Pasar una ITV voluntaria te puede ahorrar una sanción de 500 euros: “Es muy importante cuando el vehículo tiene ya cierta antigüedad”
Seguridad vial
Guillermo Magaz, director gerente de AECA-ITV, hace hincapié en su utilidad antes de adquirir un vehículo de segunda mano, “para asegurarse que se encuentra en condiciones adecuadas de funcionamiento”
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Es obligatorio pasar periódicamente la inspección técnica ITV a partir de cierta edad del vehículo
Adelantar la inspección técnica del vehículo no es solo una cuestión de previsión, sino un gesto de seguridad que puede marcar la diferencia en carretera. Con la llegada del invierno y el aumento de desplazamientos largos, la Asociación Española de Entidades Colaboradoras con la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos iTV (AECA-ITV) recuerda que solicitar una inspección voluntaria antes de la obligatoria permite detectar fallos ocultos. También se viaja con más garantías y, en palabras de la entidad, “evitas estar expuesto a una sanción de 200 o 500 euros”. La recomendación cobra especial importancia cuando el vehículo tiene ya cierta antigüedad o muestra síntomas cuyo origen el conductor no sabe evaluar.
Una herramienta preventiva al alcance de cualquier conductor
AECA-ITV define la inspección voluntaria como una medida preventiva diseñada para comprobar el estado real del vehículo antes de afrontar un desplazamiento exigente o después de largos periodos sin uso. A diferencia de la inspección obligatoria, esta revisión puede ser completa, igual que la periódica, o parcial, centrada “únicamente se comprueba el correcto funcionamiento de algún elemento o sistema específico del vehículo, por ejemplo, el de frenos, dirección o emisiones”, señala Guillermo Magaz, director gerente de AECA-ITV, en declaraciones para Guyana Guardian.
Además, la Magaz subraya que mantener la inspección al día sigue siendo clave para mejorar la seguridad vial y la protección del medio ambiente. De esta forma, advierte, “evitas estar expuesto a una sanción de 200 o 500 euros, dependiendo del caso”.
Y es que circular con la inspección caducada o ignorar una inspección desfavorable está tipificado como infracción grave y conlleva una multa de 200 euros. Esto se debe porque se asume que el vehículo no ofrece garantías suficientes de seguridad ni de control de emisiones.
La cuantía asciende a 500 euros cuando la ITV es negativa; es decir, cuando se detectan defectos muy graves que hacen que el vehículo no sea apto para circular bajo ninguna circunstancia. En este último supuesto, además de la sanción económica, la normativa contempla la inmovilización del vehículo, ya que conducirlo supondría un riesgo inmediato para la seguridad vial.
Tres escenarios en los que la revisión extra es especialmente útil
La el director gerente de la entidad explica que hay tres circunstancias claras en las que esta inspección resulta especialmente recomendable. La primera aparece cuando el vehículo “presenta síntomas de deterioro que el conductor no sabe valorar”. La segunda, tras periodos prolongados sin uso o después de haber estado expuesto a frío intenso, humedad o viajes muy frecuentes. La tercera cuando “se han realizado reparaciones recientes y se desea verificar que el resultado es correcto”
Además, Magaz hace hincapié en su utilidad antes de adquirir un vehículo de segunda mano, “para asegurarse que se encuentra en condiciones adecuadas de funcionamiento”. De este modo se evitan sorpresas desagradables o reparaciones costosas tras la compra.
Por qué conviene adelantarla si se prevé un viaje largo
El invierno intensifica el desgaste de componentes clave, desde los neumáticos hasta los sistemas de visibilidad o climatización. Es por esta razón que AECA-ITV recomienda adelantar la inspección siempre que se prevea un desplazamiento extenso y, especialmente, cuando el vehículo acumule años o un uso intenso. El objetivo es asegurar que los elementos que más influyen en la seguridad (frenos, neumáticos, visibilidad y emisiones) funcionen correctamente antes de recorrer grandes distancias.
Magaz recuerda también que pasar la inspección con antelación no afecta a la fecha de caducidad de la siguiente revisión, ya que la normativa permite adelantarla hasta un mes sin perder validez. Adelantarla, subraya, evita imprevistos y permite organizar los desplazamientos con mayor tranquilidad.
