Probamos el nuevo BYD Sealion 7, un SUV eléctrico chino que debería preocupar a Tesla
Análisis a fondo
Con dos motores eléctricos, tracción 4x4 y 530 CV, tiene una autonomía homologada de 502 kilómetros
El Sealion 7 tiene un bajo centro de gravedad por las baterías, la conducción es firme y con gran sensación de aplomo
Ficha técnica
BYD Sealion 7 AWD Excellence
Motor: 2 Eléctricos
Batería: 91,3 kWh
Potencia máxima: 530 CV
Cambio: Aut.
Tracción: Integral
Aceleración 0-100 km/h: 4,5 segundos
Velocidad máxima: 215 km/h
Consumo combinado: 21,9 kWh/100 km (WLTP)
Autonomía: 502 km
Etiqueta DGT: 0
Largo/ancho/alto: 483/192/162 cm
Maletero: 520 + 58 litros
Peso: 2.435 kg
Garantía: 6 años o 150.000 km
Precio: 54.390 euros (sin descuentos)
byd.com
BYD es un gigante chino con una capacidad enorme para desarrollar tecnología y nuevos modelos. Con solo dos años en España se ha consolidado como la marca de vehículos enchufables con mayor crecimiento en cuota de mercado, alcanzando un 9,6%. Este éxito se refleja en un aumento significativo -y continuado- en el número de unidades vendidas.
De su gama, cada día más completa, el Sealion 7 es un SUV eléctrico con aspecto de coupé y tamaño generoso. Mide 4,83 metros de largo y se posiciona como un rival muy serio para el Audi Q6 e-tron, Polestar 3 o Tesla Model Y. De precio competitivo, el Sealion 7 está disponible en diversas configuraciones. La versión de la prueba es la más potente, con dos motores y tracción inteligente a las cuatro ruedas, puede acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 215 km/h.
Este SUV deportivo de tracción total tiene 530 CV de potencia y una batería de 91,3 kWh, con una autonomía homologada de 502 km y, sobre todo, una potencia de recarga superior de 230 kW, un factor decisivo para quien vaya a viajar con frecuencia o simplemente quiera perder el menor tiempo posible durante las recargas.
Amplio interior
El Sealion 7 es, en general, un SUV grande y espacioso, con un maletero de 520 litros y un hueco adicional en la parte delantera de 58 litros. Al entrar en el habitáculo percibimos una agradable sensación de espacio. Nos recibe una gran pantalla central de 15,6 pulgadas, táctil y giratoria, y el conductor dispone un cuadro de instrumentos, también digital, de 10,25 pulgadas. Destacamos, asimismo, el volante deportivo cortado por la parte inferior de excelente tacto. El sistema de iluminación ambiental, que contribuye al bienestar de los pasajeros, recorre el salpicadero y se prolonga en las puertas.
Es un interior de calidad, bien resuelto, con buena ergonomía y nada recargado para no agobiar al conductor y que todo suceda de manera plácida. El diseño de todo el interior merece una nota alta, al igual que los acabados y los materiales utilizados. Es evidente que BYD sabe cómo seducir a los compradores europeos.
El aspecto menos convincente, tal vez, es que todas las funciones se centralizan en la gran pantalla central del salpicadero, aunque en la parte inferior hay una línea para acceder de forma rápida a la climatización. También el sistema de comandos a través de órdenes de voz funciona de forma eficaz y resuelve situaciones como el cambio de temperatura, la emisora de radio que nos apetece o rotar la pantalla sin mover un dedo del volante.
Mención aparte merece la consola central, en una posición algo elevada, con una superficie tapizada para dejar dos smartphones. El espacio de la izquierda incorpora carga inalámbrica de 50W y está refrigerado para evitar que el dispositivo se caliente en exceso. La palanca de cambio, pequeña y manejable, también se encuentra en esta zona, con pulsadores de tipo háptico para los modos de conducción.
Principalmente familiar
De carácter y espíritu familiar, es un SUV ideal para disfrutar en familia. Pero, eso sí, con una potencia de deportivo. Con una aceleración de 4,5 segundos para los 100 km/h, las prestaciones son muy buenas. Los 530 CV, y la tracción total, permiten una excelente capacidad de reacción, casi instantánea. De hecho, al pisar el acelerador, con el modo Sport (deportivo) activado, la aceleración impresiona. Tiene, eso sí, un peso considerable que se nota a la hora de frenar y en las inercias que se generan.
El equilibrio de la suspensión merece otro elogio y parece puesto a punto para los conductores europeos. Balancea muy poco y ofrece un excelente compromiso entre eficacia dinámica y confort. Y todo, con una amortiguación automática que se adapta a las condiciones del asfalto.
Por otro lado, la calidad de rodadura es excelente, con una insonorización realmente conseguida. Por carretera y autovía, circulamos en absoluto silencio y con una gran placidez. Y, como aspecto mejorable, encontramos la visibilidad trasera condicionada por el diseño de la luneta.
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La regeneración de energía, al frenar, se puede modificar. Por defecto, arranca en modo normal (Standart), pero tenemos otro modo bastante más intenso (High) que ayuda a incrementar la autonomía eléctrica, que la marca sitúa en 502 km (WLTP). Comentar, por otro lado, que el conductor dispone de los modos Eco, Normal, Sport y Nieve.
Excellence
BYD ofrece su SUV deportivo en los acabados Comfort, Design y Excellence. Los dos últimos con tracción total. El Excellence, el más completo y lujoso, incluye todas las ayudas y sistemas de asistencia a la conducción imaginables. Eso significa que lleva sensores y cámaras con todo tipo de avisos a la hora de circular. Incluye, también, sistema Android Auto y Apple CarPlay sin cables, carga inalámbrica, asistente por voz “Hi, BYD”, proyección de información Head-up Display o reposabrazos trasero con hueco y dos posavasos. El precio de este SUV deportivo chino, con acabado Excellence, es de 54.390 euros. Sin descuentos ni Plan Moves.