales positivas como la risa, el afecto o el disfrute.
A parte de cognitivos y de socialización, ¿se han detectado otros beneficios fisiológicos?
Varios estudios han demostrado que la interacción con Nuka tiene efectos relajantes y reguladores del estado emocional, comparables a los observados en intervenciones asistidas con animales. Estos efectos se manifiestan incluso a nivel fisiológico, con mejoras en parámetros como la tensión arterial o la reducción de hormonas relacionadas con el estrés.
¿Por qué Nuka tiene estos efectos beneficiosos en personas con demencia?
Nuka ha demostrado tener efectos positivos en múltiples dimensiones del bienestar de personas con demencia, especialmente en fases leve y moderada de la enfermedad. Y estos efectos se explican por el conjunto de capacidades sensoriales e interactivas que incorpora.
¿Cuáles?
Es un robot equipado con sensores de tacto, luz, sonido y postura, es capaz de responder a estímulos del entorno de forma autónoma y personalizada. Gracias a su sistema de inteligencia artificial y a su diseño con forma de cachorro de foca y comportamiento similar al de un animal vivo, Nuka es percibido por las personas con demencia como un ser cercano, afectivo y predecible. Esta percepción facilita el establecimiento de un vínculo emocional positivo.
Nuka actúa como un estímulo multisensorial que capta la atención y mantiene el interés de los usuarios; favorece la atención o la memoria
¿Cómo actúa Nuka, desde un punto de vista terapéutico?
Desde una perspectiva terapéutica, Nuka actúa como un estímulo multisensorial que capta la atención y mantiene el interés de los usuarios. Esta estimulación favorece la activación de funciones cognitivas como la atención, la memoria o la percepción, y promueve el recuerdo de experiencias pasadas a través de la reminiscencia.
¿Qué tipo de respuestas emocionales puede provocar?
Puede inducir una respuesta emocional positiva inmediata, reduciendo el estrés, la ansiedad y la sensación de soledad.
¿Se adapta a cada persona?
Sí. Hay que tener en cuenta que Nuka está diseñado para aprender y adaptarse al comportamiento de la persona usuaria, mediante un sistema de reforzamiento positivo. Esto le permite generar una interacción personalizada y progresivamente más significativa, lo que aumenta la motivación y el compromiso de los usuarios a lo largo del tiempo.
Entonces, ¿también puede beneficiar a personas mayores sin enfermedades neurodegenerativas?
Aunque el presente estudio se ha centrado específicamente en personas con demencia, la evidencia existente sugiere que la roboterapia con Nuka también puede tener efectos beneficiosos en personas mayores sin enfermedades neurodegenerativas. Diversos estudios previos, tanto en contextos clínicos como en centros residenciales, han puesto de manifiesto que la interacción con este robot puede favorecer el bienestar emocional, la relajación, la motivación y la socialización en personas mayores sin deterioro cognitivo.