“En el avión tratan a los animales como maletas, a veces es un milagro que lleguen vivos; la bodega tiene que desaparecer”: un movimiento internacional reclama mejoras en el transporte aéreo de mascotas

Sociedad

Los expertos coinciden en la necesidad de cambiar las políticas de las aerolíneas para garantizar el bienestar de los animales de compañía

“El problema principal es que son objetos: son maletas, equipaje de mano o mercancía” denuncia Sonia Aguado, impulsora de la plataforma Flytogether, que visibiliza los riesgos del transporte de mascotas en avión

Las mascotas deben volar en un transportín, que irá ubicado en cabina o en bodega dependiendo de su peso.

Las mascotas deben volar en un transportín, que irá ubicado en cabina o en bodega dependiendo de su peso. 

iStock

Los animales de compañía en España se consideran un miembro más de la familia desde hace tres años, cuando se modificó su régimen jurídico para que dejaran de ser tratados como cosas, algo pensado especialmente para su gestión en caso de divorcios, sucesiones o embargos. El cambio se introdujo en consonancia con una nueva realidad social, más sensible a la existencia de los peludos y su bienestar.

Sin embargo, hay un ámbito en el que esta nueva concepción no se aplica: el transporte aéreo. Así lo denuncia el movimiento internacional Flytogether, impulsado en 2021 por Sonia Aguado, que reclama cambios profundos en la forma en como los animales viajan en avión. “Lo que hay que cambiar no solo es cómo vuelan en los aviones, sino cómo son transportados en los aeropuertos, porque el problema principal es que son objetos: son maletas, equipaje de mano o mercancía”, afirma.

Lee también

Aguado explica que ella voló con sus animales en 2016, cuando se mudó a Sudáfrica. Cinco años después se planteó volver a España, pero quiso hacerlo sin tener que despachar a sus perros en la bodega. Al descubrir que esta opción no era viable en su caso, se quedó en Ciudad del Cabo y lanzó una plataforma que hace campaña por un objetivo: conseguir que todas las mascotas viajen en cabina con sus dueños en buenas condiciones.

Cabina o bodega: los requisitos para volar con mascotas

La posibilidad de volar con una mascota y el proceso a seguir depende de tres variables: el país de destino, la aerolínea que opera el vuelo y las características del animal. Las mascotas deben volar en un transportín, que irá ubicado en cabina o en bodega dependiendo del peso del animal. Habitualmente, aquellos perros o gatos que con el transportín incluido pesen menos de ocho kilos son los únicos que pueden volar en cabina con sus dueños (siempre que la aerolínea o el país permitan esta opción).

El resto deberá volar en bodega, algo que se puede hacer de dos formas: como exceso de equipaje o como carga. De la primera forma, es el mismo dueño quien hace la reserva con la aerolínea y debe facturar a su mascota una vez llegue al mostrador del aeropuerto. Para enviarlo como carga, debe ser una empresa de transporte de animales quien se ocupe de la gestión. Esta tercera vía es la única posible en caso de perros que, junto al transportín, superen un máximo de peso o que sean de razas consideradas peligrosas o braquicéfalas —aquellos animales con el morro chato, como bulldogs o carlinos—.

Lo que hay que cambiar no solo es cómo vuelan los animales en los aviones, sino cómo son transportados en los aeropuertos, porque se les trata como objetos

Sonia AguadoImpulsora de Flytogether

Jordi Sanz, fundador de Baggage Pets, empresa especializada en el transporte de animales, explica dos casos prácticos: “Si vas de Barcelona a Roma con un chihuahua, puedes volar con la mascota bajo el asiento por 40 euros. Si tienes un labrador, probablemente por su peso ninguna compañía te acepte volar con el animal en cabina o como exceso de equipaje, y deberás contratar a una empresa que lo envíe como carga, lo que hace que el precio se dispare diez veces más”.

Un caso particular es el Reino Unido, país que no permite la entrada de ningún animal en cabina independientemente de su peso y obliga a hacerlo mediante carga en todos los casos, con la paradoja de que a la vez, es posible entrar con la mascota mediante el Eurotúnel. Esta política es similar en países como Australia, donde además, el animal que llega debe hacer cuarentena, lo que supone un tiempo y un gasto extra.

Lee también

Lorena García, cofundadora de Pets & Vets: “Mucha gente busca veterinario a las 4 de la mañana; mi perro no llegó a tiempo, era obligatorio tener un directorio de salud para nuestros animales”

Marta Gambín
Lorena García es cofundadora de Pets & Vets, el primer portal para animales de España.

Los precios para enviar la mascota como mercancía se disparan: para volar a Estados Unidos el mínimo puede estar en 1.500 euros, mientras que llevarla a Australia supone, como mínimo, unos 2.800 euros, sin contar la cuarentena.

Los riesgos: cambios de temperatura, ruidos y ansiedad

¿Cuáles son los riesgos de viajar en avión para los peludos? Cristina González, etóloga veterinaria, explica que “los grandes riesgos que tienen son los derivados del estrés, por la ansiedad que pasan tanto en momentos previos al embarque como en el trayecto”. Si viajan en bodega, se añaden “los cambios de temperatura bruscos y sostenidos que pueden soportar, el miedo que les generan los ruidos fuertes y el hecho de que pasan muchas horas solos”.

La experta destaca especialmente el calor como factor de riesgo. “Tanto perros como gatos no sudan, transpiran a través de jadeo y almohadillas, y regulan muy mal el calor”, advierte. Además, el transportín reduce mucho la ventilación de su espacio, por lo que si se deja al animal en un lugar con altas temperaturas, le puede dar un shock térmico. “Es como lo que le pasaría si estuviera en un coche encerrado”, explica González. Además, Patricia Morales, etóloga y educadora veterinaria, advierte del impacto que puede tener en el comportamiento del animal una experiencia traumática de vuelo. “Pueden tener problemas de agresividad y fobia”, detalla.

Hay riesgos derivados del estrés, por la ansiedad que pasa el animal tanto en los momentos previos al embarque como en el trayecto

Cristina GonzálezEtóloga veterinaria
Los perros de menos de 8 kilos pueden viajar en cabina, si la compañía y el destino lo permiten.

Los perros de menos de 8 kilos pueden viajar en cabina, si la compañía y el país de destino lo permiten. 

jodi

No hay estadísticas públicas sobre el número de accidentes relacionados con mascotas en el transporte aéreo en Europa. En Estados Unidos, donde sí hay registros, la incidencia en los últimos cuatro años, incluyendo fallecimiento, lesión o pérdida fue, de media, de 0,71 por cada 10.000 animales transportados, según datos del Departamento de Transportes. “Si lo miras así con un porcentaje, es muy poquito, pero solo falta que le pase al tuyo”, replica Aguado.

En números absolutos, entre 2021 y 2024 en Estados Unidos se produjeron 32 muertes, 19 lesiones y una pérdida de mascotas en vuelos de aerolíneas americanas. Las causas de fallecimiento reportadas incluyen golpes de calor, infartos, asfixia y edemas pulmonares. También se han registrado casos de animales que han escapado de las jaulas en la pista y han sido atropellados por un vehículo. En cuanto a las lesiones, mayoritariamente son casos de perros que sufren heridas en las patas y la boca por intentar romper la jaula donde viajan. Aguado insiste en que estos accidentes se producen porque los animales son tratados como “mercancía” y no como seres sintientes. “No estamos haciendo todo lo posible para evitarlo y a veces es un milagro que los animales lleguen vivos”, lamenta.

Lee también

En Instagram, donde Flytogether acumula más de 50 mil seguidores, comparte casos trágicos para concienciar sobre los posibles riesgos. Uno de los más recientes es el de un samoyedo, Brookie, que murió en abril en el aeropuerto de Córcega aplastado por dos cintas transportadoras que fallaron al poco de facturar. Otro caso es el de Ewok, un bulldog que murió en la bodega del avión, que debía despegar del aeropuerto de París-Orly, pero a causa de un incidente técnico se retrasó. “La bodega tiene que desaparecer, porque es un lugar que está diseñado para llevar objetos inanimados. Además de que van incomunicados, puede haber problemas con la climatización y la presurización”, afirma Aguado.

No obstante, el fundador de BaggagePets incide en que hay un “control más exhaustivo” cuando las empresas transportadoras envían a los animales como carga que cuando el pasajero lo hace como exceso de equipaje. “Diría que en el 95% de los casos, la aerolínea se entera de que habrá un perro a bordo cuando el propietario llega al mostrador”, afirma. En cambio, apunta que en carga hacen la reserva con una semana de antelación.

Antes en las temporadas de verano podíamos transportar a los animales en cualquier horario; actualmente, del 15 de junio al 15 de septiembre, solo nos permiten reservar vuelos de las 6 de la mañana

Jordi SanzFundador de Baggage Pets

Asimismo, detalla que al entrar a la terminal deben pasar un proceso de verificación que valide que el transportín y el animal son aptos para volar, siguiendo las normativas publicadas en el Life Animal Regulation (LAR), manual de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA). Como ejemplo, Sanz señala que las jaulas deben contar con unas características de diseño específicas que, a su parecer, “el 80% de las que hay publicadas en Internet, no cumplen”.

Por otro lado, asegura que desde hace algunos años, las compañías tienen en cuenta variables como la temperatura . “Antes en las temporadas de verano podíamos transportar a los animales en cualquier horario. Actualmente, del 15 de junio al 15 de septiembre se aplican restricciones y solo nos permiten reservar vuelos de las 6 de la mañana”, explica el fundador de Baggage Pets. También señala que solo permiten embarcar a los animales si las temperaturas en origen y destino no superan un máximo de 27 grados. Y reconoce que hay aerolíneas que han dejado de transportar animales como exceso de equipaje y han derivado este servicio a sus empresas de carga porque están “más fiscalizadas” que el pasajero.

Lee también

Pasos para una buena gestión pública felina: “No se trata de esterilizar a cuatro gatos para cumplir el expediente, algunos ayuntamientos contratan a empresas de control de plagas que los tratan como basura”

Montse Casaoliva
Los municipios deben enfrentarse a los retos que supone la gestión de colonias.
Infografia

Infografia

Por su parte, Aguado critica que los problemas que se producen con las reservas de animales como exceso de equipaje son precisamente porque se consideran objetos: “En el sistema no lo ven porque son lo mismo que una maleta”. Por otra parte, carga contra las aerolíneas por la falta de transparencia sobre sus políticas de vuelo: “Parece que escondan información expresamente para que las transportadoras tengan el monopolio”, subraya. La Vanguardia se ha puesto en contacto con Iberia para conocer qué diferencias hay entre el proceso de transporte por pasaje y carga, pero no ha obtenido respuesta.

Impulsar el cambio desde Europa

Desde que inició el proyecto de Flytogether, Sonia Aguado ha explorado la vía institucional para materializar este cambio. “Hay una buena voluntad por parte de las instituciones para hacer que esto avance, no hay nadie que se oponga”, constata. Sin embargo, señala que el transporte aéreo de animales “es un proceso muy complejo que involucra a muchos actores”.

El próximo objetivo de Flytogether es lanzar una iniciativa ciudadana europea para llevar este debate a las instituciones comunitarias y conseguir que se introduzcan protocolos aeroportuarios. “Implicaría pedir cosas que no pueden denegar, que son de sentido común: que cuando se quiere inspeccionar a un gato, se haga en una sala cerrada para que no se escapen; si un animal se escapa, que haya un protocolo de búsqueda y que se establezca que los animales solo pueden subir al avión una vez todas las maletas están arriba”, explica Aguado. Con los protocolos como primer paso, el objetivo final es que se actualice progresivamente la legislación europea y de los países miembros para extender el estatus de seres sintientes a los aeropuertos.

El próximo objetivo de Flytogether es lanzar una iniciativa ciudadana europea para conseguir que se introduzcan protocolos aeroportuarios

Las etólogas Cristina González y Patricia Morales coinciden en que, si es posible, es preferible evitar que una mascota vuele bajo las políticas de vuelo actuales. Pero mientras tanto, ¿qué se puede hacer para reducir el estrés? Contrariamente a la creencia popular, no se recomienda sedar a los animales. “Baja la temperatura del cuerpo y la frecuencia cardíaca y respiratoria, lo que puede generar problemas de descompensación”, explica González. Sí que hay ciertos fármacos que se pueden dar para los animales que vuelan en cabina, siempre recetados por un profesional etólogo.

Lee también

Sin embargo, los calmantes por sí solos no son garantía de éxito. Morales destaca la importancia del condicionamiento previo del animal al transportín mediante el trabajo en positivo durante, al menos, un mes de antelación. “Independientemente de que sea para cabina o para bodega, lo que más te interesa a ti como tutor de tu mascota es que sienta ese sitio como zona segura, que sepa que no le va a pasar absolutamente nada”, afirma. Esto no implica obligar al animal a pasar períodos de tiempo dentro, si no a conseguir que lo asocie con un espacio positivo.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...