Unai Ortolachipi, experto en dispositivos para ejércitos y hospitales: “La tecnología que importa es la que sigue funcionando cuando todo lo demás deja de hacerlo”

Tecnología rugerizada

Ortolachipi es Business Developer Manager de Getac Iberia, empresa especializada en crear tecnología pensada para operar en las condiciones más extremas

Unai Ortolachipi, de GETAC.

Unai Ortolachipi, Developer Manager de Getac Iberia. 

Diseño: Selu Manzano

Cuando pensamos en avances tecnológicos, lo más habitual es imaginar sistemas desarrollados de inteligencia artificial, neurotransmisores a lo Neuralink o incluso computación cuántica. Sin embargo, la tecnología también evoluciona por fuera, y lo hace tanto desde la compresión para crear dispositivos cada vez más pequeños como desde la durabilidad para que aguanten a, literalmente, terremotos.

Es en este campo donde actúan empresas como Getac, especializadas en tecnología de alta durabilidad. La compañía lleva más de treinta años trabajando en soluciones informáticas para industrias como la militar o la médica. Tal y como ellos lo definen, se trata de “tecnología rugerizada”. Pero ¿qué significa este concepto exactamente?

Getac B360 Plus.

Getac B360 Plus.

Getac

“La tecnología rugerizada se basa en el desarrollo de dispositivos para ambientes extremos, donde los errores no tienen cabida”, explica Unai Ortolachipi, Developer Manager de Getac Iberia. Esto también se aplica a contextos como el reciente apagón tecnológico en España, donde este tipo de tecnología fue clave para la supervivencia de muchos aparatos en entornos como hospitales.

“Está pensada para ambientes críticos. Aquí, la tecnología que importa es la que sigue funcionando cuando todo lo demás deja de hacerlo”, aclara Ortolachipi. Este último gran 'susto' es solo un ejemplo de mucho que puede influir este tipo de dispositivos en el futuro, pero la tecnología rugerizada va mucho más allá.

Tenemos un robot que lanza los dispositivos desde 1,8 metros de altura de forma repetida para verificar su integridad física

Unai OrtolachipiBusiness Developer Manager de Getac Iberia

El término “rugerizado” no significa únicamente meter más capas de plástico o metal a los aparatos para que sean más resistentes. Nada más lejos de la realidad. Desde Getac desarrollan tecnología de última generación y ponen a prueba a sus productos con todo tipo de experimentos antes de que salgan al mercado.

“Toda la tecnología que creamos viene avalada por certificaciones como la estándar militar 810H”, explica Ortolachipi. “Pero, antes de que vayan las certificaciones, nosotros hacemos nuestras pruebas internas. Hacemos simulaciones constantes: ciclos de frío extremo, calor abrasador, pruebas de vibración o condensación. Incluso tenemos un robot que lanza los dispositivos desde 1,8 metros de altura de forma repetida para verificar su integridad física.”

Portátil de Getac utilizado en defensa.

Portátil de Getac utilizado en defensa.

Getac

La utilidad de estos dispositivos no se limita al ejército o a sectores especializados. Su impacto es visible —y aún más vital— en entornos más mundanos, como clínicas u hospitales. “Un caso muy claro es el de las ambulancias”, explica Ortolachipi. “Cuando se desplazan para atender a un paciente, muchas veces necesitan acceder a su historial médico: alergias, tipo de sangre, tratamientos... Si en ese momento se estropea una tablet o un portátil, se genera un problema muy grave. Y ese tipo de situaciones no son anecdóticas, son el día a día.”

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Lo mismo ocurre, elevado al cubo, en entornos extremos como hospitales de campaña, operaciones de rescate, control de fronteras o incluso plantas energéticas en alta mar. Todos estos son contextos donde las condiciones ambientales son duras, pero la información digital debe fluir sin interrupciones. “Por eso trabajamos con certificaciones específicas, como ATEX, que permite el uso de nuestras tablets en zonas con riesgo de explosión, como refinerías o fábricas de cosméticos”, añade el directivo.

La clave está en anticiparse al fallo. Cada tablet o portátil que sale de fábrica ya ha pasado por entornos artificialmente adversos que simulan escenarios reales: desde un derrame de combustible hasta una tormenta de arena. En palabras de Ortolachipi: “No sirve de nada que el software sea muy potente si el equipo no puede soportar el entorno donde se va a usar”.

Tablet de Getac utilizada en una ambulancia.

Tablet de Getac utilizada en una ambulancia.

Getac

Agradecería que todos los productos tecnológicos tuvieran esta filosofía: que se les pueda cambiar la batería, el procesador o el disco sin tener que tirar el dispositivo entero

Unai OrtolachipiBusiness Developer Manager de Getac Iberia

Aun así, su durabilidad no va reñida con el rendimiento. Además de ser tanques digitales, también integran algunas de las tecnologías más punteras del momento. “Lanzamos el primer portátil rugerizado con conectividad 5G y fuimos pioneros en incorporar tecnología Li-Fi, que transmite datos a través de la luz”, destaca Ortolachipi. 

Además, ahora quieren llegar aún más lejos, integrando incluso sistemas de inteligencia artificial en sus dispositivos: “Estamos incorporando CPUs y GPUs capaces de ejecutar tareas de IA directamente en el dispositivo, sin depender de la nube. Esto es clave para sectores como la construcción o la industria energética, donde necesitas decisiones en tiempo real sin conexión estable.”

Tablet de Getac utilizada en una fábrica.

Tablet de Getac utilizada en una fábrica.

Getac

La tecnología rugerizada marca el rumbo

¿El fin de la obsolescencia programada?

En un mundo en el que la obsolescencia programada te “obliga” a cambiar de móvil cada dos o tres años, la tecnología rugerizada va a contracorriente. En Getac apuestan por la durabilidad y el soporte a largo plazo: “Nuestros equipos vienen con tres años de garantía, ampliables a cinco. Y damos soporte durante al menos ocho años”. Además, sus portátiles integran SSD extraíbles para que, en caso de emergencia, puedan extraerla y mantener los datos sensibles a salvo.

Este enfoque funciona para los sectores citados, básicamente, por obligatoriedad. Pero ¿y si terminara siendo la norma? La durabilidad de los dispositivos también tiene que ver con la sostenibilidad. La tecnología rugerizada es sinónimo de menos residuos, menos ciclos de reemplazo y más respeto por los recursos del planeta. 

Tablet de Getac utilizada en defensa.

Tablet de Getac utilizada en defensa.

Getac

En plena crisis por los recursos, este enfoque podría marcar el futuro de la tecnología: “Yo, como consumidor, agradecería que todos los productos tecnológicos tuvieran esta filosofía: que se les pueda cambiar la batería o el disco sin tener que tirar el dispositivo entero.”

Frente a un contexto global marcado por la incertidumbre —crisis climáticas, conflictos, inestabilidad tecnológica—, los dispositivos rugerizados se presentan como una forma de resistencia digital. “En sectores como la defensa o la seguridad pública, mantener una plataforma estable durante años es vital. No puedes permitir que un cambio en el hardware te desmonte todo el sistema”, concluye Ortolachipi.

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Porque el futuro no solo pasa por sistemas de información más capaces o desarrollos digitales de usar y tirar. También pasará, por más que la sociedad lo esté retrasando, por longevidad, robustez y respeto con el entorno. Y aquí la tecnología rugerizada tiene mucho que decir.

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